Tres

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ANDREW

Al siguiente día decidí ir de nuevo a Grandview Plaza a ver si volvía a verla por casualidad, pero no la encontré. Busqué en la cafetería donde choqué con ella, en el único gimnasio que había en la plaza y hasta esperé afuera del baño de chicas.

Dios, debo ser un idiota por hacer esto.

Mi celular sonó, me puse nervioso al ver el nombre de Pete en la pantalla, ya que le había dicho que me llamara si ella iba. Deslicé el dedo por la pantalla y contesté:

Andrew: ¿Pete?

Pete: Si, oye necesito que vengas ahora

Andrew: ¿¡Está ahí!? ¿Ella está ahí?

Pete: ...

Andrew: ¡Pete contesta!

Pete: Hermano... no, ella no vino, te llamé porque necesito que me ayudes con unas cosas aqui...

Andrew: Estoy en Grandview Plaza, esperando encontrarla...

Pete: Talvez hoy no fue, o solo no te la encontraste hoy, ya será otro día, pero por favor ven, necesito que me ayudes

Andrew: Vamos, esperame unos minutos más...

Pete: Andrew, no la encontrarás así, no la busques. Ya ven, hablemos de esto acá

Andrew: Bien, ya voy -suspiré

Tal vez Pete tenía razón, no la había encontrado hoy, o no había ido, pero aún así me sentía un poco mal. Yo esperaba que fuera al negocio de Pete, era mi única esperanza.

- ¿Qué hay Pete?

- Hola Andrew, necesito que me ayudes con estas cuentas

- Bien.

- Hermano, vamos no tienes que estar así por una chica

- Lo sé, estaré bien, dame la libreta de notas para terminar con esto -tomé la libreta y comencé a hacer cuentas, pero era imposible, cada que llegaba un cliente corría a atender imaginando que en cualquier momento podría estar de frente con ella otra vez.

- Andrew tu celular suena

- Gracias Pete -tomé el celular y vi el nombre de mi madre en la pantalla

Sra. Campbell: Hijo ¿En dónde estás?

Andrew: Estoy aquí con Pete, trabajando ¿Porqué?

Sra. Campbell: Bueno preparé hamburguesas al carbón si quieren venir a comer.

Andrew: Bien llegaremos a las 5 madre

Sra. Campbell: Si, los espero

Andrew: Nos vemos

Sra. Campbell: Adiós querido

- Era mi mamá Pete, dice que vayamos a comer -grité desde el otro lado del cuarto.

- Está bien, dame unos minutos.

- No, no hay problema, le dije que llegaríamos a las 5.

- Bueno.

Pasaron las horas y por fin llegó la hora de irnos, tome las llaves de mi auto y Pete y yo cerramos el negocio, subimos a mi auto y conduje hasta la casa de mi madre.

- Hola chicos -dijo mi mamá

- Hola señora Campbell ¿Cómo ha estado? -saludo Pete

- Bien, hace mucho que no te veía ¿Cómo vas con el negocio?

- Va bien, Andrew me ha ayudado, y va perfecto

- Me alegro de escuchar eso, pasen ya he preparado todo.

- Gracias

Entramos y olía muy rico, encendí la tele y puse las noticias, estaban hablando sobre el concierto que daría Twenty One Pilots, y fue inevitable pensar en Pauline, ha ella le encantaba, recuerdo sus carpetas forradas con stickers de la banda.

~Debe estar ahí, estoy seguro~

Mi madre interrumpió mis pensamientos.

- Andrew ¿Porque tienes esa cara?

- Oh, su chica no apareció hoy señora Campbell -dijo Pete

- Vamos hijo no estés así, es solo una chica

- Es imposible no estar así

- No lo es, no vas a detener tu vida por una chica, otra vez...

- Comamos ¿Les parece? -dije abrumado

Empezamos a comer y mi madre y Pete platicaban, reían y yo solo estaba sentado ahí, perdido en mis pensamientos. Al terminar de comer, mi madre puso películas de cuando Pete y yo estábamos en la secundaria, mi mamá consiguió que en mi cara apareciera una sonrisa, fue divertido ver todo lo que Pete y yo hacíamos desde pequeños, y ver que nuestra amistad seguía, él era como un hermano para mí y mi mamá lo quería como a un hijo, él sabía todo acerca de mi, en nadie podía confiar más, siempre estuve solo con mi mamá.

- Mamá estás sentimental -reí

- Si hijo, no siempre puedo hacer que los dos vengan como lo hacían antes, tengo que aprovechar.

Un claxon sonó y supuse que sería el vecino, ya que había dejado mi carro estacionado en su entrada.

- ¿Quieres que vaya Andrew? -me preguntó Pete

- Si, las llaves están en donde siempre

- Bien ahora vuelvo -Pete cerró la puerta y llego en menos de dos minutos

- Madre creo que ya tenemos que irnos

- No, no, ya es muy tarde, no quiero que manejes tan noche

- Mamá por favor, estoy sobrio y no es un larga distancia

- No

- Bien -dije en un tono alto - Pero nos iremos mañana a primera hora

- Esta bien, yo me iré a dormir, ya no aguanto más, hasta mañana. -mamá se despidió de mí y de Pete. Nosotros no tardamos en subir a dormir.

DestinadosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora