Capitulo 14: Graduación

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A la mañana siguiente del regreso de Feli, la había encontrado llorando bajo sus cobijas. Cuando finalmente pude preguntarle por lo que había pasado, extendió la sonrisa más falsa que jamás le había visto y me aseguro que estaba feliz de estar de vuelta. Nunca quiso mencionar que sucedió.

León la llamaba constantemente, el único momento del día que veía un atisbo de alegría en sus exhaustos ojos. Su mirada no era la misma, algo en ella había cambiado. Al pasar de los días pude notar como cada vez dejaba de ser ella, para convertirse en alguien ajeno a mi. León dejo de visitar el apartamento. Nunca se lo prohibí directamente, pero estaba más que claro mi total rechazo a la sola mención de su nombre.

Empecé a notar como las conversaciones por teléfono se cargaban de frases sin terminar, su postura defensiva y susurros cuando creía que yo no la miraba, me demostraban cada vez más cuan lejos estaba de mi amiga.

Los días pasaron, y cada vez fui viendo menos a Felicia. Comenzó a dormir en casa de León, y para final del mes apenas y visitaba el apartamento para realizar el cambio de ropa. Finalmente el día de la graduación llegó, y yo llevaba sin ver a Felicia por más de una semana.

- Te ves hermosa cariño

Mi madre me miraba desde el umbral de la puerta de mi antigua habitación. Sus ojos cansados me contemplaban con orgullo. Eleonor Villanueva era una mujer de cincuenta y tantos, de cabellera castaña y un corazón lleno de amor. Desde que tengo memoria mi madre trabaja día y noche en un despacho de contaduría, haciendo de su vida: el trabajo, mi padre y yo. Su familia vivía lejos de aquí. Al principio solíamos visitarlos una vez al año, pero después de la muerte de mis abuelos, los viajes disminuyeron hasta convertirse en llamadas de 10 minutos a una que otra de sus hermanas.

Siempre tuve una gran modelo a seguir. Mis abuelos solían contarme como a pesar de vivir económicamente limitados, mi madre atendía a sus hermanos en la mañana, asistía al colegio, ayudaba en el pequeño negocio familiar y finalmente se dedicaba a estudiar en las noches. A sus cortos 18 años decidió emprender la aventura de su vida, le habían ofrecido una beca para estudiar en la Universidad de París donde conoció a mi padre. Desde pequeña mi madre me impulsó a seguir mis sueños, a luchar por ellos, hasta que finalmente el día en que alcanzaba uno de ellos había llegado.

- No estoy muy segura de llevar el cabello suelto mamá. ¿Debería usarlo recogido?

- Creo que se te ve perfecto – acomodó mi cabello hacia atrás – realmente te ves hermosa Kat. Estoy tan orgullosa de ti.

- ¡Gracias mamá! Pero esto ha sido un esfuerzo de todos nosotros. Jamás lo habría logrado sin ustedes.

- Aportamos nuestro granito de arena hija, pero tu fuiste la que terminaste de luchar al final.

- Los prestamos no son nada, ya los pagaré con mi salario.

Un golpe en la puerta nos distrajo.

- ¿Están listas? – mi padre se veía realmente elegante en su traje negro- ¡Vaya pequeña! Déjame tomarte una foto.

- Creo que llegaremos tarde Robert.

Mi padre miro el reloj.

- No te escaparás de la foto

El viaje en auto tardo menos de lo que esperaba. El salón estaba decorado de forma muy elegante, lleno de flores y telas colgando. Pude ver al final del pasillo como mis compañeros se empezaban a conglomerar. Todos con sus túnicas y birretes a juego. Me despedí de mis padres no sin antes tomar la foto que tanto mi padre solicitaba. Cuando me dirigía hacia el grupo de futuros graduados, note en una esquina a Luc.

Lazos OscurosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora