El Nuevo Amor de Harry Potter

La Prueba de Amor de Hermione

Hermione se dirigió rápidamente apartando a todo el mundo hacia la recepción, el grupo de magos que hacía fila para solicitar indicaciones a la recepcionista se quejaron, más al ver de quienes se trataban, los tres Gryffindor y la Ravenclaw habían sido venerados por sus esfuerzos durante la guerra, entonces dejaron de quejarse y contemplaban la escena, Draco y su pandilla prefirieron quedarse atrás

- disculpe... señora - dijo Hermione con voz quebrada - ¿Dónde se encuentra Harry Potter? Me dijeron que está internado aquí en San Mungo

Al momento los magos y brujas de alrededor, comenzaron a curiosear y se oían murmullos de todos los rincones del vestíbulo

- Necesito los nombres completos y la firma de las personas que pasarán a ver al señor Potter.

Todos apuntaron sus nombres completos y firmas

- Está en emergencias queridos, primer piso en enfermedades mágicas

Apenas la mujer había terminado de hablar, los chicos se perdieron escaleras arriba tratando de no hacer mucho ruido.

Al llegar, en el pasillo estaban los tres hombres que esperaban ver, en la última habitación del pasillo debía estar Harry.

- ¡Gracias por traerlo profesor! - le dijo Hermione a Snape.

El profesor asintió.

Todos se saludaron y en ese preciso momento, el sanador que atendía a Harry salió de la última habitación donde efectivamente estaba el niño que vivió, y les recitó la historia clínica de Harry

- Buenos días, soy Frederick Norton el sanador de Harry. Efectivamente el chico tiene fiebre de dragón, está estabilizado, pero ayer perdió mucha sangre, así que le dimos una posición estabilizadora de sangre.

- Me pregunto cuando nos dejaran ver a Harry -preguntó Neville.

- Posiblemente cuando ya le hayan administrado la sangre y despierte - dijo Dumbledore.

Al cabo de un tiempo, todos los Weasley, incluyendo Ginny (que estaba muy apenada por lo que había pasado y se había disculpado con Hermione) llegaron al grupo y comenzaron a hablar una vez más del estado de Harry

Al cabo de una hora, trasladaron a Harry a la sección de habitaciones del hospital, y a todos a la vez afortunadamente los dejaron pasar ya que la habitación de Harry era una de las más grandes de San Mungo.

Todos se sentaron bromeando y hablando entre sí en torno a Harry

- Bueno, mis padres son muy alarmistas, que se los diga Pansy o alguno de los chicos - decía Draco riendo - entonces una vez en vacaciones de verano, me dio un ligero mareo, mi mamá armó un melodrama y mi papá movió cielo y tierra para traerme aquí, ambos armaron tanto escándalo que lo único que les faltaba hacer, era llamar a Rita Skeeter y declarar para El Profeta que yo me sentía mal, y bueno, en fin, me colocaron en la habitación al lado de ésta. Los sanadores me encontraron bien, lo que había ocurrido, era que no había desayunado bien y me puse a jugar Quidditch, pero mamá se empeñó en que me dejaran en observación y entonces se podrán imaginar pasar una semana aquí sin tener nada y queriendo viajar para vacacionar - decía Draco mientras todos reían

Cuando Harry abrió los ojos, miró a su alrededor y allí estaban todos.

- Casi te nos vas, colega! - dijo Ron

- No pensé que estaba tan grave -dijo Harry sonriendole a todos.

-Nos diste un susto, Harry! -dijo Sirius.

-Pues no es mi culpa -dijo Harry con gesto divertido-. Y a propósito... Dónde estoy?

-San Mungo, muchacho -aclaró Dumbledore.

-Vaya! -dejo escapar Harry

-Pero lo importante es que estás bien, querido -apuntó Molly Wealey

Harry suspiró aliviado de que todo estuviera bien