Clandestine (HunHan)

CAPÍTULO 3

Ató los cordones de sus zapatos y se miró al espejo. Había follado con su doctor como si nada, se supone que si era tan desinhibido para hacer eso, no le importaría salir, pero no. No sabía que iba a hacer cuando saliera o que iba a decir.

-LuHan ¿Estás bien? - Escuchó al otro lado de la puerta.

-S-sí. En un momento salgo. - ya se había tardado demasiado. Salió y se quedó de pie organizando sus ideas. - Y bien... ¿Cómo estoy? ¿Todo está bien conmigo?

- Todo está perfecto. - Dijo de manera sugerente para que el menor supiera que no se refería precisamente a su estado de salud.

El más alto se levantó y caminó hacia Luhan. Capturó su cintura entre sus brazos y lo besó suavemente. Había sido un buen paciente y se merecía su recompensa. Al terminar el beso, Luhan estaba jadeando y aferrado a los brazos del mayor, como si jamás hubiera dado un beso o al menos uno de verdad.

Sehun llevó su mano al bolsillo de su bata y sacó su tarjeta personal, en donde estaba su número solo para familiares y amigos. - Si necesitas atención médica, no dudes en acudir a mí. - guiñó un ojo y soltó al chico para guiarlo hasta la puerta. - Espero verte pronto. - Dijo cerrándole la puerta en la cara y dejándolo atónito.

Él podía fácilmente acceder a la base de datos de la pequeña clínica y conseguir toda la información de Luhan. Pero su ego masculino se lo impedía, Luhan lo iba a buscar y eso era un hecho. No solo para él había sido una experiencia única, estaba seguro de que para 'Lu' también lo había sido, él se encargó de ello.

Luhan por otro lado, sonreía apenado a las personas que se quedaban mirándolo raro por la forma en que caminaba. Era obvio que talvez no pensaran que acabara de follar con su doctor, pero definitivamente si sospecharían que algo había entrado a su culo.

Al salir tomó un taxi directo a su casa. No estaba preparado mentalmente para ir ese día al instituto. Su mente estaba por completo ocupada en la locura que acababa de hacer, era un sucio, un fácil y un maricón ¿Qué iban a pensar sus padres si se enteraban? Su hijo único, varón, se andaba comportando por allí como una puta.

La semana siguiente fue un asco, el remordimiento de su pésimo comportamiento en el consultorio no lo dejaba en paz y no solo los pensamientos de culpa lo habían estado persiguiendo...se encontró a si mismo varias veces recordando cómo se sentía que las manos grandes de su doctor le tomaran de las caderas, como se vería la gran polla del hombre entrando y saliendo de su culo y eso solo hizo que se sintiera mal "¿Qué pasa contigo LuHan?" se repetía mentalmente, había hecho algo terrible y punto, jamás volvería a ese lugar y el doctor Oh sería a la última persona a la que acudiría así estuviera muriendo. Solo debía olvidar ese episodio y seguir con su vida. Pero el plan del destino no coincidía con el de LuHan.

Caminaba rumbo a su casa después de haber salido del instituto. Tenía sus auriculares puestos y miraba al suelo, por ende estaba distraído y no se fijó en el momento que chocó con un hombre. Levantó su vista al tiempo que se quitaba los cascos para pedir perdón, pero las palabras no salieron. Era él ¿Era esto una jodida broma? Seúl era grande y tenía miles, millones de habitantes y precisamente se tenía que encontrar con este hombre.

-Vaya ciervito. - Sip, Sehun también había pensado en el más bajo, así que un día bastante aburrido supo que 'Lu' significaba ciervo en chino, perfecto apodo. - Estás pálido ¿Te encuentras bien? Ya te dije que me llames si no te sientes bien y te atenderé con mucho gusto...- Dijo con una sonrisa socarrona

Luhan lo miró de arriba a abajo rápidamente, iba vestido casual. Llevaba tennis sencillos color negro, pantalones ajustados de jean negro y una camisa de jean holgada que permitía ver algo de piel. Luhan concluyó que no sabía cómo se veía más jodidamente sexy, si con la bata de doctor o con esa ropa. A pesar de que llevaba anteojos, él lo hubiera reconocido a un kilómetro de distancia, nadie tenía labios tan perfectos como los del doctor.