Capítulo seis

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Empecé a abrir mis ojos lentamente por miedo a que nuevamente no pudiera ver nada, pero podía ver y me di cuenta que ya no me encontraba en el bosque, sino que en una cabaña que al parecer usaban como enfermería. Yo Estaba sobre una cama y llevaba puesto un camisón de seda.

Mire hacia un lado y note que Aclayn sostenía mi mano. Por qué el estaba haciendo eso? Qué me había pasado? Como había llegado hasta ahí?

-Hola princesa- dijo con una voz suave-Cómo estas?

- Hola, bien, me siento bien.- contesté - Aclayn, qué paso? Cómo llegue hasta aquí?

- Se suponía que no tenias que salir de la cabaña antes que yo fuera, pero me retrase y para cuando llegue ya no estabas. Te busque por todas partes y te encontré en el bosque de los Translets.

-Espera-Dije más brutalmente de lo que quería- qué son esos?

-Son criaturas parecidas a los Ñomos de las películas. A ellos les encanta encerrarnos y hacernos bromas aunque no de este tipo. Fui a buscarte al bosque, el cual les pertenece, y encontré un gran conjunto de raíces juntas con la forma de un bol.

*Pedí un ayuda y al sacarlo, te vimos a ti. Entonces te trajimos aquí, Anna te cambió la ropa y llevas dormida un día. Te pegaste un buen golpe pero te recuperaras.

Otra vez el salvo mi vida y eso me ponía muy feliz. No entendía porque si apenas lo conocía.

-Qué hora es?- pregunté confundida

-Son las diez de la mañana. Si quieres y te sientes bien puedo mostrarte el lugar.

- Me encantaría, pero debo cambiarme y no encuentro mi ropa- conteste mientras fulminaba con la mirada la cabaña.

- Esta en tu habitación, si quieres puedo llevarte allí.

- Cómo?- pregunté

- Ven súbete - dijo dándose la vuelta y agachándose para que me pueda trepar sobre su espalda.

-Lista princesa?

-Si mi querido corcel - dije riendome

Salimos del lugar y mientras Aclayn saltaba haciendo el ruido de un caballo, me llevo a mi Pequeña cabaña.

Cuando fui a ver la ropa que había en el ropero me sorprendí al ver que toda ella era hermosa. De sedas y telas preciosas que eran de mi talle. Me puse un vestido de una tela que no conocía de color blanco con lazos dorados en la cintura y en los hombros y unas sandalias. Deje mi cabello suelto ya que quería ver como volaba con la brisa que había allí .

- Tú si que tardas en cambiarte, wow- dijo levantando la vista para mirarme.

- Qué? -dije secamente.

-Estas hermosa y no lo digo porque eres una Ninfa.

Se me Ruborizaron las mejillas y el se dio cuenta asi que tan solo tomo de mi mano y comenzó a caminar.

Me mostro todo el lugar, desde las Ninfas celestes, esa cabaña era especial porque era muy grande y estaba dividida en muchas secciones, hasta el bosque de los Translets, que por supuesto no entramos, allí habían dos comedores comunitarios, dos salas de juegos, dos bibliotecas, una pequeña escuela, tres cabañas especiales y varias cabañas para distintas Ninfas.

Entramos a la cabaña de las Ninfas celestes donde nos esperaba Cassandra y dos chicas más. Ambas eran rubias pero con distinto color de pelo, una los tenia celestes y la otra verdes, eran delgadas con buen cuerpo.

-Bienvenida nuevamente Emily- dijo Cassandra- Este lugar es donde empezaras tus entrenamientos y aprenderás a controlar tus poderes.

-Gracias, todavía no se han desarrollado del todo- dije- la verdad es que solo una vez eh tenido presencia de ellos.

- Esta bien, no te preocupes- dijo amablemente- ya aparecerán. Estas dos bellas señoritas son Tamisha y Marilyn Lauter, ellas te ayudaran con tu estaría y estudios aquí. Deberás traer tus cosas antes del mediodía y comenzaras el viernes con tus estudios. Hasta luego Emily.

-Hasta luego- conteste

Me gustaba estar en Estrada, pero era algo nuevo y yo tenia que acostumbrarme.

-Yo soy Tamisha- dijo la muchacha de ojos azules- y ella es Marilyn - señalo a la chica de ojos verdes- y antes de que preguntes somos mellizas. Ven te mostraremos el lugar.

- Encantada de conocerlas- dije estrechándole la mano a ambas.

- Aclayn Dylan y John están en la casa del Guerrero entrenando, dijeron que tenían que contarte algo- comento Marilyn.

-Esta bien, gracias Marns. Nos veremos pronto Emily.

-Adiós - lo saludé mirándolo a sus bellos ojos azules.

-Vienes?- dijeron las hermanas Lauter.

Las seguí, el primer salón era una gran biblioteca la cual ellas llamaron "Librero Mágico", el siguiente era un comedor comunitario que a un lado tenia varios baños, lugo habían varias aulas y el ultimo salón que me mostraron fue el de entrenamiento, donde obviamente entrenábamos con nuestros poderes.

-Aquí pasamos la mitad de nuestro tiempo- dijo Tamisha- Y por cierto dime Tams.

-Si y a mi Marns. Asi nos dicen aquí-Dijo Marilyn muy emocionada.

- A mi siempre me han dicho Emily pero si ustedes quieren pueden decirme Ems- dije con miedo de lo que podrían contestar.

- Me gusta- dijo Tamisha- Ah y toma, estos son tus horarios.

- Gracias chicas, iré a buscar a Aclayn.

Salí de allí y fui directo a la casa del Guerrero. Llame desde afuera a mi querido guardián por miedo a no poder entrar ahí y el se apareció con dos chicos más.

- Qué pasa princesa?- Dijo Aclayn.

- Y ella es? Si hubiese sabido que era tan bonita te hubiera acompañado hermano.- dijo uno de los dos chicos que venia con el.

-Cállate, ella es mia- contestó rápidamente Aclayn dándole un puñetazo al chico que había hablado.- ellos son Dylan- señalo al que había hablado, el era rubio de ojos azules y musculoso- y John- dijo señalando al segundo hermano tambien rubio pero de ojos verdes.

- Un placer conocerlos caballeros- dije haciendo una pequeña reverencia y guiñando un ojo.- Yo soy Emily Stone y no, no soy tuya Aclayn.

Todos reímos y por un segundo comencé a sentirme comoda.

-He de poder yo hablar con mi príncipe azul?- dije riéndome y señalando a Aclayn.

-Claro que si mi querida doncella.

Nos apartamos del grupo y rápidamente me puse frente a él.

- Solo quería agradecerte por haberme encontrado.

- Siempre lo hare y no solo porque es mi deber. Eres mi amiga y me gusta cuidar de ti.

- Esta bien, gracias. Nos vemos luego si?- dije dando la vuelta y encarando para ir a mi cabaña.

-Adiós - respondió el saludándome

Amiga, esa palabra retumbo en mi cabeza todo el día y por alguna razón Me molestaba. Entendía que hace apenas una semana que nos conocíamos pero yo realmente sentía algo por el y la palabra Amiga era la que menos quería escuchar.

Comienzos NinficosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora