šest

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Tyler corrió en dirección a Josh, no para abrazarlo, no para llorar, o para besarlo, sino para demostrarle que le había fallado y que de algún modo había traicionado su confianza.

Se abalanzó al mayor, e inmediatamente comenzó a gritarle cosas en su rostro, sin embargo Josh lo tomó de las muñecas como pudo e intento evitar que el cuchillo que Tyler traía en su mano izquierda, atravesara alguna parte de su cuerpo.

—Eres un mentiroso Josh, y no vas a despertar mañana para poder continuar —espetó el menor mientras intentaba zafar su mano.

—Tyler tienes que calmarte, por favor —suplicó el teñido—. Podrás superar esta crisis.

Tyler rió con maldad, mientras tomaba más fuerza de la que Josh podía controlar. Por fin hizo que Josh dejase de sostener su mano, y así él poder apuñalar cada centímetro del teñido.

—No mañana, no mañana —murmuró y clavó el cuchillo directamente en el estómago de Josh.

Josh soltó un quejido profundo, que inundó los oídos de Tyler, sin embargo, el menor no tenía alguna expresión de culpabilidad en su rostro.

—Ty... Ty por favor —artículo el mayor mientras salía sangre de su boca.

La sangre de Josh bajaba por la mano del menor, que al sentirla dejó de poner presión y de clavar el cuchillo. Sus ojos rápidamente se llenaron de lágrimas y miró la escena que él había creado.

Era un Josh inconsciente, con una hemorragia grave. Tyler gritó su nombre y después corrió en busca de su móvil, que al tenerlo entre sus manos llamo al 911 no muy seguro de que diría.

911, ¿en que podemos ayudarle?.

—Es... Es mi novio, un... Un ladrón entró a la casa y lo apuñaló —dijo Tyler con la voz entrecortada.

¿Recuerda su rostro?.

—N...No, era un rostro familiar, pero llevaba lentes de sol —Tyler dio su descripción. Una falsa descripción.

Estaremos ahí. ¿podría darnos su dirección?.

—Sí, si —Tyler buscó el nombre de la calle en la que se encontraban, y de inmediato la descubrió.

Llegaremos ahí tan pronto.

Tyler colgó y se dirigió a Josh, quien yacía en frío suelo de su casa, tomó su mano y comenzó a llorar. Él sabía que clase de monstruo era, y no entendía como Josh no podía alejarse de él. Era un amor dañino.

Tyler se levantó y tomó el cuchillo, que era la evidencia, la lavó y después la ocultó en mueble viejo. La policía al igual que la ambulancia no tardaron en llegar.

Esa noche Tyler caminaba en círculos tratándose de controlar. Era un mitómano.

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