Capítulo 9

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NO OLVIDEN DARLE PLAY AL MULTIMEDIA! Entren en ambiente...

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Aún tenía en mi memoria los ojos desesperados de Ruth. No podía dejar de pensar en lo que su familia estaría sufriendo, en cómo tendrían que lidiar con la incertidumbre de no saber si su madre regresaría o no. Alan tampoco lucía tan saludable como yo recordaba, la culpa debía estar acabando con él. Siendo sinceros, no creo que yo pudiera llevarlo de mejor manera si fuera mi madre. El tener que vivir con esa incertidumbre de que se encontrara desaparecida, en peligro. Y no iba a detenerme a pensar en lo que podría estar pasando o no en estos momentos.

Si, la familia entera sufrirá hasta que no supiéramos algo.

Por otro lado, ir hacia esos pensamientos no ayudaba a Susan en lo absoluto, y nuestra prioridad era encontrarla y traerla a casa. Ella debía estar viva y esperando. Susan era una loba fuerte pero obediente al Alfa, aun así fue una de las pocas lobas de la manda que abiertamente expresó su deseo de trabajar con los humanos, de integrarse con gente fuera de nuestra "zona segura", ella deseaba salir. No éramos cercanas, pero yo no era cercana a ninguna de las hembras. Nunca lo fui. Me sorprendió un poco que Ruth viniera a mi pidiendo ayuda, en mis 30 años de vida no recuerdo una sola platica con ella. Tal vez cuando era pequeña, pero, ya no estoy tan segura.

-¿Estás lista, Mad?

-Si, entremos.

Habíamos obtenido un buen ritmo durante la mañana, eran casi las 12 del mediodía y el taller debía estar abierto. Cuando telefoneé a River para pedirle este favor, pensé que me daría alguna excusa, rara vez compraba en la cafetería de Tutti. Habíamos perdido el contacto desde hace tiempo, ya no teníamos esa confianza. Años atrás, cuando era mortal y adolescente, el ayuntamiento sacó el proyecto para la sana convivencia entre los lobos que residían cerca del pueblo y los locales. Estaba tan emocionada de ir a un taller de verano con otros jóvenes de mi edad, que recuerdo haber gastado horas pensando en mi atuendo, en mis útiles escolares. Armé mi lapicera con mucho detalle y me inscribí en el taller de carpintería. En ese mismo taller conocí a River, y decir que me pareció guapo sería quedarnos cortos. River era el hijo prodigio del pueblo, amigo de todos los locales. Con su pelo castaño oscuro y esa enorme sonrisa de dientes perfectos tenía a varias suspirando. Para mi fue fácil hablar con él, amamos la música, ambos éramos nuevos trabajando la madera y lo mejor de todo; River no me tenía miedo. Fue un tiempo tan corto, pero adoré cada uno de mis días en ese lugar.

Obviamente Mihail no tenía que saber de dónde sacaremos el auto, no tenía intención alguna de decirle, mucho menos después de su mención al Oficial Josh. Y es que, ¿Dónde más conseguiría un automóvil a bajo precio y un chofer de confianza en este pueblo? River tenía el taller, sería cuidadoso y jamás le diría a Lesnar nada. Además, había escuchado que estaba corto de dinero. Sería un win-win.

No pude evitar sentir curiosidad cuando llegamos a su negocio. El edificio era de un solo piso y el taller era bastante ancho para un solo hombre. Incluso con mi pobre nariz podía oler la grasa mientras nos acercábamos. Jack a mi lado hizo una mueca, que bien podía ser debido al olor, pero tratándose de River había otra buena razón, "Girl from the North" sonaba a todo volumen, amaba esa canción. ¿Hace cuánto que no escuchaba a Bob Dylan? Podía escuchar a nuestro futuro chofer cantando debajo de una Chevrolet pickup que había visto mejores días.

- Canta como la mierda -dijo Jack.

-No es verdad, pero espero que no cante durante todo el viaje.

Me dirigí a la consola y bajé la música.

-Hello, Hello River boy. -mi voz sonó fuerte en el taller.

MADONNA - La Cruda ManadaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora