Capitulo uno: Una nueva experiencia comienza.

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Es sumamente raro como la vida da vueltas, y no me refiero a la rotación del planeta, si no, a como las peores circunstancias se convierten en las mejores oportunidades. Desde que me gradué como oficial de policía y deje la granja de mis padres para vivir en la gran ciudad de Zootopia, muchas cosas me han sucedido. Entre ellas, la más importante fue haber conocido a cierto zorro que entró en mi vida para hacerla mucho más interesante. De hecho, hoy cumplimos un año de ser mejores amigos (Aunque muy dentro de mí, me gustaría que fuese de otra forma). Tengo algo muy especial preparado para él, espero que no lo haya olvidado.
-¡Hola Ben!- saludé a mi amigo algo regordete al entrar en la estación.
-¡Buenos días Judy!- respondió enérgicamente mientras comía una dona de fresa.
-¿Has visto a Nick hoy?-
-Por su puesto que no, siempre llega contigo.- esto me preocupó un poco. El tiene razón, siempre llegamos juntos, aunque hoy no fue por mí a mi apartamento.
-Espero que nada le haya sucedido.-
-Yo también, por cierto, ya tengo el toque final para tu regalo de nick.-
-¡Sht!- Vaya, Ben es realmente indiscreto.
-Lo siento.- comenzó a susurrar.- Estuve investigando mucho en las canciones de Gazelle, y luego recordé una muy antigua canción, los mejores fans la conocemos, se llama Día de enero y es TAN romántica.- Dijo emocionado.
-Seguro que si, pero....-
-¡Hopps! ¿Qué haces aquí? Deberías estar en casa, Wilde pidió permiso por ambos.- Dijo el jefe Bogo.
-Pero, señor...-
-Sin peros, ya me concedieron los permisos y también se los merecen, anda, ve a casa Judy.- Era la primera vez que me llamaba así.
-Esta bien señor, muchas gracias.- Dije mientras caminaba hacia la salida.
¿Por qué Nick habría pedido permiso por ambos? ¿Será porque hoy es una fecha especial? ¿Qué digo? ¡Por supuesto que sí! Tiene que tener algo preparado para mí.
Me apresuré a llegar a mi apartamento, por cierto, mi ascenso me permitió conseguir uno más espacioso (¡Gracias dios!). Sí, no más vecinos ruidosos, no más paredes descoloridas, no más camas pequeñas. Subí las escaleras y al abrir la puerta, ahí estaba, con su camisa y su corbata, ese atuendo con el que lo conocí y siempre amaré, sentado en el sillón viendo la T.V.
-¡Vaya Zanahorias! Veo que hoy tuviste que madrugar- Me dijo mirándome de arriba a abajo.- Vamos, siéntate conmigo.-
-Debiste de haberme dicho que teníamos día libre- Dije dejando mis cosas en la mesa y dirigiéndome hacia mi cuarto.-
-Lo sé, pero esto ha sido más divertido.-
Me cambié el uniforme por unos shorts y una blusa sencilla, algo muy cómodo. Camine a la sala y conseguí algo de comer, frituras con sabor a zanahoria, y tiras de carne secas.
-Zorro tonto.- Susurré mientras llevaba las botanas al sillón y me acurrucaba junto a él.
-Hey, no seas agresiva, recuerda que eres una coneja adorable, y así tienes que quedarte.- Dijo con un tono sarcástico.- deberías de tratarme bien, en especial siendo un día como hoy.-
-¿De qué hablas?- Trate de fingir.
-No me digas que no recuerdas.- Me dijo un poco molesto.
-¡Claro que lo hago! No podría olvidar ni en un millón de años el día en el que conocí a mi mejor amigo.- Dije, y lo abracé.
-Sí, tú mejor amigo.- Correspondió al abrazo, aunque, me parece que noté algo de melancolía.
-Tengo algo para ti.- Le dije separándome de él, me levante de un brinco y fui a mi habitación. Saque de mi bolsa de trabajo un pequeño obsequio que había hecho especialmente para él, me había esforzado mucho y esperaba que le gustase. Me encaminé hacia la sala nuevamente y puse el presente frente a sus ojos.- Feliz Amigo-Aniversario, compañero.-
-Judy... No debiste de haberte molestado...- dijo algo ruborizado.
-Tonterías, haría lo que fuera por ti, además, lo hice con mucho cariño.-
-¿Qué es esto?- Preguntó al abrirlo- Todas estas fotos... Zanahorias... Creía que no las conservabas.-
-Por supuesto que lo hago, en este álbum están todas las fotografías que nos hemos tomado, desde que nos conocimos. Aquí esta la de tu graduación, nuestro primer día como compañeros, mi ascenso, cuando conseguiste un apartamento, tu cumpleaños...- dije señalándolas.
-Es... Hermoso Judy, muchas gracias.- dijo muy ruborizado y abrazando mi regalo.- ahora yo tengo algo para ti.- sacó de su camisa una pequeña cadena, parecía de las antiguas, las que se abren para revelar fotos.- dentro de ella hay una sorpresa, pero no puedes abrirla hasta que me vaya.- me dijo dándomela.
-¿Por qué no?- pregunté sosteniéndola y colocándome la en el cuello, sentía mis mejillas arder, supongo que tomaron un color carmesí, en serio me sentía muy nerviosa.
-Será vergonzoso, sabes que no me gusta lo sentimental.- dijo ruborizado aún, pero desviando la mirada.
-Es hermoso, gracias.- en ese momento me acerqué a su rostro y deposite un beso de agradecimiento en su mejilla, no lo pensé, solamente lo hice, entonces mi nerviosismo aumentó y mis mejillas se encendieron como si estuviésemos a 45º centígrados. Y por lo visto, mi amigo no estaba en mejores condiciones. El volteo el rostro hacia mi, como decidiendo hacer algo, pero luego se retractó y se levantó para poner la película. Tosí.- ¿Cuál veremos hoy?-
-Mmmmm... Hoy veremos Giraffic World.- Dijo regresando al sillón.
-¿Esa no está en el cine justo ahora?-
-No, te equivocas, la quitaron hace tiempo-
-¿Estás seguro? Porque aún anuncian el "solo en cines" y...-
-Esta bien, si, si, Finnick me lo consiguió, pero, ¿Y qué? Es solo una película.-
-Es pirata, y eso es un delito. Recuerda que eres policía, Wilde.- dije cruzándome de brazos.
-Solo es por hoy, Hopps.- Respondió acercando su nariz a la mía, como un depredador a su presa. Lastimosamente yo era la presa de ese hermoso depredador, ¿Pero qué digo? El es mi amigo, siento solo una amistad por él... ¿O no?
Al retirar su nariz de mi rostro, la película comenzó. Era sobre un parque temático sobre girafas salvajes, muy parecido a las primeras, en realidad no puse atención porque a cada 5 minutos Nick decía alguna estupidez que nos hacía carcajearnos, Zorro tonto. Cuando está termino, pedimos una pizza y Nick sacó del congelador dos de sus paletas, se lo veía muy cansado. Al final comimos la pizza, hablamos de las cosas habituales, bromeamos sobre el trabajo y demás. Llego la hora de partida de mi compañero y salió de la casa no sin antes darme un abrazo y agradecerme por el regalo, lo cual me recordó la sorpresa que tenía mi collar. En cuanto el salió, lo abrí, y una nota cayó al suelo. Antes de leerla aprecie lo que contenía la cadena, de alguna manera consiguió una foto de cuando era pequeña con mi traje de policía, y puso una suya de cuando era y pequeño con su traje de scout. Se veía tan tierno. Leí la nota, y mi corazón jamás palpito tan fuerte "Sé que es biológicamente imposible, pero, ¿Querrías ser MI zanahorias?"

*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-

Nick salió del apartamento, no sabía cómo sentirse, nada era igual, no desde ella.

"Flash back".

Era un día bastante ordinario en tundratown, para un zorro como Nick, la única esperanza era conformarse con el bajo sueldo que le proporcionaba trabajar como un estafador, era frustrante que lo tratarán mal por el simple hecho de ser un zorro, aunque su vida siempre había sido así, el ya lo había superado y aceptado, "Uno es lo que puede, no lo que quiere". Se decía. Había recién terminado su turno y se dirigía hacia la casa de Zoe, una osa polar vieja, que le rentaba un espacio en su sótano, no era mucho, pero era algo.
Estaba absorto en sus pensamientos, últimamente había estado un poco distraído por la muerte de si madre, no le quedaba nada ni nadie en el mundo, cuando de pronto, chocó contra algo y ambos se desplomaron en el suelo, estaba a luto de reclamar cuando levantó la vista y vio a una zorra con un abrigo blanco, parecía de la alta sociedad, así que rápidamente se la bro y la ayudo a incorporarse.
-Lo... Lo siento, fue mi culpa, soy un torpe.- Dijo Nick.
-No lo sientas, también fue la mía, los teléfonos pueden ser peligrosos.- Dio ella mientras reía nerviosa.
-Tienes razón.- añadió Nick.- Mi nombre es Wilde, Nick Wilde.- Extendió su mano.
-Mi nombre en Sandra.- Le saludó.
-¿Te gustaría tomar un café? Digo, como una disculpa por mi torpeza.-
-Me encantaría, pero estoy algo apurada, quizá otro día.- Le dijo mientras se alejaba.
-Será otro día entonces.- Dijo Nick despidiéndose y redirigiéndose a su destino.
...
-Vamos Nick, ¿Qué tienes que mostrarme?.- Dijo Sandra ansiosa, Nick la había llevado a un lago congelado, más bien, la había arrastrado ahí.
-Espera y lo verás.- al decir esto cubrió sus ojos, era ahora o nunca, la vida es corta y Nick tenía que aprovecharla. Ella descubrió una carta, la cual decía el final "¿Te gustaría ser la señora Wilde?" Y se abalanzó sobre Nick.
-Por supuesto que sí.-
-¿Segura? ¿Y tu padre?-
-El no me importa, tú sí.- Y se unieron en apasionado beso.
...
-Pero... ¿Qué hice mal?- Preguntó desesperado Nick, mientras veía a su esposa empacar, pronto, sería su ex-esposa.
-Escucha... No hay duda de que somos... Diferentes, no puedo vivir así, lo siento.-
-Dijiste que estaríamos en las buenas y en las malas.-
-No todas las promesas son para siempre.- le dijo ella, antes de salir por aquella puerta.
Nick estaba destrozado.

"Fin del flash back".

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No podía creerlo, sabía lo que significaba, Nick siempre utilizaba indirectas al hablarme. Salí del apartamento casi de inmediato esperando encontrarlo, y efectivamente, estaba en el ascensor, menos mal que entre antes de que las puertas se cerraran. Me abalancé a sus brazos y él me cargó sosteniéndome por las caderas.
-Entonces... ¿Que dices? ¿Amiga o novia?- preguntó viéndome a los ojos, agradecí que en ese momento no hubiera nadie al rededor, pues acerqué nuestras bocas y él me ayudó a unirlas en un dulce y tierno beso, inocente. Tal y como un primer beso debería ser.- Creo que sé la respuesta.- me dijo, y volvió a juntar nuestras bocas.- verás, hace mucho tiempo que rondas en mi cabeza, desde que... Mi ex-esposa me dejó, he tenido tanto miedo a mostrar mis sentimientos, pero luego llegaste tú y de alguna manera... Ya no más.-
-Lo entiendo Nick. Yo también siento lo mismo desde hace tiempo. Aunque me preocupa un poco que piensen los demás animales, ya sabes, un zorro y una conejita siendo amigos ya es bastante... Pero siendo algo más.- le vi bajar la mirada.- ¿Entiendes?-
-Sí. Pero no me importa.-
-Entonces a mí tampoco.-
-Judy, te quiero.-
-Yo... También te quiero Wilde, Mi zorro tonto.-
-Mi zanahorias.-
Esto va a ser muy interesante.

Hermosa fantasía.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora