Los Gamberros Peludos festejaban en el gran salón la llegada de Hippo y Astrid, Bocón le daba unas palmadas a Hippo, este solo sonreía y se agarraba él hombro. Varios vikingos reían y festejaban, Jack noto que el jefe de la aldea no se encontraba festejando, su cara mostraba preocupación. Los demás chicos festejaban como los demás vikingos, hacia semanas que no tenían paz, ese día se sentía agradable y pareciese que los días malos ya se encontraban muy lejos.
Hippo salió del gran salón junto con Chimuelo, Jack y Elsa salieron tras de él, sabían que algo no andaba bien. Hippo se dirigió a una casa bastante alejada, Jack y Elsa se ocultaron, pero él ya los había notado e hizo que salieran de donde se encontraban. Ambos se acercaron hasta donde estaba él, no dijeron nada, solo observaban. Él toco un par de veces la puerta, unos segundos más tarde salió una anciana de cabello canoso y de baja estatura, ella le sonrió al muchacho y lo abrazo, Hippo correspondía el abrazo.
- Gothi, tiempo sin verte - le decía Hippo sonriendo, ella escribía en el suelo y él lo leía - si ya sé que me tarde más de la cuenta, si sé que esto fue un caos, si me imagino que mi madre y Bocón no fueron de gran ayuda...
Elsa y Jack miraban sorprendidos a Hippo, no sabían que era lo que ella decía, pero Hippo lo leía con naturalidad, para ellos solo eran simple dibujitos.
- Me lo imagino, si aun me casare - decía Hippo sin dejar de leer lo que ella escribía, se sorprendió un poco - oye cuidado, aun sigue siendo mi futura esposa.
Ambos chicos no querían ni saber lo que ella había dicho, Gothi los hizo pasar después de esa charla, o escritura. Hippo le menciono el dolor de su hombro, ella empezó a combinar varias cosas en un frasco y se la dio a él.
- ¿Segura que funcionara? - le preguntaba él un poco extrañado.
Ella lo golpeo con su bastón y lo miro con furia, empezó a escribir de nuevo e Hippo la miro molesto.
- No soy un tirano - le refutaba él molesto - y gracias por la poción Gothi.
Gothi lo jalo de la cara con su bastón y empezó a escribir de nuevo, Hippo se quedo serio y solo le dio una sonrisa. Él se retiro con Elsa y Jack, ambos vieron que él se dirigía a una casa grande, la madera estaba pintada de color verde, se encontraba alejada de las demás casa y desde ella se podía ver casi todo el pueblo de Berk.
- ¿Esta es tu casa? - le preguntaba Elsa sorprendida.
- Si esta es la casa de él - le contestaba Jack - ¿Esperabas un palacio?
- No, pero, me imagine que sería como la de los demás - le contestaba ella - y no que sería más grande.
Hippo abrió la puerta de su casa, se quedo en silencio por un rato, voltea a ver a Elsa y Jack, que aun se encontraban con él.
- ¿Quieren pasar? - les preguntaba él.
Ellos pasaron, Jack ya conocía la casa de Hippo e incluso había pasado la noche ahí, pero para Elsa era nuevo y observaba todo y se sorprendía. Ella vio las armas arriba de la chimenea, vio otras en una mesa de trabajo y varios planos, al igual que varios dibujos, libros y pergaminos.
- ¿Ese es el famoso libro de dragones? - le preguntaba Elsa.
- Si, es ese - le respondía el levantándose y quejándose, mientras agarraba él su hombro - tómalo si gustas para que lo hojees.
- Te lo agradezco, pero no sé leer las runas - le respondía ella.
- ¿Cómo supiste del libro? - le preguntaba él.
- Es un rumor que se corre entre los trolls - le respondía ella cruzándose de brazos y sonriendo.
Hippo y Jack la observaron sorprendidos, no tenían idea que ella supiera de esas criaturas. Ella los observo molesta, ya que le dio la impresión de que ellos no le creían.
- En ocasiones los consulto - contestaba Elsa seria - son una gran ayuda y ellos me guían con mi poder.
- Cierto - contestaba Hippo - en ocasiones es bueno tener una ayuda extra.
- Quítate la armadura y la camisa - le decía Jack a Hippo, mientras Elsa se sorprendía un poco al igual que Hippo.
- ¿Disculpa? - le decía Hippo sorprendido y extrañado.
- Que te las quites - le decía Jack - te revisare el hombro, si es una fractura le diré a Rapunzel que te cure, ella tiene ese poder. Pero si es un desgarre, yo te puedo ayudar, el hielo hará que te alivies más rápido. En ocasiones necesitas una ayuda extra.
- Bien - le decía él levantándose - lo hare, solo lo hago porque tres días es demasiado.
Hippo se empezó a quitar parte de la armadura y se quitó la camisa que traía debajo de ella, Jack y Elsa notaron que él tenía un gran tatuaje en su espalda, era un dragón idéntico a Chimuelo y vieron el golpe que tenía, no era una fractura pero si estaba bastante inflamado el musculo. Jack le puso un poco de escarcha y la hinchazón empezó a desaparecer.
- Tienes un tatuaje - le mencionaba Jack.
- Sí, todos los jefes de tribus vikingas tienen uno - le mencionaba Hippo serio - se supone que te representa, al igual que tu sobre nombre.
- ¿Qué sobre nombre te pusieron? - le preguntaba Elsa.
- Amo de los dragones - le contestaba él serio - contra las reglas de mi tribu y de mi padre, fui el primero en montar y entrenar uno - guardo silencio por un momento - claro que después, Berk cambio y todos tenían un dragón e incluso ya no eran una amenaza, eran una ventaja.
Los tres chicos guardaron silencio, Hippo observo que Chimuelo levantaba su cabeza y se ponía atento, se empezó a escuchar unos gritos, era Anna gritándole a su hermana. Elsa salió de la casa, mientras Hippo se volvía a poner la armadura, Jack se dirigía a la puerta, también se retiraría para que Hippo descansara un rato.
- Jack, tenemos que hablar - le decía Hippo serio, mientras se acomodaba la armadura - sé que es lo que te está ocurriendo.