Gonzaela A Nachoela - No Sueltes Mi Mano

' Un horrible sueño '

- Perdón Mica, no se que me pasó perdón enserio - me decía Gonza mientras estábamos en el taxi. Había pasado como un día entero sin dirigirme la palabra

- está bien - le sonrei, no podía enojarme con el.

Me abrazo fuerte, y beso a nuestra princesa.

Al llegar a casa por fin, habían miles de muebles en la entrada.

- ya llegaron - sonrió Gonza.

- Que es? -

- la cuna, el coche y todas las cosas para la bebé - me sonrió.

Todo era rosado, juro que no faltaba nada, habia desde Cuna hasta sonajeros, todo de nena.

- Amor, en que momento? - sonrei

- Desde que lo supe - me beso

- Te amo - le seguí el beso

- yo mas -

estábamos desarmando las valijas, pero Gonza se descompuso. Nuevamente, el aire no llegaba a sus pulmones, cada vez eran más frecuentes sus ataques.

Lo llevamos al hospital rápidamente y ahí decidieron internarlo, no sabían por cuántos días, pero su mamá no quería llevarlo a casa, tenía mucho miedo al igual que todos.

Cada vez que el tenía un ataque sentía mi corazón pararse y volver a latir cuando se encontraba respirando.

Volví a casa, y dormí sola, en llantos, deseando despertar de esa pesadilla, sólo imaginenlo, alguien que ustedes amén, su novio, novia, madre, padre, se este muriendo, que cada día sea un día de vída más para vos, y uno menos para ellos. Deseaba parar el mundo, el tiempo el reloj, no se que haría sin el, no podría.

Cuando por fin logré dormir pude ver a Gonza, no sabía si estaba soñando, pero claramente si.

El estaba ahí, y tres niños, una nena y dos varones, al parecer Gemelos, que corrían por toda la casa, yo estába ahí, sentada en un frío sillón.
Pero el estaba como brillando y en un rincón, mirandonos.

- papá - gritaron los niños y corrieron a los brazos de alguien que entraba por la puerta no pude ver quien era.

Pero Gonza me sonreía aún desde ese rincón, se lo notaba feliz, y al parecer sólo yo podía verlo.

Me desperté toda sudada, definitivamente fue el peor sueño de mi vida, ya lo soñé muerto estaba mal, no podía parar de llorar.

- Hola? - tomé mi celular que sonaba

- Mica? - dijeron del otro lado

- si, quien habla? -

- Nacho -

- Pasa algo Nacho? -

- Quería saber cómo estan? -

- Bien, Gonza está internado volvió a descompensarse -

- uu espero que se mejore, avisame como sigue-

- yo también -

- Te dejo descansar Mica, te quiero cualquier cosa me avisas, un beso -

- Gracias, Descansa - le dije y finalice la llamada.

Baje por un vaso de agua, no podía parar de pensar en ese horrible sueño, no podía pensar en que Gonza no estaría más, me estaba aferrando a la más mínima posibilidad de que el venciera el cáncer.

Me senté en la mesa y pude notar en el reflejo de la ventana lo cansada que se me veía, estaba estresada, angustiada, mis ojos eran el claro reflejo de lo que significaba llorar por meses.