Gonzaela A Nachoela - No Sueltes Mi Mano

' El fin estaba llegando'

El tiempo pasaba, Gonza seguía internado hace exactamente 5 meses, no había abandonado el hospital desde entonces.

Se lo notaba cansado, destrozado sin fuerzas, estaba sufriendo mucho pero se aferraba a la vida como si fuera grande esa posibilidad., no quería dejarnos, pero el cáncer lo estaba venciendo.

Yo estaba de 8 meses de embarazo, la bebé estaba muy bien, y deseaba que se quedara toda la vida ahí, donde nadie pudiera hacerle daño, pero quería que Gonza la viera, y que viviera con ella al menos un tiempo, porque ya estaba seguro de que a Gonza le quedaba menos de un mes de vida., se le notaba y aunque quisiera todo lo contrario nada podía hacer, estaba siendo bastante egoísta el estaba sufriendo, necesitaba que su dolor paré y si la muerte era la solución la aceptaba, aunque un gran dolor empiece en mi vida.

- Mica - se acercó casi sin aliento a mi oido.

- Que mi amor? - me acerqué a el

- mamá por favor dejanos y que nadie nos interrumpa hasta que Mica les diga - dijo como pudo.

Su mamá asintió y salió junto a su padre, dejándonos solos a Gonza y a mi.

- que pasa amor? -

- necesito sentirte - me susurro y beso mi cuello.

- aquí? -

- porfavor Micaela -

No me negué más, lo bese como nunca, y el me beso de la misma manera. Nuestras prendas caían, y si, lo hicimos ahí en un hospital fría, y desolada, pero fue el mejor día, pude sentir a Gonza, pudimos amarnos como pocos lo hacían.

Cuando terminamos salí, y vi a mucha gente ahí, afuera. Familiares que habían venido de Argentina.

Sabía que el fin estaba llegando.

Suspire y me dirigí hacia su madre.

- Que pasa? - pregunte alterada

- Mica nada - me evadió

- por favor soy su novia porfavor necesito saber - grite desesperada

- está bien, tranquila, se nos está yendo - me dijo y rompió en llantos, sabía a lo que se refería.

- no no. No puede irse - grite, sentí una agonía y un dolor horrible

- Lo siento mucho - lloro conmigo

- pero si le quedaba un mes, porque porque - me tiré al piso

- no era nada seguro mi amor -

Cuando levanté la mirada vi la gente que lloraba del sólo ver nuestro dolor.

Ahí en el piso sentimos unos brazo rodearnos, los de su padre, quien lloraba igual que nosotras.

- necesito irme - me levanté y corrí rapidamente hacia el doctor.

- necesito la cesárea, Gonza tiene que conocerla, ella también debe hacerlo porfavor - dije desesperada

- tranquila tranquila - me paro

- necesitas pensarlo bien -

- ya lo pensé, el se está yendo por Dios no pierdan más tiempo - lloré y pegue la pared.

- por favor doctor, hagalo lo mas pronto posible le pagamos lo que sea - dijo la mamá de Gonza.

- Voy a preparar todo - asintió y salió rapidamente.

En menos de 15 minutos ya estaba en la sala, apunto de tener a mi bebé en mis brazos.

Cuando pasaron los minutos, escuche llorar a mi princesa. Todo fue rápido, en dos horas y podía verla el, había nacido muy sana sin ningún problema.

La tomé en mis brazos y en la silla de ruedas me llevaron hasta la habitación de Gonza, quien al verme entrar con la bebé, rompió en llantos, fue una gran sorpresa para el.