C A P Í T U L O 7

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La amarillenta luz que entraba por la ventana de la habitación hizo que Sakura abriera los ojos, lentamente. Ya estaba totalmente recuperada de la pelea de anoche, a pesar de que su maestra le había bloqueado el chakra durante cinco horas para evitar su pronta auto-curación. Sintió miradas sobre ella, y volteó la cara para encontrarse con los ojos miel de Tsunade y los cafés de Shizune.

-No te preguntaré cómo estás porque veo que te encuentras de maravilla, y no sabes cómo me alivia eso -le dijo la rubia sonriendo -. Ahora bien, necesito con urgencia saber exactamente qué sucedió ayer... -alzó una ceja expectante. Sakura tardó unos minutos en recapitular lo ocurrido la noche anterior, porque sólo recordaba imágenes borrosas que no tenían coherencia alguna entre ellas. Conforme relataba los hechos, tan cronológicamente como podía, su voz sonaba ronca y aún adormilada.

-... No recuerdo bien su nombre... ¿Kayuya? ¿Taruya? El caso es que fue muy difícil para mí lidiar con ella, tenía una fuerza impresionante... Y lo que más me preocupa, ahora que lo pienso, es que tenía chakra. El chakra más oscuro que he visto en mi vida, el más sofocante... -Tsunade sospechaba que la serpiente que encontró en su oficina tenía algo que ver con lo sucedido. Y si no se equivocaba, el nombre de la mujer era Tayuya, la fiel subordinada de Orochimaru -. Tsunade, esto no me gusta nada... ¿Que tal que haya más gente con chakra por ahí, gente mala?...-

-Sí, eso también me preocupa... -coincidió pensativa la Senju -. ¡No! ¡No te muevas aún! -detuvo a la chica, quien intentaba incorporarse.

-Pero si ya me siento bien, ¿porqué no? -cuestionó la Haruno extrañada. No vió venir el golpe de su maestra.

-¡No seas tonta, Sakura! ¿Cuando has visto que la gente normal se cure de la noche a la mañana? -hasta Shizune brincó del susto que le pegó el potente grito de Tsunade, Sakura estaba encogida de miedo en la camilla -. Ayer llegaste al hospital en pésimas condiciones, y tu habilidad para estaba haciendo que te recuperaras rápidamente. Tuve que bloquearte el chakra para evitar que sanaras por completo en menos de dos horas...-

-Lo cual es ridículamente increíble, ¿no crees? -intervino Shizune -. Nadie puede sospechar que ya estás bien, Sakura. Por eso debes quedarte en cama por lo menos tres días más.

-¡¿Quieren decir que tengo que fingir que estoy convaleciente?! -exclamó la Haruno con el ceño fruncido.

-Me alegro de que lo entendieras pronto. Eso es lo que más me gusta de tí, Sakura: eres muy inteligente, y no pides explicaciones -asintió Tsunade haciendo ademán de retirarse.

-¡¿Están locas?! ¡Su plan es absurdo! - dijo la pelirrosa con un deje de indignación -. Seré sólo un estorbo en éste hospital, sólo estaré ocupando camillas a lo tonto, ¿no lo entiend...-

-La que aún no comprende eres tú, Sakura. -interrumpió Tsunade visiblemente irritada, volviendo a su sitio-. Dime, ¿sabes cuál era el objetivo de Tayuya, la mujer que te dejó así? -la pelirrosa enmudeció unos momentos, pensando.

-No... -murmuró -. No, no lo recuerdo...

-Tú, Sakura. Tú eras su objetivo -declaró Tsunade con los puños apretados - O, mejor dicho, Bloodylle era su objetivo...

La Haruno empezó a reflexionar sobre las palabras de su maestra, y cayó en cuenta de que era verdad. A su memoria llegó cierta conversación.

Flash Back

-¿Qué quieres de mí?...

B L O O D Y L L EDonde viven las historias. Descúbrelo ahora