CAPÍTULO 13

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Zhoumi no apartó la mirada de la pantalla de su computador ni un momento. LuHan no sabía que hacía allí dándole una explicación a su padre si a éste parecía importarle un pepino.

-No te prohíbo que asistas a fiestas, salgas con tus amigos y tengas novia. – Habló por fin. – Ya estás a un paso de ser adulto y de todos modos sé que eres un buen muchacho y te hemos educado bien, así que asumo que sabes hacer lo correcto...Sin embargo este mundo está tan podrido que no puedes tener la certeza de que todo vaya a estar bien. Tu madre anoche estaba colgada del techo y yo solo podía llamar a tus amigos, pero no contestaban...Te puedo castigar, pero no de por vida. Más adelante vas a ir a más fiestas y no podré impedírtelo, pero si habrá nuevas reglas. –

En el fondo siempre supo que sus padres no lo iban a matar, solo era un poco exagerado. Por mucho y eso ya es especular demasiado, le gritarían. Pero había que ver que tal esas nuevas reglas.

-Sé que he actuado de manera incorrecta papá. No voy a protestar por el castigo ni por tus nuevas reglas. – Hacerse el educado siempre funcionaba con sus padres. Zhoumi suspiró pesadamente y se frotó la cien.

-No quiero hacer las cosas tensas entre nosotros, dado a que sabíamos dónde estabas y conocemos a SeoHyun no te castigaré por esta vez. – El alivio era notorio en el rostro de LuHan, hacerse el mártir siempre era efectivo. – Básicamente desde ahora tendrás que darnos la dirección de todos los lugares a los que vayas, teléfono fijo, solo con gente conocida y debe haber un adulto presente ¿quedó claro?

-Sí señor. – Probablemente las reglas solo se iban a hacer respetar unas dos semanas.

Salió del despacho de su padre y fue a su habitación. Se recostó sobre su cama y tomó un peluche que el mayor le había regalado hace un tiempo. Le había comentado que su libro favorito de niños, entre muchos otros, era "el conejo de felpa". A la siguiente semana cuando se subió al auto del mayor, había un enorme conejo blanco de peluche que tenía una etiqueta con su nombre.

 A la siguiente semana cuando se subió al auto del mayor, había un enorme conejo blanco de peluche que tenía una etiqueta con su nombre

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¿Cómo iba a pasar estas semanas sin SeHun? Empezaba a sentir algo más que atracción y gusto por hacer el amor con el hombre. Momento, ellos no hacían esa cosa. SeHun simplemente se lo follaba duro y entonces se preguntó ¿Qué eran ellos? ¿Qué tenían entre los dos? Habían tenido sexo, habían tenido citas, ahora se conocían, no, técnicamente hablando no. Solo hablaron de lo que les gustaba y lo que no, detalles muy superficiales de sus vidas y detalles de sus personalidades, pero LuHan aún no sabía cómo era SeHun cuando estaba feliz, triste, enojado, tenso o asustado. No sabía cómo reaccionaría SeHun ante cualquier situación y viceversa.

Desconocía a que estaban jugando y si él saldría lastimado, pero era demasiado tarde para detener lo que sea que fuera esto, él estaba enganchado al mayor.

En un intento fallido de 'olvidar' a SeHun al menos por unas horas, acompañó a su mamá al salón de belleza a hacerse un corte de pelo. Terminó tiñendo su cabello de rubio porque su madre y las demás mujeres del lugar lo persuadieron de que se vería guapísimo.

Clandestine (HunHan)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora