Ya había pasado un año y unos meses desde nuestra amistad con Hana, ella y yo eramos confidentes y aunque siga siendo reservado y ella una hiperactiva, me atrevo a decir que los dos nos complementabamos perfectamente.
La estaba esperando en el bosque de siempre, ella debía volver de un entrenamiento. Estaba jugando con un kunai y pensando en la castaña hasta que..
— ¡Orochimaru!.— oí un grito detrás de mí y antes de poder darme vuelta Hana se tiró encima mío y caímos juntos al césped, por suerte había alcanzado a tirar el kunai. Mick estaba detrás de ella.
— ¡Hana te golpearas así! ¡Podria haberte herido con el kunai!.— la regañé, ella tomó mis mejillas y sonrió. Aún sigo sin saber cómo es tan astuta sin necesidad de su bastón o la vista.
— ¿Puedo decirte algo?.— preguntó emocionada e impaciente.
Siempre admiro su sonrisa, sin importar quién o qué la provoque. Hana tenía la capacidad de hacerme sentir cosas inexplicables y que nunca nadie me pudo haber hecho sentir.
— Te escucho Hana.— dije mientras corría su suave cabello de mis ojos.
— ¡Te extrañé!.— grito de repente, se abrazó a mi cuello y mi rostro comenzó a arder.
¿Me extrañó?
— Y-yo... n-no sé.. qué decir.— admití avergonzado y realmente feliz por dentro.
— ¡¿Qué?! Podrías decir algo como, ¡Oh cariño, yo también te extrañe!.— reclamó y se separó de mi dándo un salto, notablemente enfadada. Estaba parada de brazos cruzados, yo me senté sin correr mis ojos de su rostro. Mick nos miraba, con una pequeña sonrisa.
— ¿Quieres que.. te llame cariño..?.— mis ojos se abrieron como platos, ella se sonrojó violentamente al darse cuenta lo que había dicho.
— A-ah.. ¡es solo un ejemplo!.— rascó su nuca con su mirada perdida, como de.costumbre.— Pero si tú quieres..— masculló y luego aclaró su garganta.
Es.. tan bella..
— ¡Muchachos!.— gritó una voz femenina bastante conocida, irrumpiendo en nuestra charla, y me di la vuelta a donde había sonado. Jiraiya y Tsunade corrían a nosotros.
— Orochimaru, llegaste temprano.— comentó Jiraiya al estar cerca.
— Duh, claro Jiraibobo.— Hana rodo los ojos.— Viene a verme a mí.— presumió antes de que siquiera yo pueda responder.
— Pff.. Claro.— él se cruzó de brazos.— Orochimaru no es mejor que yo.— me lanzó una mirada "fulminante" y yo se la devolví.
— Ugh, tú y tus celos.— ella le sacó la lengua.— Orochimaru y yo nos íbamos a entrenar solos, luego nos vemos.— buscó y tomó la correa de Mick y luego mi mano, sorprendiendo a mis compañeros .
— ¡Pero..!.— Tsunade iba a hablar pero Hana comenzó a correr con Mick cuidándola y a mi arrastrándome, como siempre hacia cuando quería esconderse o escapar.
Dejándo a los otros atrás y perdiéndolos de vista, nosotros corriendo agitados seguíamos el camino.— ¡¿Ya nos alejamos?!.— preguntó de un grito.
— ¡Si!.— contesté de la misma forma. La castaña paró al igual que el lobo, obligando a que yo lo haga.
Al regular su respiración, dijo..— Hoy solo quiero tener una tarde contigo.— tomó mis manos y me obligó a sentarme en el suelo.— ¡Picnic!.— gritó con una sonrisa y de la nada hizo aparecer una canasta.
—¿Q-que..? ¿Como..?.— balbucee impresionado, ella se encogió de hombros.
(...)
Nuestro picnic había acabado luego de unas horas y ahora, tomados de la mano, caminábamos rumbo a la casa de Hana.
ESTÁS LEYENDO
Eyes. [Orochimaru X Oc.]
FanfictionOrochimaru no siempre fue un hombre ambicioso que solo buscaba poder e inmortalidad, no vivió siempre como un villano, alguna vez fue solo un niño que a lo largo de su vida pasó muchas tragedias y masacres, pero hubo una cosa en particular en la que...