Despedida

CAPÍTULO 1

El joven sonrió cerrando los ojos mientras notaba las suaves caricias de la muchacha sobre sus oscuros cabellos.

-- Nami, me queda poco tiempo. Lo sabes ¿verdad?

-- Sí Luffy, ya lo se.

La joven bajó la cabeza para mirarlo a la cara. El muchacho se encontraba recostado con su cabeza acomodada en su regazo. Pero su pancita le dificultaba la vista completa hacia su amado.

-- A crecido. -- Murmuró el chico feliz llevando una mano a la barriga de la muchacha.

-- Es lo normal, pronto seremos padres. Bueno... seré madre. -- Rectificó disgustada, pues sabia que el chico no duraría tanto.

-- Y serás una madre excelente, estoy seguro. Además los chicos te ayudarán con el bebé.

-- Luffy... ¿Por qué tiene que ser así? ¿Por qué te tienes que morir? ¿De verdad no hay ninguna forma de curarte? ¡Ni siquiera conocerás a tu hijo!

Las lágrimas ya brotaban de sus ojos una vez más manchando su barriga y la cara del muchacho.

-- Ei, no llores. Estaré bien y tú también lo estarás. Esto es culpa mía por ser tan imprudente, pero no es algo que deba importarnos...

-- ¡Eso para ti es fácil decirlo! ¡Eres tu el que se va a ir no yo! ¡Me quedaré sola! ¡El bebé nacerá sin padre!

-- Yo he crecido toda mi vida sin padre ni madre y más sigo aquí más feliz que nadie. -- Comentó el chico calmado estirando el brazo para limpiarle la cara a la pelirroja.

-- Pe...pero...

-- Y tú tampoco tuviste ningún padre, solo una madre. Además están los chicos, ellos te ayudarán con el niño. Sobre todo Sanji. -- Soltó una risilla con lo último a lo que la joven sonrió.

-- Eso no lo pongo en duda.

-- ¿Entonces? ¿Cual es el problema?

-- El problema es que no quiero perderte Luffy... y no tengo forma de evitar que eso suceda. Me siento tan frustrada e impotente.

-- Pues... intenta disfrutar del momento.

Volvió a sonreír y bostezó siendo alcanzado por el sueño.

-- Buenas noches mi Reina.

-- Buenas noches Luffy.