Capítulo cinco

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Simplemente me quede sin respiración al ver ese hermoso y perfecto lugar. Era eso, era un lugar perfecto. Y yo no entendía como podía ser realidad, pero lo era.

- Vienes?- dijo Aclayn tomando mi mano nuevamente.

-Realmente no estoy segura de querer hacerlo- le dije.

-Este es tu verdadero hogar Emily, es donde naciste, donde viviste de niña, aunque no te acuerdes. Y has vuelto porque tienes un gran futuro por delante.

Era increíble, Él era increíble y cada palabra que decía. Su manera de hablarme me envolvían y me hacían sentir que si las cosas las hacía con el, todo estaría bien.

-Esta bien, vamos.-dije armándome de valor.

Entramos y fuimos caminando por un sendero que guiaba a lo que parecía ser una cabaña hecha de preciosas raíces llenas de flores; a un lado de ella había una laguna pequeña donde nadaba una familia de patos; todo allí estaba rodeado de distintos árboles y cabañas hechas de raíces.

Al entrar a la cabaña principal nos encontramos con tres hombres y cuatro mujeres , sentados Al rededor una mesa de piedra. Ellos vestían con hermosas ropas de colores pasteles parecidas a los de los Dioses y cada uno de ellos tenían un belleza celestial.

- Cassandra-dijo Aclayn haciendo una leve reverencia hacia una de las mujeres mas preciosas que había allí.

-Si?- respondió ella dando se la vuelta y mirando fijamente a esas dos personas que entraban por la puerta de su cabaña.

Casandra no era la típica rubia, sino que era de piel morena, ojos claro y un pelo en forma de melena color castaño claro. La simetría de su cara simplemente era perfecta.

-Te presento a Emily Stone. La he traído desde la ciudad de Bilowbow y aunque tuve inconvenientes, ella esta aquí sana y salva.- dijo tímidamente.

-Muy buen trabajo Aclayn.- dijo ella asintiéndole con la cabeza- Mucho gusto Emily, espero que aquí te sientas cómoda. El miércoles empezaras a conocer el lugar y un poco sobre lo que te espera.

-Muchas gracias- dije

-Ahora Guardián llévala a su cabaña- dijo señalando la puerta.

Aclayn y yo caminamos hacia una cabaña que estaba cerca. Ésta era Amplia, de Un solo ambiente, al entrar te encontrabas con un hermoso living hecho con objetos naturales y a la derecha se encontraba, separado por una cortina de lianas y flores, un pequeño y hermoso cuarto con baño propio.

- Estarás bien aquí?

- Creo que si, pero donde comeré? - pregunté.

-Tranquila Emily, la comida estará en tu mesa A cada hora que quieras. Solo debes pedírsela a la cabaña.

- Eso es extraño- dije.

- Adiós princesa.

Una vez que él se fue, yo tome una relajante ducha, me vestí con ropa que ya había sobre mi cama. A terminar parecía una Diosa griega. Me sentía hermosa. Y al sentir esto me enoje mucho conmigo misma ya que mientras yo era feliz mi madre y mejor amiga estaban preocupadas por mi y lo que fuera de mi vida.

Enojada, me fui a la cama y me acosté a dormir.

No me desperté hasta las doce del mediodía del martes. Me levante, fui al baño, y tome un delicioso desayuno que se encontraba en la mesa del living.

Mis ganas de explorar aquel lugar eran inmensas, asi que simplemente salí a recorrer. Era tan lindo que las ganas de estar allí no se iban. Pase por varias cabañas con letreros por fuera que decían: "Las Ninfas Celestes", "Casa del Guerrero", " Guardia Ninfonica", (por la cual habíamos entrado el dia anterior), "Comedor", " Vestuarios", etc. Todos y cada uno de estos lugares eran diferentes.

Aunque el lugar estaba repleto de personas yo me sentía sola, muy sola, porque Megan no estaba ahí. Ella era mi mejor amiga y yo la había abandonado. Con ese sentimiento en mi me fui hacia un pequeño bosque y me recosté sobre un árbol, desde allí podía verse la mitad de aquel y precioso lugar, poco a poco me fui quedando dormida y pude sentir como mis manos caían hacia el suelo y mi cabeza se iba a un lugar diferente; un lugar al que yo era feliz, realmente feliz, donde no tenia preocupaciones como ocupar el puesto de mi padre o ser alguien al que no conocía.

Abrí mis ojos pero no veía nada, pensé que me había quedado ciega, asi que intente levantarme pero choque contra algo y volví a caer. No lo entendía, no entendía que estaba pasando. Golpeaba enfrente mío y tambien pegaba contra algo. Me puse a pedir ayuda a los gritos y a pegarle a eso que me rodeaba, pero luego de una hora me resbale, caí y entre en un profundo sueño.

Comienzos NinficosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora