II √

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-Valery-

- Valery, Vale, despierta cariño, es hora dormilona -dijo una voz conocida moviendome suavemente.

Me removí en las sabanas y le di la espalda.

Sentí que alguien salio por la puerta, agradecí al cielo y seguí durmiendo.

-¡VALERY!, ¡FALTAN CINCO MINUTOS O LLEGARAS TARDE! - gritaron en mi oido.

A continuación me levante sobresaltada.

Me limpie la cara con la palma de la mano y escuche una sonora carcajada, mire el reloj de la mesita de noche, faltaban 45 minutos.

Mire a mi padre con el seño fruncido, que ahora estaba doblado de la risa.

- Lo siento hija, es que no te despertabas. -dijo parando se reír.

Resoplé molesta.

- Alístate y baja a desayunar, te espero abajo para irnos. -dijo sonriendo, luego salio cerrando la puerta detrás de él.

Me levanté arrastrando los pies, llegue al baño y me lave la cara, cepille mis dientes y peine mi cabello dejandolo suelto.

Sali y me enfunde en el uniforme que constaba de una camisa blanca y una falda azul marino que me llegaba hasta por debajo de las rodillas, me puse las calcetas altas blancas y mis zapatos negros.

Entre en el baño y me aplique un poco de brillo labial.

Sali de ahí y baje no sin antes pasar por la puerta de mis padres donde aunque la puerta estuviera cerrada sabía que detrás estaba mi mamá ya sea durmiendo o simplemente de mal humor como todas las mañanas.

Baje a saltitos por la escalera, a pesar de estar ya en séptimo grado, era algo que me gustaba hacer.

Camine a la cocina donde encontré a papá sentado tomando una taza de café.

El levanto la vista de el periódico que tenia en la mano libre.

- ¿Lista?

- Siempre -dije sonriendo.

- Entonces vámonos -dijo levantándose de la butaca.

-¿Y mi desayuno? - dije poniendo una mano en mi cintura.

El rasco su nuca y soltó una risita.

- Digamos que sigo sin poder usar la tostadora, ¿Te parece si pasamos a una cafetería?

Yo rei - Esta bien, no quiero comer carbon hoy -dije aun riendo.

-¡Hey! No siempre se me queman, la otra vez me dijiste que estaban buenas -dijo defendiendose.

- La otra vez necesitaba permiso para ir al cine -dije en broma.

-Asi que me chantajeabas -dijo achicando los ojos.

Yo subí y baje los hombros, me gire para caminar a la puerta, seguida de mi papá.

-Oh no señorita, de esta no te escapas, ven aqui ahora mismo -dijo parándose en la puerta de la cocina.

Yo colgué mi mochila en mi hombro izquierdo y me acerque a el.

-Estoy muy enojado -dijo haciendo un puchero.

Yo rei y me puse de puntitas para darle un beso en la mejilla.

-¿Con eso basta? -dije sonriendo.

El asintió y empezamos a caminar a la puerta.

Pero antes de cruzar el umbral volvió a hablar.

-¿Valery, es brillo labial eso que traes?

Sonreí inocente ignorandolo y caminando al auto.

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