Capítulo 10: Distancia o cercanía?

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Narra Zack:

Mi cabeza me daba vueltas y mi comprensión de la situacion sinceramente estaba limitada. Mis orbes rodaron desde allí arriba a la azabache, pero rápidamente me arrepentí de aquella acción. Nuevamente volví a sentir esa dolorosa presión en mi pecho al verle. Era como si una piedra estuviese apretando con fuerza mi pectoral. Mis músculos estaban inmóviles, completamente tiesos.

Estaba de pie observando con aquellos deslumbrantes ojos llenos de desconcierto. Sus manos estaban entrelazadas buscando fuerza que la mantuviera en aquel lugar, temblorosas al igual que sus piernas. Su cabello jugaba con la briza nocturna de aquella noche de verano y sus ojos...sus ojos estaban desbordados por salinas lágrimas que parecían destrozar mi sentido de la razón. Este sentimiento que me envolvía con tanto énfasis, era la culpa.

La habia hecho llorar por mi repentino comportamiento. La habia asustado, pero aunque me sintiera de esta manera ¿Que podría hacer? Realmente ya no se en que pensar. ¿Y si me oculta algo? ¿Y si solo esta jugando con mi cabeza?

Lo único que ahora batalla en mi mente, es la culpa y la desconfianza.

Involuntariamente mi mano derecha quedó aferrada a mi ropa, justo donde se hallaba mi oprimido corazón. ¿Porque me hace sentir tan mal el hecho de verla llorar? Siquiera nos conocemos bien. No logro comprender nada de todo lo que sucede en este momento.

Nuestras miradas una vez más estaban cruzadas, pero esta vez la que cortó aquella conexión repentina fue ella. Desvió su mirada de mi totalmente devastada y simplemente se metió dentro de la casa con rapidez. Aun asi no me moví, no debia despues de todo. Tratando de ignorar la situacion, devolvi la mirada a las estrellas en busca de respuesta y allí me quede sentado el resto de la noche en la más vasta oscuridad, tratando de resolver este enigmático problema.

 Tratando de ignorar la situacion, devolvi la mirada a las estrellas en busca de respuesta y allí me quede sentado el resto de la noche en la más vasta oscuridad, tratando de resolver este enigmático problema

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Fin de pov Zack.

Narra Cleo:


¿Por qué dolía tanto? ¿Porque había reaccionado de esa forma? Este no es el Zack que conozco y duele. Destroza haber visto como en aquel momento en el que me sentí amenazada por él, sus orbes desbordaban ira. ¿Acaso me odia? y si me odia ¿Por qué? Yo no le había hecho nada para ganarme su desprecio. ¿O sí? No logro comprender.

Intente llegar a la escalera una vez más, sin embargo, mis piernas flaquearon y quede semi-acostada boca abajo sobre el tercer escalón en subida. Quise mover mi cuerpo para llegar a al cuarto escalón, pero con sinceridad aunque deseaba llegar a mi habitación y encerrarme en esta no podía, no tenía fuerza.

Mis ojos inundados desbordaban toda la opresión que mi devastado corazón sentía. Aunque no entendía porque lo que dolía era mi corazón. ¿Tal vez por decepción? No lo sé y tampoco me sentía con todas las ganas del mundo por averiguarlo.

Apoye una de mis mejillas sobre la fría madera tratando de que el calor de estas descendiera. Me quedé en aquella posición durante un rato, notando como poco a poco mi corazón era estrujado por aquel recuerdo tortuoso de esa mirada gélida por su parte. Tanto era la fuerza con la que me dolía que me comenzaba a faltar el aire y la falta de éste era compensado por los salinos torrentes de lágrimas que recorrían mi rostro.

Mis párpados me pesaban, me sentía agotada, sin ganas de absolutamente nada. Como pude levanté mi cuerpo y lo obligue a sentarse en aquel escalón, apoyando mi espalda contra la blanquecina pared. Acerque mis piernas a mi pecho y las abrace con fuerza hasta que sin darme cuenta las persianas de mi alma se habían cerrado nuevamente.

-Minutos despues-

    Aún no abría los ojos, sin embargo, antes de  poder hacerlo sentí una delicada caricia en mi mejilla derecha, para cuando me había dado cuenta la yema de sus dedos habían llegado al final de mi mentón. Sin poder evitarlo por mucho más,abrí mis ojos con lentitud dando a ver que me encontraba despierta, pero este ni se inmuto ni mucho menos. Su rostro era serio, pero sus ojos emanaban tristeza y confusión. Eso me irrito. ¿Porque estaba triste si él fue el que me miro de esa manera? Hasta podría afirmar que deseaba atacarme.

La ira me consumió y cuando este tomó un mechón de cabello entre sus dedos al instante golpe su mano y lo mire fijamente a los ojos con furia.

-No me toques-

Pronuncie con rabia logrando que este se sorprendiera. Separo sus labios con la intención de decir algo, pero este rápidamente se retractó y los volvió a cerrar.

-Siquiera lo intentes...tus palabras no son suficientes...y nada lo será-

Sentencie para después levantarme y tomar dirección a mi habitación, pero jamás llegue. Todo ocurrió tan rápido que siquiera tuve tiempo de procesarlo.

Me tenía atrapada en sus brazos, invadiendo aquel espacio personal que deseaba tener bien presente entre ambos. Él lo había cruzado. Me abrazaba con fuerza, con una mano en mi cintura y la otra en mi espalda. Logre sentir su aliento cerca de mi cuello, el cual provoco que mi vello se erizara por completo.

-¿¡Q-que haces!? Solata-

No me dejo terminar lo que iba a gritarle ya que rozó sus labios con mi oreja y dijo en un leve susurro:

"Perdóname"


¿Mi Chico...Neko? (Pausada hasta próximo aviso por cambios)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora