Capítulo uno: Annie

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Todo comenzó cuando estaba por cumplir los 18 años, edad tan esperada por muchas... Pero no por mí, me aterraba el hecho de crecer y envejecer cada año un poco más, no por el hecho de tener miedo a la muerte o a un futuro, sino que odiaba el hecho de ser invisible frente a la vida y ver como todos a mi alrededor se llenaban de experiencias y anécdotas, algunas divertidas, algunas peligrosas pero al fin y al cabo historias que podrían contar a sus nietos.

Como ya se habrán dado cuenta, soy una chica bastante tranquila, disfrutaba mucho caminar con un cigarrillo entre los labios, pasar el rato con amigos, sobre todo con Valleri, mi mejor amiga en ese momento, dormir por siglos y escuchar buena música. Nunca fui rebelde, nunca fui problema... A comparación de mi hermana mayor, problemática, cínica, mosca muerta, poco realista, ignorante de la realidad, es una de esas berrinchudas con 25 años que todavía no sabe lo que es necesitar de algo, mis padres todo se lo dieron en bandeja de plata... Como la detesto.

Solíamos vivir todos en Camberwell, éramos una familia sencilla y unida, vivíamos bien gracias a mi padre que tenía un buen trabajo, íbamos de paseo de vez en cuando y mirábamos películas en el living de la casa, tuvimos una buena infancia, luego con los años, las cosas comenzaron a cambiar. Las cosas se pusieron difíciles en el empleo de mi padre, lo que trajo consecuencias en casa, era como si todos discutiéramos con todos y por todo. Las peleas con mi hermana se hicieron más frecuentes, lo mismo con las discusiones con mis padres. Día que venía era una nueva pelea, hasta que ya no se pudieron tolerar más y se distanciaron.

Le ofrecieron un nuevo empleo a mi padre en Liverpool, lo que no mejoró mucho su divorcio con mi madre. Llegaron a acuerdos legales, mi hermana se quedaría con ella y yo me iría con mi padre, por supuesto podría ver a mi madre cada vez que lo deseara pero la verdad es que a esas alturas no quería ver a nadie, siquiera mi reflejo en el espejo. Tendría que abandonar mi escuela, a mis amigos, mi pueblo y el lugar donde crecí... ¿Cómo es que pueden ser tan egoístas? Mamá insiste en que es una oportunidad para un nuevo comienzo en mi vida, que es el primer paso para comenzar a forjar mi futuro, conocer nuevas personas y lugares, desenvolverme en distintos ambientes, hasta enamorarme sinceramente de alguien, sin dejar de mencionar que es el lugar donde mi banda favorita nació, The Beatles.

Primero me pareció una idea absurda, no quería cambiar a mis amigos, no quería abandonar la vida junto a mis padres, tenía miedo de quedarme sola. ¿Enamorarme sinceramente? Por favor, debo ser la muchacha de estatura más baja en toda Inglaterra, sin mencionar mis piernas regordetas y mi abdomen no plano, debía ser una broma cruel ¿Quién diablos se iba a fijar en mí? Teniendo a chicas como Zoey Deschannel por ahí, fue mi primera opción en descartar. Luego comencé a pensarlo y tal vez ella tenga razón, tal vez ya era momento de un cambio, de existir y dejar de ser invisible, dejar de ser la amiga que sobra, dejar de ser la segunda y última opción de todos, hacerme escuchar y que una nueva yo se atreva a nacer.

Con este nuevo plan en mente poco a poco comencé a hacerme la idea de estar lejos, disfruté estos últimos días con mis amigos y fumé los últimos cigarrillos recorriendo Camberwell. El día llegó y empaqué todo lo necesario de mi ahora viejo cuarto, mi ropa, tocadiscos, vinilos, libros, pinceles, pinturas, fotos y mis posters de Oasis y Velvet Underground. Lo miré por última vez, recordando cuantas lágrimas silenciosas dejé en aquellas almohadas, cuantas risas junto a Valleri en nuestras noches de pijamas, en un suspiro cerré la puerta y bajé las escaleras directo a la cocina, donde mamá no paraba de sollozar, lo que me hacía tener un nudo gigante en la garganta, debía ser fuerte, no podía echarme atrás ahora, así que la besé, me despedí de mi hermana, quién sería mi enemiga más querida, para no volver a verlas durante mucho tiempo.

- Annie, ya estás lista?.- Se asomó mi padre desde el marco de la puerta.

-Estoy lista.- respondí en un tono seco,cogiendo mis maletas y regalando una última sonrisa forzada a mi madre.

Salí de casa a paso rápido, la miré por última vez desde la acera mientras mi padre acomodaba las maletas en el auto. Mis ojos se humedecieron al recordarme a mí y a mi hermana haciendo pasteles de lodo en el jardín delantero. Cerré los ojos y susurré para mí misma: Adiós Camberwell, Adiós hogar, Adiós pequeña Annie Hepburn.


I Wanna Be Adored [Miles Kane]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora