Cap 6

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Espera ¿Qué dijo? ¿Qué Camille era su hija?.. Ahora que recuerdo... ya se quien es.

-Así que mas te vale que la cuides muy bien.- Siguió. Yo lo interrumpí antes de que prosiguiera.

-Bael, déjate de juegos. Me conoces bien y sabes que no falto a mi palabra.

-Era hora de que supieras quien era.- Dice encendiendo la luz. Estábamos en un cuarto y la puerta no tenia manija del lado de adentro.- Pero igual te lo vuelvo a advertir, ademas todavía tienes que probar que eres digno de mi hija, solo así dejare que estés con ella.

-Muy bien, lo haré, haré lo que me pides, pero, ¿Podre verla mientras voy cumpliendo mi misión?- Necesitaba saber si me dejaría verla, mas porque aún no tengo ni idea de cuál sera la maldita misión.

-Si, te dejare verla siempre que quieras, solo recuerda, si llegas a fallar en tu misión, no la veras nunca mas.

-Entiendo, y ya lo veras, no fallare, lo haré por ella, le prometí que cuidaría de ella siempre y no romperé mi promesa.

-Jajaja, eso es lo que me agrada de ti, siempre cumples las promesas, espero y puedas cumplirlas ahora. No me gustaría que Cam se ponga triste por tu ausencia.

-No se preocupe por eso, ya vera, no me alejare de ella, de cualquier forma, no logro entender una cosa, ¿Como es qué Camille es tu hija?.- Aún no lo entendía.

-Tu sabes que subo muy seguido, y me suelo enredar con mujeres, ya sabes, como otros demonios. Pero, hace 19 años me enamore de una humana y solo subía para estar con ella, para conquistarla y que solo me amara a mi, después de 3 años de relación, ella quedo embarazada, no sabia si nuestro bebe iba a ser sano y normal o un demonio como yo. Siendo sincero, no quería contarle que era un demonio, temía que me tuviera miedo y ya no quisiera verme, me costo mucho pero se lo dije, al principio se rió y dijo que dejara de hacer bromas, pero luego le mostré mi forma real y se asusto, me entro pánico, no quería que me odiara, pero, me lleve una gran sorpresa cuando se levanto y me abrazo, me dijo que me amaba y que no importaba que era realmente. Cuando nació Cam fue el día mas feliz de mi vida, era normal y no un demonio, pero todavía no podía estar seguro, tendría que esperar a sus 18 años, si no tiene ninguna habilidad especial o no se convierte en demonio, es porque es normal, pero sino sera un demonio como nosotros. Ella es una humana mitad demonio.

Me quede sin habla, nunca creí que Bael se pudiera enamorar o que le llegara a importar alguien realmente, y enterarme de esto es increíble, ademas eso podría explicar el porque Cam se puede meter en los sueños de los demás, tal y como lo hacemos nosotros. Pero ahora me surgió una duda.

-¿Camille sabe que eres su padre?.- Pregunte curioso.

-Si, lo sabe desde muy pequeña, y sabe también que soy un demonio, por eso sabe tanto de los demás y de nosotros.

Eso lo explica todo.

-Entonces, no es una simple humana, es mucho mas que eso.

-Si, así es. Ella ahora tiene habilidades, no sabe realmente cuanto poder tiene, y apenas sabe manejarlos, necesita ayuda y yo no puedo ayudarla porque no me deja hacerlo. Leviatán necesito que me hagas un favor.

-Si, claro Bael, dime.

-Necesito que le enseñes a Cam a controlar sus habilidades y a descubrir cuanto poder tiene.

-¿Estas seguro de que me dejara enseñarle?

-Claro que si, cualquier cosa solo persuadela de que te cuente quien es su padre y lo de las habilidades, no creo que sea tan difícil para ti. Ella te admira y te estima mucho.

-Esta bien, lo haré Bael.

-Gracias Leviatán, ahora debo irme, espero y trates bien a mi hija en su cita. Por cierto, no la lleves a lugares lujosos ni nada, ella se conforma con una caminata y un helado. Adiós.

-Claro, gracias, adiós.

Desperté y mire al techo.- Valla eso si fue raro.- Pensé, luego mire por la ventana, estaba amaneciendo, así que decidí ir al baño a hacer mis necesidades, al salir baje a desayunar.

Era un lindo día, estaba nublado pero no parecía que iba a llover. A mi me fascinan los días nublados y lluviosos, eran los mejores días.

Mire la hora, eran las 11:00 am, salí hacia la casa de Cam, estaba ansioso y nervioso a la ves.

Al llegar, llame a la puerta y Cam salió a recibirme, se veía muy hermosa, traía un pantalón de cuero negro y una blusa de S.O.A.D. Su cabello suelto y unas converse negras, no era normal que se vistiera así pero la verdad quede muy impresionado. Es realmente bellisima.

-Valla, estas hermosa.

-Gracias,- Dijo abrazándome.- ¿Nos vamos?

-Si, vamos.-

Primero a lleve a comer a un lindo restaurant, las personas nos miraban raro pero no nos importo y pasamos de ellos. Luego de que el mesero tomara nuestras ordenes nos trajeron la comida.

-Es raro este lugar,- Dijo mirando a todos.

-¿Por qué lo dices?

-Porque todos nos miran raro, y detesto que me miren, siempre pase desapercibida y ahora todos nos miran.

-Déjalos, están celosos porque no pueden creer que una chica tan hermosa este con alguien como yo.- Dije sonriendole. Y era verdad, algunos chicos, y hombres también, que estaban con sus familias o parejas, la miraban con deseo. Me daban ganas de matarlos.

-No digas tonterías, ademas, ¿Como sabes lo que piensan?

-Solo míralos,- Dije ya arto de que la miraran.- Te miran como si fueras algo único que debe ser de ellos, la verdad me repugnan, si siguen así los matare. 

-Tu no mataras a nadie,- Me dijo apuntándome con su cuchara.- se supone que solo debería importante como este yo.

-Tienes razón, hoy eres la una persona en el mundo.- Dije mirándola a los ojos. Esos hermosos ojos que tanto me gustan.

Seguimos comiendo y hablando de cosas sin importancia. Luego de la comida fuimos a caminar.

Leviatán: The demon of the oceans.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora