Me ha tocado despedirme de cientos de personas en mi vida. 3 jamás las voy a olvidar...
¡Qué difícil es decir adiós cuando tú no eres quien se va!
Mi nombre depende de a quien le preguntes por mí. Si le preguntas a mi madre, cuando yo tenía cuatro años, me llamaba Andy. Si le preguntas a mi abuela, a los 6 años, cuando aún la tenía, me llamaba Val, porque no podía pronunciar 'Vlad'. Si le preguntas a mi novia, cuando tenía 12, me llamaba 'niño', aunque ella fuera más pequeña que yo.
Actualmente, ya no le puedes preguntar a ninguno de ellas....Todas se me han escapado. Se me adelantaron, me dijeron 'adiós', y créanme, a ninguna quise responderle.
Si le preguntaras a mi padre, te diría 'Maldonado'. Tierra natal de mi madre, mía, y adoptiva de él y mi abuelo. Si le preguntaras a mi abuelo, que por cierto aún puedes, te diría 'Vlad' o 'Saltamontes'. Si le preguntaras a mis amigos, los pocos que tengo, te dirían que mi nombre es simplemente V.
Hoy no tengo ninguno de esos nombres. Ayer he llegado a una nueva ciudad. Teniendo que decirle adiós a todos ellos. A los que me querían, a los que me adoraban, a los que me admiraban.
Ahora, no soy más que el pasajero 324 en el tren que lleva a Paysandú. La ciudad de donde viene Ever. Y ahora también será la mía. Aunque yo no estoy seguro de regresar...
Mi padre me arropó bien y me ha mandado aquí. Donde nadie sabe nada de mí, él dijo que era bueno, podría volver a comenzar. Yo no quería volver a comenzar. Yo quería que mi vida terminara allá...
En fin, si le preguntaras actualmente a alguien por mí...me conocerían como el chico que tuvo que decir adiós porque un día intentó suicidarse; y es que si la mayoría de tus seres queridos están allá ¿por qué no querer ir también?
Mi padre se sentó y habló conmigo, casi tres horas; yo aceptaba todo lo que él me decía. Y cuando dijo que me iba, yo no me negué. ¿Quién deja ir a su hijo a otra ciudad después de que intentó suicidarse? Ni idea.
Me mandó a una pequeña casa en los suburbios de Paysandú. Allí se encontraba una señora, me dio las llaves y se marchó. Eso fue todo. Miré a mis vecinos, era extraño ver a un 'niño' llegar a una casa solo.
Y así terminó la vida de 'Vladimir'; y comenzó la de 'El ermitaño'.
Lo más difícil de decirle adiós a las personas que te quieren... creo que es exactamente eso. Que parece como si realmente no te quisieran. Y te preguntas mil veces ¿por qué me abandonas si tanto me quieres? Pero mi padre me dice que algún día tendré que dejar lo mundano, para conseguir lo extraordinario.
Espero algún día comprender todo esto. Me acurruqué en mi habitación oscura y me quedé dormido, esperando que con esto pudiera despertar en el bosque donde viví toda mi vida.
Y no fue así; ahora yo, a mis 12 años tenía que decir adiós a todo. Sin querer hacerlo. Y volver a comenzar...