CAPÍTULO 14

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El domingo fue a casa de su madre para 'visitarla' a ella y a Taehyung. Toda la puta tarde del día anterior había buscado por cielo y tierra la manera de contactar al menor. Pensó en ir a su casa, pero probablemente lo metería en problemas con sus padres y no quería que se enojara mas con él.

TaeHyung solía salir con LuHan, de algún modo lo habrá contactado y SeHun iba a averiguarlo. Tomó prestado el celular de TaeHyung para buscar el número de LuHan, lo cual fue un plan fallido, pues su 'hermanito' estuvo sobre él todo el tiempo supervisando que hacía con su teléfono. Así que en la noche por fin logró tomarlo sin que TaeHyung se diera cuenta.

A SeHun le importó poco que fueran las once de la noche para llamar. Después de tres llamadas pensó que LuHan quizá estaba dormido, pero después de ocho supo que no iba a contestar ¿Cómo sabía que era él? Fácil, él mismo se había encargado de agendar su número en el celular del menor cuando se quedó hace unos días en su casa. Lo único que podía hacer por el momento era tratar de conciliar el sueño y hacer algo mañana.

El lunes tuvo bastante trabajo en la mañana, entonces solo logró llamar al menor desde el teléfono del consultorio al medio día. No contestó, SeHun concluyó que quizá estaba en hora de almuerzo así que lo llamó a las cuatro.

-Umm ¿Hola? - Dijo por fin al otro lado del teléfono el menor.

-Por fin contestas LuHan, necesito hablar contigo realmente.

-¿Quién es? – Por el tono serio del menor, SeHun sospechó que él sabía con quien hablaba.

-SeHun. – Y en los siguientes segundos se escuchó el irritante pitido que indicaba el fin de la llamada, mierda. Insistió tres veces más aunque sabía que lo más probable era no recibir respuesta y efectivamente así fue.

Nueve de la noche, estaba en su apartamento y tenía el teléfono en su mano. LuHan había dejado de ser un simple follón hace tiempo, no sabía a donde iban, pero ese niño lo traía loco, así que no lo iba a perder tan fácil, pero era un hombre orgulloso y no se iba a humillar, si LuHan quería perdonarlo bien, de lo contrario no se iba a arrodillar, por eso, esta era la última vez que le iba a insistir.

El menor no contestó como de costumbre, solo que esta vez SeHun no reparó en pensar en las razones, él iba a dejar simplemente un mensaje de voz.

-LuHan, siento haberte tratado así en el centro comercial, no eres solo un...hoyo para mi, déjame explicarte además quien era la chica con la que estaba. Asumo que ella es el primer motivo por el que te enojaste. Te espero mañana a las cinco pm en la estatua del rey Senjong. Espero verte allí, de lo contrario me decepcionarías. – y así finalizó.

Él tenía la esperanza de que LuHan quisiera arreglar las cosas, se equivocó, lo espero hora y media y no llegó. Realmente lo había ofendido o simplemente él nunca fue importante para LuHan.

Fue bueno mientras duró. Jamás encontraría a un chico con un jodido cuerpo así y esa hermosa cara. Tampoco podría ver cómo le quedarían todos los trajes que pensaba ponerle, pero no podía hacer nada.

Su rutina se convirtió en la cosa más monótona que podía existir. No recuerda haber detestado tanto su trabajo, de hecho, aunque tuviera cualquier otro trabajo lo detestaría. Extrañaba al maldito crio, no quería que se fuera de su vida así como así, pero maldición, su orgullo, él ya había hecho todo lo que estaba a su alcance.

El viernes mandó todo su orgullo a la mierda y actuó por impulso. Fue al instituto del menor y se estacionó en frente minutos antes de que el timbre de salida sonara. LuHan reconoció el auto y por un momento se sorprendió, luego solo optó por ignorarlo y se despidió de sus amigos para caminar hacía su casa. SeHun lo siguió de cerca en su auto.

-¿De verdad estás tan celoso? – El mayor sacó un poco la cabeza por la ventana del auto para hablarle. LuHan solo lo fulminó con la mirada. Vale, ser prepotente iba a terminar de cagarlo todo. – Podrías por favor dejar de caminar y entrar al auto para hablar? Solo dame el gusto de explicarte todo. – Empezó a caminar más lento mirando hacia abajo. Dos cuadras después finalmente se detuvo, suspiró, rodeó el auto y se subió al asiento del copiloto. SeHun sonrió así mismo. –¿Por qué no llegaste el martes?

- Estoy castigado, tal como tu predijiste genio. – El menor no le miraba, sus cejas estaban fruncidas y sus brazos cruzados.

- Pero si podías ir al centro comercial con tus amigos...

- ¿Acaso me estás reclamando? – Sus ojos se encontraron y SeHun adivinó que el tono del menor se debía a él y a la chica de aquella vez.

- Es mi hermana Soojung.

- ¿De qué hablas?

-Sabes perfectamente de qué.

- Tu único hermano es Taehyung.

- ¿Quién te asegura eso?

-Taehyung jamás la mencionó, no estaba en tu casa y tampoco en la fiesta de Seohyun ni en la de tu abuelo.

-Es mi hermana por parte de mi padre. – SeHun se encogió de hombros y sacó su teléfono. – Puedes preguntarle a TaeHyung si quieres.

-No haré tal cosa, no me interesa. – SeHun marcó el número de TaeHyung y lo puso en altavoz.

- ¿Qué estás haciendo? Te dije que no iba a preguntar, es ridículo.

- Está bien, no necesito que lo hagas para probártelo.

- ¿Qué pasa? – Contestó su hermano con el tono altanero que solía emplear con SeHun.

- El sábado vi a Soojung, dice que quiere verte.

- ¿Por qué quería verme?

- Porque es tu familia quizá?

- Mira nunca fui cercano a ella y no sé porque estás jodiendo con esta mierda. – SeHun ya no sabía que decir en su charla improvisada. Ya era obvio que Soojung era su familia, pero para asegurarse necesitaba que dijera la palabra 'hermana'.

-Precisamente por eso quiere verte, quiere acercarse a ti, pasar tiempo, ya sabes, todo eso.

- No necesito otra hermana dolor de cabeza como tú. – Bingo, ya no necesitaba má a su hermano.

- Bien, adiós. – Colgó la llamada dejando al otro lado de la línea a su hermano desconcertado, pero le valía.

- Es tu hermana ¿y? eso ni siquiera me importa.

- Por qué tu actitud entonces?

- Por lo de siempre, para ti solo soy un pedazo de carne.

- Me encanta tu cabello rubio. – SeHun pasó sus manos por el cabello del menor y enredó sus dedos en este. LuHan infló sus mejillas y bufó.

-Si quieras estás escuchándome maldita sea! A esto precisamente me refiero. – Apartó las manos de SeHun.

- ¿Quieres saber algo? – El menor suspiró y levantó una ceja expectante. – Todos absolutamente todos los hombres buscamos sexo, la diferencia entre unos y otros es que unos solo buscan eso, otros buscamos eso y algo más. Digamos que soy de los últimos, pero único ¿sabes por qué? Porque a diferencia de ambos yo soy sincero respecto a mis intenciones. – Abrió la guantera y sacó un cigarrillo de una caja, lo encendió y continúo hablando. – Lo que estoy a punto de hacer va en contra de todo lo que soy y he hecho hasta ahora. Debo decir que te quiero, es una situación bastante atípica y más tratándose de mí, jamás creí siquiera apreciar a alguien y menos en tan corto lapso de tiempo, te quiero crio tonto, pero eso no significa que no tenga un infinito deseo sexual hacía ti y que mi libido esté a mil cada vez que estás cerca, tampoco tengo intención de ocultarlo y callarlo. Éste soy yo, puedo decirte las cosas más obscenas y sucias que puedas oír jamás, puedo ser un maldito pervertido o todo lo que quieras, pero créeme, nunca encontrarás a alguien más real que yo, así que...lo tomas o lo dejas....

Clandestine (HunHan)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora