Esa noche, Sandra se enteró del caso, admitió que estaba afectando a su padre y se comprometió a ayudar en lo que pudiera. Me dejó junto a mi apartamento y luego se retiró. Judy no llegó a casa, me preocupaba tanto que la llame varias veces, pero no devolvió ninguna de mis llamadas. Al día siguiente le interrogue que había pasado, ella me respondió que pusieron algo en las bebidas de ambos y no recordaban ni su nombre. Con suerte Jack logró llegar a su apartamento y ambos durmieron, pero no pasó a mayores. Considerando todo esto, y el hecho de que además de Jack, muchos desean a mi novia, había decidido hacer mi jugada.
Si bien ya no estábamos juntos, Sandra aún sentía esa inmensa amistad por mí, así que le pedí que me ayudara a conseguir lo que cambiaría mi vida y la de Judy para siempre.
Estábamos en la oficina de Jack, ellos estaban recopilando los datos del caso. No podía concentrarme, había sido una mala noche para mí y apenas podía mantener los ojos abiertos, por su puesto Judy se percató de ello.
—Nick, no te ves muy bien. — Dijo ella.
—Tranquila, estoy cansado, eso es todo. — Respondí.
—Deberías ir por un café amigo. — sugirió Jack.
—Lo haré, ahora vuelvo. ¿Quieren algo?
—No, gracias. — respondieron los dos.
Me levante y me dirigí a la cafetería, haciendo mi mejor esfuerzo por no caer al suelo. El cansancio es peor que el alcohol. Me serví un café y tome una dona, saqué un momento la pequeña caja de mi bolsillo. "Espero que sea una buena decisión" pensé. Luego regrese a mi lugar de trabajo. Salude a un par de colegas. Llegué a la oficina, pero decidí quedarme parado junto a la puerta en lugar de entrar directamente. Escuchando, quería ver cómo eran ambos en mi ausencia. Mire por la abertura de la puerta.
—Ya no intentes esconderlo, Judy. Por favor, Vámonos de aquí, por el amor de dios, él es un zorro y tú una coneja. No podrán estar juntos. —Le suplico Jack mientras acariciaba su rostro.
—Jack, entiéndelo, yo lo amo. Mientras lo haga todo estará bien. — le dijo ella mirándolo a los ojos.
—Judy... Sé que sientes algo por mí, no sabes esconder nada. Déjate llevar. — Le pidió acercándose a sus labios. Y exploté. La última vez era demasiado peligroso, podrían haberme matado, pero esta vez estábamos él y yo. Ese conejo arrogante iba a saber con quién se estaba metiendo.
—Aquí quedas, hijo de puta. — Dije. Empuñé mi mano y la dejé ir en dirección a su rostro. Judy saltó hacia atrás, asustada. Jack cayó al suelo con un poco de sangre en la boca. Me miró, furioso, enseñando los dientes. Hice lo mismo, gruñendo. Me abalancé sobre él pero me derribó de una patada. Me harté. — ¡No toques a Judy!— Le grité mientras arañaba su espalda. Judy se acercó con lágrimas en los ojos, trató de detenerme, pero estaba en un tipo de trance. Lo único que quería era acabar con ese conejo. Se acercó tanto que arañé su rostro derribándola. Cuando cayó al suelo, reaccione. Me detuve. Jack corrió a socorrerla.
—Nick... ¿Quién eres? — Me miró ella con miedo. Lo último que vi fue a Jack disparándome un dardo tranquilizante.
Desperté con un bozal. Estaba en la enfermería de la estación. Judy se encontraba junto a mí, esperando.
—Pelusa... ¿Cuánto llevo dormido?— pregunté adormilado.
— ¿Eh? ¿Nick? Todo el día. El jefe Bogo quiere que vayas a casa. —
—Pero no puedo...—
—Dice que haber traído a un Zorro no fue buena idea...— Me dijo cabizbaja.
— ¿De qué hablas?— pregunté preocupado.
—Nick... Estás despedido. — Me dijo ella, con lágrimas en los ojos. Estaba paralizado, no podía creerlo.
— ¡Hopps! Recibimos una llamada, de parte de una tal Sandra, dice que sabe dónde está Billy. Jack y tú irán a investigar. Estaremos monitoreándolos. — Gritó Bogo. Ella me miró una última vez antes de salir por la puerta. Deseé tanto que fuese tan solo producto de mi imaginación. Cerré los ojos. ¿Qué más da si dormía un poco más? Seguramente Judy regresaría, con alguna información que en la noche me contaría. Me llevaría a casa y me abrazaría mientras me reprendía por haber peleado. Cielos, como la amo.
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—Hey... Pssst, Nick, Despierta. — Escuche que alguien me llamaba desde la puerta.
—5 minutos más. —Pedí adormilado.
—No es tiempo para juegos, escucha, Bogo no quiere que te diga nada, pero tienen a Judy y a Savage. — esta vez reconocí la voz de Ben. Este comentario me hizo despertar de golpe y levantarme de la cama.
—N... No entiendo. —
—Nick, sé que vas a entregar tu placa mañana, no tienes por qué hacer esto, pero si realmente amas a Judy, tienes que ir por ella. Corre. — No hizo falta otra palabra para que yo corriera por un arma real y un chaleco anti-balas. La evolución trae consigo maldad. Conduje hasta la calle en la que me indicó Garraza, que se los vio por última vez. No sabía que sentir, o que pensar. Mi mente estaba enfocada en encontrar a Judy y sacarla sana y salva de ahí. Quién sabe que podían haberle hecho.
Me adentré en un edificio donde el lapicero-zanahoria de Judy se encontraba tirado. Era de Judy sin lugar a dudas. Estaba muy oscuro ahí dentro, las paredes goteaban. Era como una película de terror. Era un lugar abandonado, no parecía haber señales de vida. Me encontraba solo, el jefe Bogo estaba buscando en los alrededores del edificio. Mantenía mi arma en alto, esperando un ataque. Cuando de pronto, vi algo moverse entre los escombros. Me acerqué con mi arma apuntando hacia los desechos, mi corazón latía muy fuerte. Moví algunas piedras y varias cucarachas bastante grandes salieron volando. Me aleje sobresaltado por el movimiento, más me recompuse al instante. **
Seguí caminando hasta entrar en una habitación, había una silla y manchas de sangre en algunas paredes. Parece que habían utilizado el edificio como un lugar de torturas. Inmediatamente Judy saltó a mi cabeza y no pude reprimir un sentimiento de angustia. ¿Qué estarían haciéndole?
Sentí un dolor agudo en mi espalda, una aguja atravesándome, y un sueño inmenso que se apoderaba de mí. Revise detrás mío y encontré un dardo. Joder. Caí al suelo y luego me quedé inconsciente. **
Desperté de nuevo, esto estaba cansándome. Mis manos y pies estaban atados a una silla, típico de la mafia. Intenté moverme aunque sabía que era inútil. Me encontraba solo de nuevo en una habitación, sin duda no era el mismo edificio. Mire a mi alrededor y reconocí muchos instrumentos de tortura, desde cuchillos hasta el generador que hacía la silla en la que estaba sentado una eléctrica. Pobres tontos, para mí suerte habían dejado los cuchillos cerca de la silla. Estiré mi cola y tomé uno. Desate mis manos y mis pies y luego intenté escuchar como Judy me había enseñado.
Flashback
"— ¿Cómo así logras escuchar cualquier cosa?— Pregunté.
—En primer lugar, soy una coneja. — me respondió sarcásticamente Judy. — En segundo, tienes que alzar completamente tus orejas, y luego sensibilizar tu sentido auditivo. Concéntrate en lo que quieres escuchar y nada más. — Me enseñó mientras obedecía todo lo que ella decía, entonces se acercó a mi oreja y susurró. — Juguemos, Nick Wilde. —
— ¿Qué?— fingí.
—Nada. — Dijo ella molesta, luego la tome de las caderas y comencé a besarla."
Desearía tenerla aquí. De pronto se me viene toda ella a la cabeza. Es tan dedicada, tan noble. Haría lo que fuera para ver a todos felices, se desvive para alegrar a las personas. No logra guardar rencores, perdona siempre. Incluso si la has golpeado, no deja a nadie morir, literal y también figurativamente. Ella es todo. Es día, noche. El bien y el mal. Ella es mí rosa frágil, pero también madera resistente. Es perfecta.
Escapé de mis ataduras y puse atención a los ruidos externos. Parecía no haber nadie, así que me escabullí por la puerta para asegurar el perímetro. Como lo imagine, despejado. Seguí caminando discretamente hasta que oí algo que me llamó la atención.
—Sé que me ha hecho pasar por mucho, pero es mi padre después de todo. —Conocia bien esa voz, demasiado, de hecho, no podía creerlo. ¿Sandra?—
—Cariño, en los negocios no existe la familia. Esto va a hacerte la zorra más rica y poderosa de la ciudad. — esa voz... también la conocia.
—Lo sé, pero, ¿Por qué tenían que secuestrar a esos 2?—
—Bueno, Judy y Nick son parte del plan. Tienen que pagar por lo que me hicieron. —
—Está bien, señorita Bellwether. — ¿¡Qué!? ¡Creí que esa oveja estaba en prisión! Basta. Tengo que encontrar a Judy y salir de aquí. Me disponía a irme de ahí cuando sentí una patada muy fuerte en el estómago que me derribó.
—No tan rápido, mugre de zorro. — Levanté la vista, muy débil. El tranquilizante aún no pasaba, estaba viendo todo muy borroso. — llévenlo devuelta al cuarto, tenemos unos asuntos pendientes. — Abrí los ojos y lo reconocí, debí saberlo. Jack Savage. Dos lobos me arrastraron a al lugar de donde había salido, y me esposaron.
—Sabía que no debíamos de confiar en ti. — le dije al conejo mientras estaba recargando su arma.
—Bueno, es tu palabra contra la mía, y acéptalo. Incluso tu novia prefiere a un agente de verdad que a un zorro inútil. —
—No metas a Judy en esto. — Reclamé furioso, es una lástima que no estuviese desatado. Ya le habría tirado esa bonita sonrisa arrogante.
— ¿Qué? ¿Acaso no te dijo?—
— ¿Qué cosa?—
—Aquella noche, después de la misión, vaya que tu novia es muy inquieta en la cama. — cada palabra que el recitaba hacía que mi sangre hirviera. Aunque sabía que era una vil mentira, Judy jamás haría eso.
Sé que puedo estar equivocado, pero estoy casi seguro que lo de "inquieta" también ya lo había oído antes. (En realidad no importa, yo también copie a Sandra en mi fic)
— ¡Mientes!— grité.
— ¿Crees que lo hago?— preguntó sacando su teléfono de su bolsillo. Me enseñó una foto de Judy, desnuda, abrazándolo. Hijo de puta. Le escupí, mala idea. El me golpeó varias veces hasta romper mi nariz. Luego de ello vi a una zorra de pelaje blanco entrar por la puerta, era Sandra. —
—Hola Nick. — Saludó caminando junto a Jack. — Déjalo ya, Savage. —
— ¿Trabajas con él?— le pregunté.
—Él trabaja para mí. — respondió Sandra.
— ¿P... por qué hacen esto?—
—Bueno, después de que Bellwether fue encerrada comenzó a vender drogas en prisión. Ella logró reunir dinero y escapó. Poco a poco fue abriéndose paso en su negocio estando en el anonimato. El departamento de policía comenzó a investigar la venta de drogas, y como una estrategia ella comenzó a impartir el crimen y mantener a todos ocupados. Pero esa oveja es rencorosa y quería hacer pagar a ambos, así que me mandó a llamar y me ofreció ser su mano derecha, con esto derribaríamos a mi padre y estaríamos en la cima. Ese viejo nunca hizo nada además de joderme la existencia, entonces acepté. Habló con Jack y le pagó para aceptar trabajar en el departamento de policía... Y... Tú sabes. — Me contó ella, supuse que creía que moriría en breves.
—No debiste decirle todo. — le reprendió Jack.
— ¿Qué más da? Morirá de todas formas, que al menos sepa la causa de su muerte.
—Como sea, aborrezco a los zorros. No te sientas mal Nick, Judy Hopps y el mundo estarán mejor sin ti. Yo cuidaré de ella en tu lugar, será hermoso tenerla cada noche junto a mí. — Dijo él mientras apuntaba a mi garganta con un arma real. —Sayonara, Nicholas P. Wilde. — luego de esto escuché un disparo. Esperaba sentir la sangre empapando mi pelaje, o un dolor agudo en el cogote. Pero en realidad no sentí nada, abrí los ojos. Judy estaba de pie en la puerta, sosteniendo un arma. Ella nunca había tenido que disparar a matar. Pero esta vez lo habia hecho. Detrás de ella podía ver a los oficiales arrestar a todo aquel que estuviese en el edificio. Con lágrimas en los ojos se acercó a mí. La odie y amé tanto al mismo tiempo. Era el zorro más feliz por poder verla, pero me había engañado. Tendríamos que hablar sobre eso luego. Al dar el siguiente paso, se cayó en mis brazos. Y la abracé con todas mis fuerzas.
—Judy... Judy. Me alegro que estés bien. — La sentí un poco mojada-, revise mi mano y estaba manchada de un líquido carmesí. Ella había recibido una bala. — ¡Judy!— grité, pero no reaccionaba. La tomé en brazos, entre un mar de emociones donde reinaban la preocupación y la angustia infinitas, la llevé bajo las escaleras, hasta la patrulla y partí lo más rápido que pude al hospital. Mis ojos se cristalizaron demasiado, ella aún estaba consciente pero muy débil.
—Nick... Yo... Lo... Siento. — me dijo débilmente.
—Silencio, guarda tus fuerzas. —
—Tengo que irme sabiendo que estoy perdonada. —
—No vas a irte hoy Judy Hopps, tenemos que regresar a casa, discutir todo esto y acostarnos como todas las noches. — Le dije con lágrimas en los ojos.
—Nick... Por favor...—
—Te perdono Judy. —
—Gracias... Te amo...— Me dijo antes de cerrar los ojos. —
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Hermosa fantasía.
FanficDespués de los sucesos ocurridos en Zootopia, los oficiales Judy Hopps y Nick Wilde han pasado tiempo juntos. Ambos sienten algo más que amistad el uno por el otro, por lo cual deciden estar juntos, pero el pasado de Nick lo acecha, y es un obstácul...