El Nuevo Amor de Harry Potter

Y yo que Confiaba en Ti

Ginny salió del cuarto de los chicos y se fue a la habitación de las niñas del sexto curso, Harry intentó serenarse, se puso a hablar con los chicos como si nada.

Ya a las dos de la mañana, decidieron irse a dormir todos para no traicionar la confianza de la profesora McGonagall

A la mañana siguiente, Harry despertó un poco tarde, rápidamente se alistó y como era de esperarse ya Ron y Hermione se habían ido a desayunar.

Sin más, salió por el hueco del retrato y se encaminó al gran comedor. Bajó las escaleras de piedra y entró en el gran comedor, de inmediato se dio cuenta de que algunos alumnos de tercer y segundo curso lo señalaban, otros cuchicheaban mirándolo, otros hacían las dos cosas mientras también miraban una revista que sin duda alguna era Corazón de Bruja.

Mientras caminaba, miró a Ron que negaba con la cabeza mirando la revista y Hermione tenía una una expresión de enojo.

Harry no entendía que sucedía, Ginny estaba desconcertada pero un poco feliz tambien.

Harry se limitó a llegar hasta sus dos amigos y se sentó en medio. Intentó besar a Hermione pero ésta retiró su cara y las lágrimas ganaron la contienda en salir, Harry se quedó más desconcertado aún, mirando a todos los presentes que lo miraban con rabia.

- ¿Qué les sucede a todos? - preguntó Harry aún con cara de desconcierto - ¿y a ti Hermione? – dijo tomándole el rostro a la chica con sus manos para que lo mirara

- No me toques - dijo Hermione retirando las manos de Harry.

El cielo encantado del gran comedor reflejaba el mismo tono gris del cielo de afuera y luego por los cristales de las ventanas, se vieron las cortinas de intensa lluvia

- Pero no te entiendo Hermione yo... ¿Qué te hice? - preguntaba el chico intentando abrazarla y girarle el rostro

- Harry por Dios ¿crees que no me iba a enterar que Ginny y tú se besaron en la habitación de los chicos ayer? No puedo creer que me hayas hecho esto, si te gustaba ¿Por qué no me lo dijiste? Me has decepcionado Harry... y yo confiaba en ti - dijo la chica a todo pulmón tirándole la revista a Harry

¿Cómo se había enterado Hermione de que Ginny lo había besado? Harry se dispuso a abrir la revista y efectivamente encontró la respuesta que buscaba, el titular rezaba:

¿HARRY POTTER ES DIGNO DE FIAR?

POR RITA SKEETER

El famoso Harry Potter, dice ser el chico más fiel de la historia, hace poco que se supo de su noviazgo con Hermione Granger, parecía la mejor relación del año, pero mis informantes dicen que el señor Potter, se ha encargado de fragmentar esa hermosa y prometedora relación.

Ayer por la noche, Harry Potter invitó a su habitación a Ginny Weasley, ¿quién sabe exactamente para qué? Ambos se tumbaron en la cama del mismísimo Harry Potter y se besaron apasionadamente. Es obvio que mis informantes se retiraron ante escandalosa escena y antes de que se pusiera más cariñosa.

Al cabo de un rato, el señor Potter bajó a su sala común hecho una fiera ¿será que lo que planeaba con la niña Weasley no le salió como esperaba? ¿Qué planeaba realmente el elegido? Sea lo que sea, éste no es el comportamiento adecuado de unos adolescentes en un ámbito escolar, es por eso que Hogwarts ya no se considera una buena escuela de magia, ya que no enseñan los valores adecuados y dejan que los alumnos actúen de manera indecorosa.

Por su parte, éste artículo intenta emplear éstas pruebas para señalar y ratificar lo que últimamente se ha estado diciendo de éste colegio y del señor Potter, que más que el destructor del señor tenebroso, también es un patán, por dejar destrozada a la señorita Hermione Granger. Era justo que ésta muchachita entendiera de una vez por todas con quien se estaba metiendo, y que esa relación no funcionaría debido a la conducta incontrolable del señor Potter

Rita Skeeter

Harry no podía dar crédito a lo que leía, además debajo del escrito, estaba la foto donde Ginny lo había besado, él había estado tan impactado con lo que había hecho Ginny que se había quedado tranquilo pero luego se la había quitado de encima y había aclarado los puntos, pero obviamente Rita Skeeter no había colocado en la foto esa parte, solo mostraba a Ginny subiéndose a él y besándole, una y otra vez, Harry se agarró la cabeza con las manos soltando la revista

- Hermione... ¿tú le crees a Skeeter? – preguntó Harry mirando a Hermione insistente

- Ya yo no sé ni que creer - dijo la chica echándose a llorar.

- Hermione, tu misma fuiste víctima de Rita Skeeter en cuarto curso - dijo Harry indignado

- No lo sé Harry, ya déjame en paz - dijo la chica llorando y lanzándole una mirada de rabia

- Hermione, Ginny fue quien me beso a mí - dijo Harry desesperado - Ginny díselo por favor - dijo Harry con voz trémula debido al llanto que estaba reprimiendo mirando a Ginny con suplica.

Todas la miradas se fueron a la pelirroja que comía su cereal y que permanecía callada

- Ginny ¡por Dios! Díselo, díselo a Hermione - le suplicaba el niño que vivió a la pelirroja

- No tengo nada que acotar - dijo la pelirroja mirando a Hermione muy decidida y siguió comiendo su cereal.

Hermione miró a Harry con rabia y decepción y Ron le lanzó un empujón que sin dudas iba a ser una pelea cuerpo a cuerpo si no es porque Seamus lo sostuvo

- No Ron, no vale la pena - dijo el muchacho mirando a Harry con desprecio. Harry por su parte, se sentía humillado, ofendido y traicionado por Ginny, indignado y sobre todo triste.

- Todo esto es por tu maldita culpa - gritó Harry a todo pulmón mientras se levantaba de la mesa, mirando a Ginny -. Eres tremendamente egoista

Harry salió bólido de allí sin probar ni una pizca de comida.

Dumbledore al igual que los demás profesores se había quedado anonadado por la conducta del muchacho que se alejaba, mientras todo el gran comedor permanecía en silencio.

Harry sin pensarlo, se dirigió al séptimo piso, caminó hacia la pared que tanto había visto a lo largo de los últimos cursos, pensó en una sala donde pensar, meditar y estar solo y tranquilo, caminó tres veces delante de la pared y desapareció tras la puerta doble, hacia una sala que lo ocultaría de todos.

Debía estar solo, debía pensar.