Ella

Capitulo 3

Papá llegaba a casa muy tarde, y esta noche al llegar estacionó él auto frente a la casa, se bajó y de la cajuela sacó una caja pequeña color rojo decorada con listones de colores, y pensé: ¿ Será un obsequio para mamá? ¿ Tendra dentro algo para mi? ¿ Habrá traído algo para cuando vaya a la Universidad? ¿ Compró pastel?

En realidad fueron demasiadas dudas juntas, pero cuando atravesó la puerta principal de nuestra antigua y descuidada casa, camino a mi lado y me abrazo muy fuerte, puso la cajita en la mesa y se fue a la cocina, no me dijo que era, ni porque estaba ahí, no me dijo ¡no la toques!, ni siquiera me dijo que la viera o la guardara, así que solo la observe, aquella era una cajita muy hermosa, parecía haber sido decorada a mano, y con delicadeza, me parecía perfecta, y muy roja. Luego me fui a mi habitación me dio intriga lo que podría contener la caja, así que fui por Emi mi amiga fiel, y en ella escribí lo horrible que a veces se siente vivir en este lugar, luego dibuje la caja, trate de pintarla justo como la veía, aunque parece casi imposible hacer algo tan bonito con mis lapices de colores.

Claro que la caja es mil veces mas hermosa, pero en fin. Soy una soñadora algo desconcertada, a veces se quien soy y en otras me pierdo en el propósito de intentar ser soñadora aun, resulta tan difícil, pero siento miedo, miedo de rendirme.

Es una lucha constante, como él querer hacer algo y luego dejarlo, mas que eso, es no dejar de soñar.

Luego de escribir por horas, acomodé mi cabello, tengo la mala costumbre de no arreglarlo nunca pero hoy lo hacia, mientras por la ventana me avisaban las pequeñas gotas de lluvia que empezaría una gran obra dramática de millones de estrellas liquidas.

Tome él Ipod y puse una canción de Evan Craft
(se las dejo por aquí para que la escuchen).

Me quede mirando él techo de mi habitación, las esquinas de las paredes y mis viejas fotografías colocadas en la repisa de mi habitación, y en una de ellas estaba él, no puedo creer que aun me guste, era solo una chiquilla y nunca pensé que eso fuera amor de verdad. Adam es mi mejor amigo, y no quiero hacerlo sentir incomodo al decirme que le parezco normal.

Estuve acostada por horas hasta que levante mi mirada al taburete de mi habitación, él reloj marcaba ya las 11;30pm.
Estaba a punto de acostarme a dormir, cuando entra papá a la habitación con la cajita roja que había visto en él salón de la casa, algo nervioso, me senté en la cama e hice un gesto para que se sentase conmigo, me dió aquella caja y dijo entre susurros:
- Querida, hemos hablado con tu madre y necesito que tengas esto, te servirá cuando esto comience, quiero que lo uses solo si es necesario.

-Dime ¿Qué va a empezar?, gracias papi pero no se que es o porque me lo das.

-Eso es lo de menos, pequeña necesitas esto ahora mismo. Esto va a volverse un infierno.

Luego de eso salió de la habitación muy rápido. Tome la caja en mis manos y la observé por un rato, sentía tan pesados los ojos así que me recosté con aquella cajita, fue casi como un sueño profundo. Todo se oscureció y me quede totalmente dormida, sentía tan real mi sueño...
Estaba justo en medio del bosque, a unos metros del colegio y podía oír gritos, tirada en él suelo, me levanté de un tirón y oía a Evan gritarme que corriera mientras él peleaba con un hombre muy extraño que nunca antes había visto. Asustada y muy nerviosa empecé a correr a través del bosque sin mirar atrás, cuando por fin me sentía muy lejos paré, casi de rodillas y con la respiración demasiado agitada, como si hubiera corrido una maratón, volteo atrás para ver que pasaba y veo a lo lejos a todos los soñadores peleando contra sus propias familias, veo a Evan tomar una saga y cortarle la cabeza a un vacío, y a papá dispararles, todo es tan extraño y real que no se que hacer, quito mi mirada del bosque y toqué mi suéter, dentro de él tenía la caja roja que papá me había dado. La saque lentamente y mire hacia arriba, oí a mamá gritar que me detuviera, pero ella no parecía mamá sino un vacío, y no sabia que hacer estaba nerviosa y quería parar, ella se iba acercando con un revólver hacia a mi demasiado rápido, y tenia ganas de gritar, pero... Fue ahí cuando desperté con la alarma, abrí los ojos, los sentía pesados, estaba con una fiebre inmensa y sudaba, ví él reloj y eran las 5:30am así que me levante, tome una toalla, guardé bajo llave la caja que papá me dió y me duché.