Expreso de Hogwarts

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Ya era primero de septiembre, Harry había cumplido sus dieciocho años y Sirius se lo había celebrado por todo lo alto, había salido en El Profeta y era la primera fiesta de cumpleaños que le habían celebrado.

Siendo la primera vez que Sirius llevara a Harry al andén nueve y tres cuartos, ambos estaban emocionados.

Al pasar la barrera y tener enfrente la gran máquina de vapor escarlata, Harry se dio cuenta de que verdaderamente su padrino era muy popular, las personas lo saludaban cordialmente y todos lo habían conocido desde Hogwarts, también había gente que saludaba a Harry aunque el muchacho no los conociera, sin embargo Harry les correspondía el saludo amablemente.

Ambos se sentaron en unas banquetas a esperar que se hicieran las once en punto, pero Harry decidió buscar un compartimiento primero, así que tomó a Hedwig que estaba dentro de su jaula y su baúl, se metió en el tren y puesto a que casi estaba vacío, consiguió un compartimiento donde colocar sus cosas, entonces colocó su baúl en el portaequipajes de arriba y sacó a Hedwig de la jaula, la cual la colocó a un lado del asiento y bajó del tren con Hedwig parada en su brazo, luego llegó hasta Sirius y se sentó junto a él colocando a su lechuza en sus piernas.

- Te recibirán como a un héroe Harry, porque eso es lo que eres - dijo Sirius con orgullo mientras miraba la gran locomotora.

-No es para tanto Sirius, soy un "héroe" porque me tocó serlo, pero no porque lo quisiera, si la profecía no hubiese estado escrita, yo hubiese peleado como los demás y no hubiese sido "el elegido" - dijo Harry mientras acariciaba a Hedwig.

-Harry, los verdaderos héroes son aquellos que como tú, aceptan los designios de la vida, aprecian lo que tienen y luchan hasta el final por ellas, tú cumpliste esas tres leyes de la valentía y por eso eres un verdadero héroe y te mereces el puesto en Gryffindor más que nadie - Harry sonrió y abrazó a su padrino

- Sirius... estoy muy feliz de que estés aquí conmigo, acompañándome- dijo Harry mientras abrazaba a Sirius quien lo estrechó más fuerte.

En eso apareció Ron

- ¡Hola Harry! ¡Hola Sirius! ¿Cómo han estado? - preguntó el pelirrojo sentándose al lado de Sirius.

- Bueno genial, no nos vemos desde mi fiesta de cumpleaños y... ¿y Hermione? – preguntó Harry estirando el cuello para ver entre la gente.

-No lo sé, llegué hace una hora y en realidad no la he visto, pero mira Harry ya deberíamos subirnos al tren, debo dejar esto – dijo Ron señalando la jaula de Pigwidgeon y su baúl - y... ¿podrías ayudarme a subir a los alumnos de Gryffindor al tren? - preguntó el chico vacilante.

- ¿Puedo hacer eso? – preguntó Harry extrañado.

-Creo que si Harry - dijo Sirius de repente - porque yo un par de veces ayudé a Remus y le encantó mi ayuda ya que los chicos subían muy rápido y obedientes, claro que no le dije que los amenazaba con lanzarles un "Levicopus" - dijo Sirius mientras los tres reían y en eso los pitidos de entrada al tren se oyeron a lo lejos-. bueno Harry, ya es hora, te escribiré los fines de semana, no hagas demasiadas travesuras, aunque tienes mi permiso de hacer algunas cuantas - dijo sonriendo-. Y utiliza tu capa invisible cuando las hagas, ahora ve y ayuda a Ron, adiós Ron cuídense ambos ¿está bien? - los chicos se rieron con los comentarios de Sirius y se despidieron de él y de los señores Weasley.

Harry saludó a Ginny y ella y Ron entraron a dejar sus cosas en el compartimiento que les dijo Harry que estaban las suyas, Ginny se quedó y Ron bajó y ambos comenzaron a hacer subir a los chicos, hasta que todos estuvieron dentro, entonces Ron se fue al compartimiento de prefectos y Harry se fue al compartimento.

El Nuevo Amor de Harry PotterDonde viven las historias. Descúbrelo ahora