Raining (Fanfic LightxL Death note)

Final A: El fin de nuestro Mundo

Anteriormente~

-Dime Light, quieres estar conmigo -preguntó observándome de forma fija.

-Contigo? En qué manera? -pregunté alzando la ceja sin entender muy bien.

-Hablo como pareja, juntos los dos -acarició mis mejillas sin dejar de mirarme- Déjame estar contigo Light...

-Ryuzaki... yo...

Ahora~

Vi que Light estaba sonriendo, eso era un sí, tal vez, eso no lo sabía, por alguna razón me ponía feliz esa reacción. Esperaba su respuesta, esperaba que lo dijera, un sí.

-Yo sí quiero una relación contigo Ryuzaki, en serio, lo deseo mucho. -comentó Light sin dejar de mostrar esa sonrisa satisfactoria.

-En serio? -me emocionó bastante la idea, en realidad deseaba estar conmigo, le abracé con fuerza y besé sus labios de forma suave.- Sabía que dirías que sí, oh Light. -suspiré un poco emocionado.

-Lo sé, lo sé, pensabas que sí te diría eso, me alegra que me hayas dado otra oportunidad. -acaricié su mejilla con suavidad.

-Entonces creo que deberíamos salir de aquí... -sugerí algo pensativo.

-Y cómo les explicaremos a los muchachos sobre esto?

-Oh, es cierto, se me olvidó -mi rostro se puso todo rojo al recordar que nos estaban viendo.- Diablos!!! Debieron haberlo visto todo.

-Eso tiene algo de malo Ryuzaki? -me tomó el mentón con su mano, haciendo que le mirada- Después de todo ya somos pareja, no es así? -preguntó sonriendo.

-Si, así es... sin embargo fue imprudente -dije muy apenado, me levanté y fui al sistema de seguridad- Bien, voy a insertar el código.

En la computadora inserté: "El pastel que comí era de chocolate" Al ponerlo todas las puertas se desactivaron, yo me coloqué mis ropas que estaban en el suelo y Light hizo lo mismo, abrí la puerta cuando en ese momento Matsuda chocó contra nosotros.

-Estás bien Ryuzaki! -dijo Matsuda sonriendo.

-Pensabas que iba a matarle o algo? -dijo Light alzando una ceja.

-No, no, claro que no -respondí apenado y rasqué mi nuca.

-Ya veo, no te preocupes, después de todo, yo también hubiera pensado eso, así que calma -comentó y salimos de ahí.

-Bien, ya que haz dicho lo que debías decir podemos ir a nuestro lugar a discutir lo sucedido -dije tranquilo y caminé a la oficina.

Todos me siguieron, Light iba a mi lado de manera tranquila y me preguntaba donde estaban Near y Mello, tal vez estaban ocupados, al llegar a la oficina de investigación me senté y miré los monitores, Aizawa esposó las manos de Light.

-El juicio de Light será el día de mañana, él ya no desea hacer algo malo, así que abogaré por él -dije tranquilo y me giré a verles- Llevenlo a arreglarse y descansar, lo va a necesitar.

-Sí Ryuzaki -dijo Aizawa y se llevó a Light.

-Ryuzaki, crees que esta vez Light haga lo correcto? -dijo Matsuda alzando la ceja.

-Sí, lo hará -comenté y suspiré- sé que lo hará, no se mostró diferente a lo normal, aún así debo tener precaución con él -dije tranquilo y me levanté- todos descansen, si ven movimiento sospechoso avisen.

Así los otros dos se fueron, me quedé solo pero decidí ir a mi habitación a pensar las cosas, al llegar me senté en la cama pensativo acerca de lo ocurrido con Light. De verdad quería que estuviésemos juntos? O simplemente solo me engañó? No lo sé, él no sería capaz de hacer eso... o si, después de todo mató a su padre y mató a Misa... Mató a muchas personas con tal de ser el Dios del Nuevo Mundo, según él.
Mi mente estaba confundida no sabía que pensar con exactitud...
Al poco tiempo me quedé dormido, rara vez me quedaba dormido pero mi cuerpo necesitaba descansar de vez en cuando.
Dormía tan tranquilo, soñaba con el futuro que Light y yo podríamos tener, un futuro en el que estábamos solo él y yo, resolviendo casos y viviendo felices a pesar de ser dos hombres tal vez podíamos estar juntos, tal vez podíamos vivir en un mismo mundo, que era nuestro mundo, donde no importara lo que pasara, seríamos felices, gozando nuestra y de nuestros deseos...
En esas horas soñaba con tantas cosas que podían ser posibles, podían ser tan posibles o tal vez imposibles, no lo sabía, de hecho no lo sé, muchas cosas podían suceder. Más cosas sucederían en un futuro y no sabía si Light pudiera a volver a ser quien era o simplemente trastornarse de nuevo, todo era tan impredescible pero tal vez, como dije antes, todo podía ser posible para los dos, para nuestro futuro y nuestro final feliz.

Volaba muy lejos...

Mi corazón volaba más allá de la realidad cruel que se asomó en la madrugada...

Un ruido fuerte me despertó, sonaba algo extraño, me levanté de la cama un tanto temeroso, no sabía que sucedía y no se veía nada, por más que quería prender las luces estas no se prendían, se mantenían opacas ante la noche, tomé la linterna que tenía en mi cajón, la prendí y salí, sin antes tomar la navaja que tenía en caso de emergencia. Caminé por el pasillo, mirando alrededor, todo estaba en silencio, algo malo había sucedido, era eso más que obvio, seguía andando hasta que vi manchas de sangre.
Seguí el rastro de sangre, escuchaba mi corazón latir con fuerza hasta que encontré un cuerpo, era el de Aizawa, estaba inerte en el suelo, al parecer había muerto por varios disparos...
Light había dejado claro las cosas, no podíamos estar juntos jamás... nunca íbamos a poder ser nosotros mismos uno con el otro, me giré y sin perder tiempo decidí buscarlo, caminaba por todos lados hasta que en las bocinas escuché la voz de Light.

-L, si quieres verme por ultima vez, ven a la azotea, el lugar donde nos vimos hace tiempo, te espero.

Se cortó el mensaje y decidí subir por las escaleras, estaba decidido, mi mente se había decidido en acabar con esto de una vez, él no tenía perdón, no se había rendido, se aferró a ese sueño loco y egoísta. Fue cuando abrí la puerta y vi que estaba lloviendo, no tan fuerte, llovía de manera suave, veía como los rayos prendían el cielo y los truenos sonaban, en ese lugar pude ver a Light, parado, dando la espalda a la puerta, sin perder tiempo decidí caminar hasta él y ponerle la navaja en el cuello, él puso un revólver en mi sién, ambos nos habíamos atrapado.

-Ryuzaki, o mejor dicho Lawliet, veo que haz venido -susurró Light como para que solo yo pudiese escuchar.

-Sí, aquí vine Kira -cómo sabía mi nombre? Eso era imposible, pero decidí ponerme serio.

-Kira? Ya veo, así que nos trataremos por nuestros pseudónimos, no es así? -dijo riéndose un poco.

-Así es -respondí sin perder la seriedad- Esto debe acabar ahora, me mentiste...

-No debiste creerme, crees que hubiera arrojado todos mis sueños al suelo por ti? -comentó con crueldad y burla en su voz- que patético, en serio, creyendo que tiraría todo por lo que he trabajado hasta ahora solo por el amor de un tipo estúpido adicto a los dulces, en serio, en qué clase de mundo vives?

Eso me había dolido mucho, sentía eso que llamamos fractura de corazón, mi mank tembló pero la tensé de nuevo.

-Lo sé, fui un estúpido, pero ya no más, como dije, esto se acaba ahora.

En ese momento, cuando iba a cortar su cuello me sentí mal, perdí el equilibrio y empecé a caer al suelo, sin embargo Light me sostuvo en sus brazos y se sentó para dejar mi cuerpo descansar en el suelo pero mi cabeza y torso estaban en sus brazos, respiraba un poco más lento, le miraba a los ojos, lloraba, derramaba lágrimas, estaba tan triste, demasiado triste...

-Fue lo último que hiciste Lawliet, ya no más estorbos en mis planes, ya no más -dijo serio y acarició mi mejilla- estamos mejor así, no podemos estar junos nunca más, así que descansa ya.

-... Te amé... te di mi corazón y lo aplastaste... y-yo... -respiré hondo, ya no tenía muchas fuerzas- aunque muera... la justicia prevalecerá... en eso he creído y... es verdad -solté la navaja y respiré un poco más, ya sentía que iba desvaneciendo.

-Yo gané, y di yo gano, yo soy la justicia ahora, siempre lo he sido -susurró y me miró con una sonrisa satisfactoria.

Empecé a cerrar mis ojos, pero los abría, aún no quería irme, pero ya no veía claro, todo era borroso, no sentía mi cuerpo, mi último aliento salió de mi cuerpo, ya no podía sentir mucho, veía a Light sonriendo, sin embargo antes de que cerrara mis ojos, vi su expresión cambiar a una dolor, escupió sangre y cayó encima mío, sonreí un poco.
Tantas memorias recordé, desde el inicio de esto hasta hoy...
Supe una cosa...
Algo estaba claro, era el fin de nuestro mundo...
Gracias Matsuda...