capítulo 11

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Con todo el tiempo de vida que tengo nunca escribí un diario y no sé si comenzar a hacerlo ahora, ¿marcaría alguna diferencia? en lo que para mí no existe, no tengo fotos, ni una música favorita sólo soy yo y mi máscara blanca con una sonrisa negra. Siento que a pesar de vivir un milenio el tiempo no ha sido suficiente para vivir con deseo de hacerlo realmente.

- Estás pensando demasiado happyface, anhelas tu muerte pero a la vez sientes miedo de morir. Aún si sólo tienes esa sonrisa, a pesar de que nunca hayas llorado siento en tu corazón nostalgia. No quieres morir y recuerdas una tras otra vez la sonrisa de aquel chico, piensas que es hermosa por eso deseas volver a verla
- Talvez tienes razón Tave, pero ya es hora de mi supuesta muerte…. todo está bajo mi plan
Happyface hace una llamada en el teléfono para luego caminar y encontrarse con dos hombres vendados con clavos saliendo de su cuerpo.

- Atadura del infierno, cadenas que rugen en la oscuridad denme el poder para controlar estas almas negras – dijo happyface dejando salir  de sus palmas cadenas que se entraron en el cuerpo de aquellos hombres con apariencia demoníaca - Entonces caminemos, espera no necesito caminar –levantó la mano para luego mencionar una habilidad - Portal
Happyface entró junto a sus sirvientes en un círculo negro lleno de oscuridad, paralizó el tiempo y se sentó en la silla del rey la cual era de su propiedad, el tiempo volvió a su normalidad, los villanos, delincuentes, personas que apoyaban su reinado vociferaban su nombre con carteles de una máscara sonriente.

- Hermanos míos que han sufrido por años en el yugo de los más poderosos, celebren conmigo su liberación de todo, no más tristeza o dolor sólo sonrían, sonrían sin parar –gritó poniéndose de pie
La multitud crecía y seguían con fervor el cantar de su nombre. Pero justo en ese momento todo el alrededor de happyface explotó en pedazos matando a las personas que no tenían habilidades o reflejos, todos quedaron bajo los escombros de la explosión. Una cortina de humo se abrió y de ella salió....
Minutos antes de la explosión…

- Yo los mataré a todos y seré el rey de todo, quitando a happyface del medio me quedaré con su poder utilizando su cuerpo para experimentos. La clave para su derrota será este idiota llamado sadface – susurraba Alfredo el rey de las alcantarillas a solas

- ¿Están listos todos?, por favor nadie muera y protejan a los civiles que no tienen nada que ver sólo han sido engañados con la palabrería de este falso rey….Todos hemos perdido mucho, familiares, mujer, hijos, padre, madre, así que sólo rompamos esa maldita sonrisa bajo la máscara de aquel hombre – dijo Zion entrando a la habitación

- Tus palabras me llenan de emoción Zion – Mencionó Alfredo

- Alfredo recuerda devolver todo a la normalidad para que de esa forma nadie inocente muera. Te lo encargo.

- Claro los salvaré a todos – respondió sonriente pensando realmente lo contrario

Zion presionó el botón y justo en ese momento una risa diabólica comenzó a reír mientras el sonido de las explosiones comenzó una tras otra y entre el estruendo los gritos de personas muriendo. Sus carcajadas no terminaban y Alfredo sólo reía más, más y más

- Mueran mueran mueran – Repetía Alfredo una y otra vez

- Maldito, devuelve todo, ¡me engañaste! – gritó Zion volteando hacia atrás

- Fue un placer que matarás a todos esos niños, madres, padres – dijo entre carcajadas - Ahora solo mataré a happyface.

- ¡Elena! , mata a Alfredo.
Elena tomó su espada pero Alfredo giro y de sus pies saco una cuchilla oculta para cortar la cabeza de Elena. Se elevó arriba y reconstruyó una realidad en la cual Zion y los demás se quedaran pegados al cemento sin poder moverse.

- Bien, ahora peleemos happyface – dijo dando pasos con sus manos en los bolsillos fuera de aquella cortina de humo
Alrededor de todas las muertes los designados del rey de las alcantarillas peleaban con los villanos de happyface, dos hombres cruzaron su mirada, uno vestía de blanco y el otro vestía de negro, la batalla entre la oscuridad y la maldad comenzaba.

Gracias por leer

My Happy FaceDonde viven las historias. Descúbrelo ahora