Narración omnisciente:
-¡Ronaldito~!-grito Grell entrando en el despacho de Ronald, sobresaltandolo.
-¿Que sucede Grell-sempai?-pregunto apoyando su brazo en la mesa, algo desanimado.
-Wiruu nos ha dado una nueva misión, ¿Y que crees? ¡Tendremos que ir al Campania!-mientras decía aquello no podía parar de menear las caderas y brincar emocionado.
-¿Ese barco que dicen que ni Dios podrá derribarlo?
-¡Ese mismo!-siguió chillando Grell, para luego reparar en que el pelinaranja se veía algo desanimado-¿Rony estas bien?
Ronald cayó en cuenta de que si seguía actuando así se darían cuenta de todo, y lo que menos quería era causarle problemas a su preciado sepultero, por lo que le sonrió a Grell.
-Si, es solo que no dormí bien anoche.
-Oh, en ese caso puedes dormir en mi regazo durante el viaje Rony.-le respondió de una manera tiernamente sobreprotectora, haciéndolo sonreir de verdad.
-Estaré bien, vamonos.-dicho ello cogió su DeathSclythe y salieron del despacho.
*~*~*~*
El muelle estaba repleto de gente de todas las variedades, pero eso no impedía que un pelirrojo con su típico traje carmesí y un pelinaranja en traje oscuro no fueran vistos por una o dos personas, sin embargo no pareció importarles mucho, cada uno estaba sumido en sus pensamientos; Grell pensando en que cosas nuevas haría en el Campania y en como encontrarían al causante de que los necesiten, y Ronald pensando en si aquello sería realmente una buena idea.
Apenas se hallaron dentro del inmenso barco les fue inevitable mirar alrededor y maravillarse con lo enorme y hermoso que era, digno de una película romántica o quizás de la presencia de la mismísima reina Victoria.
Fueron a la habitación que habían pedido, descansaron y esperaron a la noche, cuando ocurriría la fiesta de inicio del viaje.
-¿De verdad no me puedo poner el vestido rojo que compré?-dijo Grell con lástima.-¡No es justo! ¿Entonces para que lo compré?
-Lo lamento Grell-senpai, pero vinimos por trabajo, no por placer.-suspiró Ronald, tratando de recordar la última vez que disfrutó unas vacaciones:
Nunca. La muerte nunca descansa.
Resignado con su destino se acercó a la puerta y tras avisarle al carmesí que iría a caminar salió al salón de baile, después de todo, quizás podría conversar con alguna chica linda, ya que su costumbre de coquetear con mujeres no se había ido.
Una vez dentro del enorme salón la suave y melodiosa voz del piano siendo tocado con perfecta maestría inundó su audición, logrando calmarlo sorprendentemente rápido, y quiso por alguna razón acercarse a ver al creador de aquella melodía.
Paso por entre la multitud, pues el piano se hallaba del otro lado del salón, y apenas tuvo visión de la espalda de la persona sus ojos se abrieron como platos:Él sabía identificar esa cabellera donde fuera que estuviera, y entonces se decidió a acercarse, pero justo a unos cuantos pasos de llegar junto a él alguien lo jaló de la mano y lo arrastró lejos.
-¡Rony! Al fin te encuentro, ¡Acompañame!-era aquel pelirrojo, quien emocionado lo sacó a la proa y se paró en la punta.-¡Ven, ven!
Ron suspiro frustrado y obedeció, poniendo las manos en la cintura de Grell mientras este abría los brazos y reía alegre.
-¿No crees que ya deberíamos irnos?-preguntó Ron ya inquieto por querer buscar al Shinigami desertado.
-Vale vale, eso fue taaan divertido~
-Para ti, seguro que si.
-¡No seas amargado Ronaldito! Te vas a arrugar y ya no serás lindo.-dijo mientras hacia un puchero y tocaba la mejilla del pelinaranja.
-Aja...-murmuró con un leve tic en la ceja, pero finalmente Grell desistió y entraron de nuevo para vigilar que no hubiera nada extraño.
*~*~*~*
Pasaron tres días y Ronald no había vuelto a ver esa cabellera, por lo que decidió quedarse en el salón para la "gente pobre" y hablar con una chica mientras esperaba.
En ese tiempo había logrado descubrir que había una organización que estaba tratando de curar a personas y de revivir a muertos, por lo que estuvo seguro de que eso tendría que ver con su trabajo.
"Y Grell-senpai está desaparecido..." Pensó suspirando.Siguió hablando con la chica que tenía en frente suyo hasta que el pitido de su reloj sonó avisándole que tenía que irse, y eso hizo, se dirigió al salón donde se reuniría esa organización extraña y espero a que algo extraño ocurriera.
Y justo en el momento en el que habían logrado revivir a una mujer la cual estaba siendo abrazada por su madre, ésta mordió con fuerza a la señora y la mató.
-Vaya.-dijo sorprendido, todos los que estaban por ahí salieron corriendo menos un niño y un hombre, quien sacó cuchillos de su bolsillo y los lanzó al pecho de la mujer.
-¡No está muerta!-gritó el niño.
-No, si lo está, pero es... Un ser que no puedo entender. No se como matarla-explicó el pelinegro, y entonces Ronald pensó que era su momento para aparecer.
-Tienes que atacar a la cabeza para acabar con ellos, sabes.-encendió su guadaña y se lanzó contra la mujer, destrozandole la cabeza en un santiamén-Así.-se acercó y en su libreta revisó su información-¡Oh, así que si que está muerta desde hace tiempo! Y yo que planeaba recoger el Cinematic Récord... Oh-miró a la señora al lado y se acercó a ella.-pero ella si~ Veamos... Susanne Connor, nacida el 23 de junio de 1841, murió debido a una pérdida de sangre el 19 de abril de 1889, observaciones...-se quedó callado unos segundos para luego anotar:-Ninguna.En ese momento un gritito de sorpresa por parte del niño llamó su atención y lo hizo mirarlos.
-¡Un Shinigami!
-Ese atuendo...-dijo el pelinaranja mirando al hombre-No me digas, ¿Tu eres el tan rumorado "Sebas-chan"?
-No me agrada del todo ese apodo-respondió con una mano en el pecho-pero efectivamente soy Sebastian Michaelis, mayordomo de la casa Phantomhive, ¿Y usted es?
-Soy Ronald Knox, de la asociación del despacho Shinigami, división de recolección.-dijo con una sonrisa ladeada-Gracias por cuidar de mi superior.
-Dijiste que solo puedes matarlos atacando la cabeza, ¿Es que los Shinigamis saben que son exactamente?-preguntó el niño.
-Nop, no sabemos que son, pero ya han habido varios reportes de cuerpos cuyas almas ya han sido recolectadas caminando por ahí, así que me mandaron a investigar, y pues...-se apoyó en su podadora y señaló el cuerpo-Este es un cadáver auténtico, lo se porque yo recolecté su alma hace dos semanas.
-Entonces no revivió, solo era un muerto moviéndose...-analizó el niño, con una expresión muy seria que le pareció graciosa a Ronald-¿Acaso eso es posible?
-Mi superior dice que no lo es,-dijo, pensando en la conversación que había tenido ya con William-pero aún así están haciendo investigación y estudiandolos.
-¿Así que lo único seguro es que para matarlos hay que aplastar sus cabezas?
-En realidad sería para detener sus movimientos.-lo corrigió-Ya están muertos.
-La única solución es obligarle a Ryan a decirnos más sobre esto.-le dijo el niño a Sebastian.-Vamos.
Y en ese momento Ronald cayó en cuenta de algo y se apresuró a atacar al demonio, el cual detuvo el ataque de su guadaña de inmediato.
-¿Sabes? Si mis superiores se enteran de la presencia de un demonio a bordo seguramente creerán que a causa de eso no obtuve todas las almas que debo llevar, me causará muchos problemas y tendré que hacer horas extras. ¿Por qué no simplemente desaparecen?
Volvió a atacar a Sebastian y este lo esquivó, y Ciel, con un chasquido de lengua dijo:
-Me adelantaré, alcánzame cuando acabes de jugar.
-Como ordene.-respondió.
-¡Woah! Eso fue muy grosero,-dijo Ronald mirando como Ciel se iba-de verdad, los niños estos días--fue interrumpido por Sebastian quien lo miró amenazante.
-¿De verdad ves conveniente mirar para otro lado?
Dicho ello lanzó una patada hacia Ronald y este apenas pudo esquivarla, quedando el zapato del mayordomo a escasos milímetros de el rostro del pelinaranja.
Se alejaron y en un salto Sebastian lanzó varios de sus cuchillos contra él, quien los esquivó gracias a su podadora.
-Como era de esperarse de un Shinigami, increíblemente ágil.-lo elogió inexpresivo.
-¡Por supuesto!Volvieron a lanzarse al ataque, y en el momento en el que vio suficientemente cerca a Sebastian sacó un cuchillo del bolsillo y le hizo un corte en la mejilla.
Cuando aterrizaron en lados contrarios Sebastian se tocó la herida con sorpresa, sacándole una sonrisa orgullosa a Ronald.
-Sabes... Tener como único medio de defensa la DeathSclythe es un poco pasado de moda.
El pelinegro sonrió con ironía.
-Tu tenías razón, los niños estos días... Son realmente desagradables.
ESTÁS LEYENDO
Destinados a unirse (UnderRonald)
ФанфикUndertaker y Ronald: Un aprecio convertido en promesa, transformado en amor. Las cosas pueden ser difíciles para los amantes prohibidos, pero vale la pena luchar, después de todo el verdadero amor es algo que sólo se encuentra una vez en la vida...