Capítulo 2.- Pase lo que pase, yo te encontrare. Adiós mamá...

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Era una noche tranquila en Escocia o al menos eso era lo que parecía si no fuesen por los gritos de la Reina Elinor y de su hija Mérida, ellas se llevaban bien desde el incidente con el oso Mor'du, aunque como madre e hija tenían sus riñas y esta no era la excepción.

- ¡No!, no iré a una tonta boda - decía Mérida mientras metía un pedazo de pata de cordero a su boca.

- No veo por qué no quieras ir - decía la madre de Mérida, con un tono tan fino y digno de una reina - es decir, la boda es en un mes, podrás llevar a Angus si quieres.

- No me interesa ir.

- Mérida es el deber de una princesa ir a esos eventos - Elinor miraba a Fergus para que la apoyara.

- Si hija, mira esa boda se realizara en una isla llamada Berk, en donde hay dragones - el Rey Fergus empezaba a contar la historia de cómo Berk había hecho las paces con los dragones y ahora en vez de una amenaza eran una gran ayuda y compañía, mientras sus tres hijos y Mérida ponían atención - por esa razón hay toda clase de dragones y de vikingos también.

Mérida escuchaba con asombro la historia de Berk, bueno no todos los días te cuentan una historia así en la cena, pero a ella no le bastaba esa historia, realmente quería saber porque tenía que ir a una boda y porque era tan importante.

- Muy bien, comprendo la historia - decía ella mirando a sus padres - pero porque es tan importante la boda.

- Mérida te contare la historia y realmente espero y pongas atención - y así la reina comenzó la historia - Hace 20 años una chica escocesa se enamoró de un guerrero vikingo de Berk, era un amor tan grande que ni el miso Odin podía romperlo. Ellos se unieron en matrimonio y se fueron a vivir a la isla de Berk. Después de unos meses tuvieron una hermosa hija llamada Astrid, con el cabello dorado como el sol y unos ojos azules como el mar. En esa misma época había nacido un chico llamado Hippo, su cabello era café rojizo y sus ojos verdes como las esmeraldas, él era hijo del jefe. Dos años después los padres de Astrid decidieron hacer un viaje a Escocia a visitar a sus parientes, pero desafortunadamente ellos murieron en el trayecto del navío, ella se quedó con su tío, que era el Hermano mayor de su padre, el la crio como su hija. Años después todo el pueblo de Berk pensaban que el hijo del jefe era un inútil y no servía para nada y que jamás sería un buen jefe, pero el logro hacer lo que en 300 años nadie entrenar un dragón y enseñarles a otros a entrenar sus propios dragones, el venció a un dragón llamado Muerte Roja y logro la paz. El y Astrid convivían eran buenos amigos, tres años después el pidió la mano de ella a su tío y se acordó de que la boda seria cuando el fuera el jefe de Berk a los 20 años de edad. Él le hizo la promesa de que siempre la cuidaría y estaría con ella para siempre, porque su amor es más grande que nada en este mundo, y dentro de un mes esa promesa se cumplirá.

Mérida, sus hermanos y su padre se le quedaron viendo a Elinor, ella solo los miraba esperando talvez un aplauso, pero conociendo a su familia eso no pasaría.

- Y ahí puedes utilizar el arco como gustes y hasta te pueden enseñar a montar a un dragón - decía el padre de Mérida, para convencerla un poco más de la situación - además la fiesta empieza una semana antes del día de la boda.

- Si eso es verdad hay mucho que hacer en Berk - decía su madre.

- Si y podrás vestir como gustes en esa semana y el día de la boda te pones un lindo vestido que tu madre te dará - decía Fergus - dime hija, hacemos ese trato si vas.

Mérida solo pensó un poco la situación, pero es verdad podría hacer varias cosas, incluso talvez haría algún amigo, sin pensarlo más asintió con su cabeza y acepto el trato que le ofrecieron sus padres.

- Bien dado que aceptaste - Elinor sacaba una cadena de oro con un hermoso dije en forma de oso y se lo entregaba a su hija - pesaba en dártelo el día de la boda, pero creo que es el momento.

- Es hermoso mama, gracias - Mérida abrazaba a su madre, sus hermanos y padre se unieron al abrazo - solo tengo una pregunta, ¿Por qué, sabes tanto de Astrid?

- Oh, bueno, eso se debe a que ella es...

Elinor no pudo terminar la frase gracias a que unas criaturas de arena negra empezaron a atacarlos, Elinor al ver que las criaturas iban por Mérida ella empujo a su hija y las criaturas la agarraron. Fergus estaba a punto de agarrar su arma cuando vio que se llevaban a su esposa.

- ¡Elinor, no Elinor! - gritaba el mientras se la llevaban.

- Mama, te encontrare - decía Mérida - te rescatare, te lo juro.

Todo había sucedido muy rápido y ni siquiera les dieron tiempo de actuar, pero Mérida ya había tomado su decisión iría por su madre y la traería de vuelta.

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Hola otro capitulo mas, subiré otro si tengo tiempo...

¿Que sera Astrid para la reina Elinor?

Pues tendremos que verlo,,,

Gracias por leer c':

Juro que te encontrare (Jelsa & Hiccstrid)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora