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04. DE DESTRUCCIÓN MASIVA

04; DE DESTRUCCIÓN MASIVA

Evelyn no recuerda que sucedió después, todo lo que podía recordar era que se sentía muy adormilada y luego nada en absoluto. Despertó en una camilla de la tienda médica con un fuerte dolor de cabeza y el sentimiento de tener mucha energía. Sentía que era capaz de correr una milla. Entonces decidió mirar el techo, concentrada en como se movía cuando el viento chocaba con ella. La pequeña manta no le daba calor por más que se envolviera fuerte en ella. Metida en su pequeño mundo, no se dio cuenta de como una figura salía de la tienda.

Dándose cuenta de que mirar el techo la iba a volver loca, la rubia decidió salir de la camilla y dar una caminata.
Evelyn no sabía qué hora era ni quién estaba ahí afuera pero si no movía sus piernas, ellas se irían sin el resto de su cuerpo.

Atando su cabello en una cola de caballo (ya que su cabello seguía mojado con sudor y ella no mostraría eso), ella anduvo por la base. Los camiones del ejército, los tanques de Hydra que habían sido "prestados" y los aparatos de entrenamiento estaban todos sin usar. Era diferente verlo todo de noche, cuando todo lo que se podía oír eran los suaves ronquidos de los soldados, cuando todo el revuelo de las actividades diarias se acababan y quedaban máquinas sin ningún propósito. Su mano tocó uno de los jeeps, sus dedos haciendo contacto con el frío metal.

"¿Evelyn?" Saltó al oír una voz, con temor de haber sido descubierta por alguien, sobretodo por una enfermera que intentaría convencerla en volver a la cama, pero no, era Steve. "¿Qué haces despierta?"

El sonaba adormilado. Oh Dios, ahora ella se sentía culpable de haberlo despertado.
Aunque ella pensaba que él tenía el sueño ligero luego de la intervención, ya que ahora su audición era diez veces mejor. Viéndolo de cerca, no parecía recién levantado, estaba sentado en una caja con un cuaderno de dibujo en mano. "Perdón," Musitó ella. "No podía dormir."

"Sí, yo tampoco." Resopló él.

Ella se le acercó, empujando su pierna con su pie. "Muévete," le ordenó chistosamente. "¿Qué hora es?"

Él tocó su cuello, suspirando exasperado. "No lo sé, algo más tarde de las tres de la mañana, creo yo."

Evelyn asintió, sus labios en una fina línea, metiendo sus manos en los bolsillos de la chaqueta que no recuerda haber recibido. Ella debió haber sobre-reaccionado a esto ya que él responde rápidamente. "Peggy corrió tras de ti a la tienda, ella dijo que algo estaba mal. Cuando entré, estabas temblando, lo mejor que pude hacer fue ofrecer mi abrigo."

Sus labios quedaron en forma de 'o' antes de darse cuenta que Steve estaba vestido en su traje estrellado, dejando una sonrisa en sus labios. "Lindo atuendo."

Sus ojos fueron a sus ropas y se quejó. " Sí, un poco deslumbrante para un soldado."

"Derrotando las amenazas Nazi dejándolos ciegos con su estilo, protagonizado por el Capitán América." Ambos rieron. Hacía mucho tiempo que no reían así, de manera genuina y era lindo tan sólo...hablar.

Golpeteando su lápiz contra su cuaderno, Evelyn pudo ver unos cuantos de sus dibujos.
Eran realmente buenos.
Algunos eran paisajes, otros no lograba reconocerlos, y había uno en una esquina, que la hizo sonrojar. Se parecía mucho a ella. Estaba sonriendo, algo que no había hecho correctamente por un largo tiempo, y su cabello estaba en ondas, porque así se veía normalmente. Steve vio sus mejillas coloradas y se preguntaba que lo había causado. Confundido por un momento, siguió su línea de visión y rápidamente cerró el cuaderno. "Eh, sólo son dibujos, no son nada especial."

"¿Bromeas?" Exclamó Evelyn intentando sacar el cuaderno de sus manos. "Son hermosos." Rendido, él le dio el cuaderno y ella comenzó a pasar página por página. Ella los miraba sorprendida, sus dibujos no se comparaban con los de Steve. Llegó a la página donde estaba ella dibujada y lentamente paso las yemas de sus dedos por el.