Ser el puto genio que le conceda ser su deseo.

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Y ser el dueño de aquella sonrisa que no cualquier mujer puede tener. 

Ser el puto amo de aquel cuerpo, de aquella boca, de aquellos besos, ser el maldito infeliz que consiguió conquistar a la mujer que nunca se enamora, a la que nunca siente, a la muñeca que no tiene razón, ni corazón.

Deseo ser el genio, tener la lampara, conceder sus tres deseos y que siempre me pida a mi.

Muñeca sin corazón.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora