¿Mi Chico...Neko? (Pausada hasta próximo aviso por cambios)

Capitulo1: Mi vida diaria

Mi vida normal de típica adolescente pero digamos que no un rebelde y con malas notas, sí no, una responsable y con excelentes calificaciones.
Tengo un grupo de muy buenos amigos y soy super sociable con todo el mundo...bueno quizás no todo hay excepciones...por ejemplo: Las típicas pibas putas no las soporto, dios.
A mis padres no los veo con mucha frecuencia.Mi mamá se va muy temprano a su trabajo y mi padre luego de una hora, en donde me trata  de levantar, también se va a trabajar.Quedando sóla para luego abandonar la casa con destino a mi escuela y al final de el día llegar a casa.Para más a la noche ver a mis padres.

En fin, dentro de muy poco comenzaran las vacaciones de verano (por fin).
No más colegio, estudiar, pruebas, ni nada de eso de levantarme temprano (yey!).

Estaba camino hacia mi casa, como siempre, con mi mochila de Avenged Sevenfold.

-¡Que bien, fin de semana!-exclame mientras abría la puerta de mi hermosa casa.

Tiré mi mochila hacia un costado para luego dirigirme a la heladera.

-Genial, pizza-dije sin mucho entusiasmo.

Calente la pizza y me dispuse a ver un poco la tele.Como siempre todo eran malas y más malas noticias.
Decidí por apagar la tele y ver animé en la computara.

Pasado los minutos  ordene todo el basurero quedando completamente libre.

-Supongo que debería cambiarme-comenté mirando mi ropa del colegio.

Cuando estaba por subir las escaleras un estruendo se escucho provenir de la piesa de mis padres.
Sin pensarlo mucho subí con algo de miedo.Mire en la habitación de mis papas y nada.Sólo la ventana abierta como todos los días.

-deja de imaginarte cosas Cleo- me dije a mi misma.

Tomé dirección a mi cuarto para cambiarme.
Al entrar me quite la remera y con cansancio y mucho calor prendi el aire acondicionado mientras me dejaba caer sobre mi cama con tan sólo mi pollera y mi brazier puestos.

Algo que no había tomado en cuenta muy bien era lo agotada que estaba.Tanto que sin darme  cuenta caí rendida ante el mundo de los sueños.