Bienvenidos a mi realidad. Me apodan Mad y soy una loba, y no es fácil. Mi cultura es estricta y machista, mi especie es violenta, aquí obedeces o peleas, hay reglas que no se rompen y debes a cumplir con tu gente, tu manada. Tampoco es fácil prende...
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Había intentado trabajar con normalidad y esperar por órdenes del Alfa. No dejaba de pensar en sus razones para mandarme a mi, quiero decir, Jack era una elección lógica, yo no. Mi hermano tenía más capacidad que la mayoría, era un excelente luchador con más de 100 kg de músculo y sus vínculos con la manada eran fuertes. ¿Pero yo? Era físicamente de las más pequeñas en la comunidad, entre las hembras era la más joven, carajo, era su hembra más joven.
Otra cosa que decidí fue esperar por la muy posible llamada de Mihail, era más que seguro que Tayen habría hablado con él incluso antes de las visitas humanas, si las cosas se ponían serias, él tal vez vendría por mí. Hacía varios años que no lo veía frente a frente, razón por la cual evitaba las fiestas de lustro, uno de mis grandes miedos era regresar y que Mihail asistiera al coliseo, buscándome. Mis padres sabían lo mucho que me perturbaba hablar de él. Pero, algunas veces medito cómo logró no preguntar yo por él, y no sacarlo a colación para obtener información. Me he preguntado muchas veces si Mihail llamaría a mi Alfa preguntando por mi. No era tonta, yo también tenía curiosidad por saber que hacia él, dónde estaba o con quien... al final de cuentas seguíamos siendo esposos, así me gustara o no.
Me tomé algunas horas libres para arreglar la casa. Comenzaba a relajarme, tenía la esperanza de que el autor o los responsables de los crímenes fueran humanos, de que los encontraran y la mira de la ley estuviera lejos de las aldeas.
Pero no tuvimos tanta suerte. Claro que no.
La bomba explotó por la mañana del sábado, las noticias nacionales se dieron un banquete con los casos de todas las mujeres asesinadas en el Oeste de Estados Unidos. Era horrible, según el conductor del noticiero, las autoridades sospechaban que las primeras víctimas habían sido prostitutas procedentes de las Vegas en Arizona. Los únicos cadáveres que habían sido encontrados estaban en muy mal estado y, habían sido tan solo tiradas en zonas despobladas. Luego estaban los casos en Los Ángeles, California. Ahí no tenían cadáveres, pero habían detectado un incremento desmesurado en las desapariciones, todas mujeres. Por último estaba el brutal ataque en la Universidad de San Francisco donde cinco, cinco chicas, fueron brutalmente asesinadas dentro de la fraternidad. No se habían dado los detalles del homicidio, tampoco se tenía un sospechoso. La fraternidad había sido cerrada hasta nuevo aviso.
Esas pobres chicas fueron las únicas estudiantes de la fraternidad que no habían querido salir de fiesta durante un sábado por la noche, todas ellas eran estudiantes con prometedoras carreras. Todas llevaban una vida sana y fuera de problemas. Hubieran sido decentes miembros de la sociedad humana. No merecían morir. No de esa forma. La cereza del pastel fueron las chicas en Sacramento, dos adolescentes que nunca se reportaron en la escuela, según los noticieros, ambas chicas tomaron el camino juntas hasta la parada del autobús y no se les había vuelto a ver, en la televisión se transmitían las fotos de las chicas todo el dia. Se hablaba de que al principio la directora había mandado un reporte a los padres diciendo que tal vez se habían ido de pinta las dos pero... ellas no lo hicieron.
