Accidente

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Ya en el octavo mes de gestación estaba el pequeño Aryan, Zayn se había vuelto más cuidadoso y limpio, de hecho siempre se encontraba limpiando o acomodando las cosas para que estuviera listo y seguro para cuando naciera el bebé.

Zayn lavaba los trastos, ya todos estaban lavados aunque habían unos encima de un mueble que estaban llenos de polvo, quizás después lo utilizaría.

El mueble era muy alto para él, se subió al banco y trató de alcanzarlo, el banco se tambaleaba un poco pues no estaba bien nivelado. Logró tomar los platos pero al momento de querer bajar el banco se movió haciendo que se cayera e hiciera un escándalo por romper los platos.

Liam escuchó un grito y un sonido de algo rompiéndose, dejó de lavar el baño y bajó de inmediato temiendo de que a su novio se hubiera lastimado.

—¡Zayn!—gritó pero no escuchó respuesta entonces se asustó más. Llegó a la cocina y su corazón se paró al ver que su novio estaba en el suelo inconsciente.

—Zayn despierta—lo movió pero eso no hizo que el pelinegro abriera los ojos. 

Decidió llevarlo al hospital, entró como loco buscando al doctor, pronto llegaron los médicos y se llevaron a Zayn.

Tenía mucho miedo, Zayn había tenido una caída y no quería pensar lo peor.

Esperó una hora hasta que el doctor salió. Sus manos temblaban y sentía una mala sensación en el estómago.

—Doctor, ¿mi Zayn está bien? ¿No le pasó nada a mi bebé? Dígame que ambos están bien

—Cálmese señor Payne, le tengo buenas y malas noticias

 —¿Qué pasa?

—La buena es que afortunadamente el bebé está bien, la caída no le afectó

—¿Y cuál es la mala noticia?

—Que como todo el peso cayó en el brazo de Zayn este está roto, se golpeó la cabeza pero no es nada grave, el golpe solo hizo que se desmayara—Liam suspiró un poco más tranquilo, no del todo pero al menos supo que sus dos amores seguían sanos.

—¿Zayn está despierto?

—No pero no creo que tarde mucho en hacerlo—Liam asintió—Cuando despierte podrá llevárselo.

El doctor se retiró y Liam se sentó a esperar a que su morenito despertara.

Zayn tardó una hora en despertar, Liam entró a verlo, tenía su brazo vendado y un chichón en la cabeza.

—Cariño me asustaste mucho—se acercó a él y tomó su mejilla con delicadeza

—Si, lo siento

—De ahora en adelante todo lo que quieras hacer pídemelo a mí, no quiero que algo peor te pase 

—Yo solo quería que todo estuviera limpio—comentó triste

—No quiero que vuelvas a arriesgar tu vida

—¿Me perdonas, Liam? 

—No hay nada que perdonarte, bebé—le dio un beso en la frente

—Si lo hay, rompí los platos

—Eso es lo de menos, lo único que me importa es que estés bien tú y Aryan

—Bueno, prometo ya no hacer nada que haga que me lastime.

Salieron del hospital y volvieron a casa, no falta decir que en esas últimas semanas Liam consentía de más a Zayn, hacía todo por él y era demasiado sobreprotector, si algo le pasaba a su novio jamás se lo perdonaría.

Los síntomas de Zayn seguían: calambres, salivación excesiva, sueño, contracciones y comezón en la piel.
Tenía que usar cremas hidratantes, usar ropa más holgada, daba caminatas e iba más a menudo al médico a sus chequeos.

Estaba en su penúltimo mes y tenía que cuidarse más, comer más sano y no hacer tanto esfuerzo.
Cada vez más se sentía ansioso y feliz por querer ya tener a su hijo en sus brazos, abrazarlo y darle muchos besitos. Quería ser el mejor padre para él.

Pregnant - Ziam ♥Donde viven las historias. Descúbrelo ahora