El avión de Busán

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    Mi madre estaba en pleno llanto. Solo me pedía que no hiciera tonterías (vale, eso... A ver, tengo 19 años y soy tan inocente y buena como mi hermana de 10, no tenía derecho a decirme eso con la clase de hija que había sido. Segundo... También me sentía culpable, en un momento pensaba coger un avión a aquel país que yo amaba pero que en su momento, me llegó a prohibir incluso pensar en él, un poco tarde ¿no, mamá?).

    Mi padre lloraba, pero simplemente me abrazaba, me decía que me cuidara y suplicaba a Dios que me protegiera, él me brindaba su apoyo y cariño por mucho que le doliera la realidad: los necesitaba, pero ya no dependía de ellos.

    Mi hermana, la pequeña, Suemy... Ella realmente no solía expresar sus sentimientos, pero lloraba y me pedía que volviera pronto, aunque yo le alegré cuando le dije que le enviaría cosas chulas por correo en cuanto tuviera algo de dinero.

    Tras un último abrazo familiar y echar un vistazo a la que había sido mi casa desde que tenía 6 años, me fui con Stefa ayudándome a cargar las maletas.

  St.: Tía, ¿no te da cosa mentirles? ¿Cuando tienes pensado decirles la verdad? Sabes que yo te cubro, pero tampoco te cantees.

  D.: Me da cosa, pero les diré la verdad cuando estén preparados para aceptar que yo también tengo que tomar mis propias decisiones, y que es en Corea donde quiero vivir. No tardaré mucho, pero todavía no es el momento.

    Stefa y yo nos pasamos todo el camino al aeropuerto llorando, cantando, riendo y recordando viejos momentos que habíamos pasado juntas. Acordamos que en un par de meses iría a visitarme, pero la despedida aun así, era dura, era MI Stefa, ella me había apoyado como nadie, y la que me había ayudado a cumplir mi sueño, le debía demasiado.

    Llegamos a la pantalla donde salían los vuelos, todos estaban bien, menos el mío, claro está, porque a mí, SIEMPRE tiene que pasarme algo. Tenía que ir al mostrador para que me informaran. Eso me pasaba por ir en una compañía barata.

    Nos dimos un último abrazo, me besó la frente, me deseó buena suerte y se fue. La enana se había convertido en toda una mujer, incluso más alta que yo, aunque eso no era muy difícil de conseguir, para ser sinceros.

    Fui al mostrador molesta por mi mala suerte donde una encantadora asistenta me atendió.

  A.: Buenas tardes señorita, lamentamos las molestias, pero debido a unos inconvenientes, en vez de hacer escala en Shangai, deberá hacer una escala en Busán, lamentamos las molestias causadas, como compensación, en el avión que debe coger en Busán, tendrá preferencia e irá en Primera Clase, esperamos que acepte nuestras disculpas -cuando terminó, me dedicó una sonrisa casi de Colgate difícil de contestar mal-.

  D.: No se preocupe, gracias por tratar de solucionar mi problema.

    Facturé el equipaje, pasé los controles y subí al avión, ahora me tocaba una larga jornada de vuelo, pero con una buena almohada y mi repertorio musical preparado con todas las canciones de BTS, estaba preparada.

    Fue un vuelo sin mucha novedad, donde pude comprobar porque las azafatas coreanas tenían tan buena reputación. Fueron alrededor de unas 19 horas sin dormir a penas, la emoción no me lo permitía. Por eso, cuando bajé del avión y nos llevaron en autobús directamente hasta el otro avión que nos esperaba en Busán, solo pude conectarme al wi-fi y disponerme a dormir hasta que llegáramos al aeropuerto de Incheon. Subí al avión.

    Genial, mi Whastapp estaba saturado. Pero no era eso lo que me preocupaba, lo que acababa de amargarme, era el mensaje de Christian, el chico con el que había tenido medianamente algo me echaba en cara cosas que no venían a cuento, por lo que sin importarme la diferencia horaria, le llamé (gracias Whatsapp por inventar las llamadas en la app).

    Estuvimos discutiendo por lo menos unos 20 minutos, durante los cuales llegó mi compañero de sitio (lo único que pude ver por el rabillo del ojo es que era un chico, de mediana altura y muy ruidoso). Se acomodó y de repente cogió su móvil y empezó a enviar audios que supongo que él creía que no entendería al ver que yo, lógicamente no era coreana, pero claro está, no me había pasado años estudiando coreano para nada.

*Narra JiMin*

    Mi vuelo había tenido un retraso porque había habido un problema de a saber qué. Regresaba a Seúl después de la visita exprés a mi familia en Busán por el 18 cumpleaños de mi hermano.  

    No sabía qué pensar. Estaba feliz por haber visto a mi familia después de tanto tiempo, pero mi madre se pasaba de pesada diciéndome cosas como: "estás muy delgado y eso te hace ver feo, así no conseguirás novia nunca." "A ver cuando tienes una novia de una vez, ya eres mayorcito."

    Mi madre no entendía que aunque mi contrato no me impedía tener novia, el día que lo hiciera oficial, no podría ser ninguna tontería, metería en problemas a Big Hit, a BTS y a mi mismo, por eso, cuando tuviera novia quería que fuese la mujer con la que quisiera compartir mi vida para siempre, y claro, eso no se conseguía fácilmente.

    Subí al avión y solo pedía que no me tocara al lado de una chica, o por lo menos, no de una fan loca. Y si era un chica, que por lo menos no tuviera cara bonita para no tentarme y mirarla.

    Hablaba con V por audios, cuando me acercaba a mi asiento y oía a una chica hablar con una voz bastante alta y en un idioma que... ¿Parecía español? Lo que sí que era seguro es que estaba enfadada, y para mi mala suerte, estaba en el asiento de al lado.

    Coloqué mis cosas y rezaba porque fuera algo feilla mientras le decía a V que no, adiós plan, era un chica joven.

    Me asomé un poco, ¡MIERDA! Era MUY guapa.

  JM.: Tío V, ¿ qué hago? ¡Es guapa! Está hablando por teléfono en otro idioma, pero ¿y si es una fan?

  V.: Cuando cuelgue, pídele que por favor no se gire y no te mire a la cara. Y tú ponte una mascarilla.

  JM.: ¡¿Y como se lo digo?! ¡Creo que no me entiende!

    V estaba enviándome otro audio cuando la chica, aún con la mirada en la ventanilla y el teléfono en la oreja me sobresaltó con un coreano perfecto y sin fallo alguno.

  D.: Te he entendido perfectamente, sé hablar coreano tan bien como tú, la próxima vez, asegúrate de que la otra persona no te entiende antes de decir algo sobre ella delante de sus narices.

¿Me Esperarás? (BTS/JiMin)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora