Podría

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Podría decirse que un año después, todo es perfecto.
Podría decirse que con amor todo se cura... Pero... ¿qué si fue el amor quien me arrebató todo desde un principio? ¿Qué si no fue el amor? ¿A caso habrá sido aquel, quien formó aquella pícara curiosidad por un mundo nuevo?

Pero claro que a una chiquilla inocente e inexperta le llamó la atención aquel nuevo mar de emociones.
¿Como había de ser posible encontrar belleza y confort en algo tan incómodo?
¿Cómo era posible que prefiriese cambiar mis noches de plácido sueño, por noches de insomnio pensando en sus palabras?
¿Cómo hacía él para erizarme el vello con tan solo el roce de nuestras manos?

Voces de experiencia me advirtieron sabiamente de las calumnias que me esperaban si yo daba un paso más al camino del amor.

Al entrar todo era bello, palabras hermosas, promesas eternas, partículas de amor en el aire.

Me dejé caer a un abismo, que al principio se veía seguro por fuera... ¡Qué disparate!
Cuando caía no me di cuenta de la profundidad de aquella zanja, una que fue cavada por la misma persona que me llevó a cruzar el umbral a lo desconocido.

Con los ojos vendados y el corazón en la mano entregué todo mi amor, sin pedir nada a cambio, ¿mi razón? Creí que eso era amor, creí que él era el amor de mi vida.
Fui tan ciega en ese entonces...
De pronto un día llegué, sin previo aviso, al final de aquel agujero, sin más que decir, sintiéndome desfallecer, el aire me faltaba, la atmósfera se hacía fría, traté de abrir los ojos, pero ahora ese bello lugar, estaba en ruinas, consumido por plagas y pestes, devorando todo a mi alrededor, los ecos de las promesas retumbaron en mi mente, aquel castillo que construimos quedó en ruinas, él simplemente se alejó.
"Me adentré más allá del agujero del conejo de lo que pensaba, y aunque ensucié mi esponjosa colita, emergí iluminada"

Mi lección fue no confiar, no dejar ver mi esencia, cerrarme ante cualquier amenaza de afecto.(He aquí la lección mal aprendida)

Me sentía perdida, sola.

¿Cómo fue que pasó? ¿ Cómo fue tan fácil para él, arrancarme la ternura y destrozar mi confianza?

Le di todo, pero mi error fue, que no me detuve a pensar: ¿Con qué me he de quedar yo cuando él se vaya?
Jamás tuve esa idea contemplada en mis planes.
Por que...

...Yo...

...Jamás...

...Imaginé que él se iría.

*Un caballero de brillante armadura entró entonces a ese triste y desolado mundo que no era habitado desde hace mucho, mucho tiempo, o eso era lo que pensaba*

De pronto el caballero encontró a alguien más en aquel lugar, en las sombras, acurrucada en un viejo árbol seco, tratando de reconstruir promesas y recuerdos me encontraba yo, inmersa en mi desilusión...

Me miró con tristeza, conmovido por el sufrimiento que reflejaba mi corazón, tomó valor para interrumpir mis lamentos y me dijo:

-Yo cuidaré de ti

Tratando de salir de mi mantra melancólico, formé una sonrisa en mi rostro, que terminó siendo una mueca de dolor, rompí en llanto entre sus brazos. Mi corazón resintió esas palabras, aquellas que otro había dicho.

Él me miró con ternura y me abrazó fuertemente, tanto, que podía sentir el palpitar de su corazón.

Cuidó de mi con mesura paciencia y amor; a pesar de que en incontables ocasiones traté de alejarlo, él siguió ahí, para mí, siempre que lo necesitara.
¿Era correcto confiar en él?
Mi mente dictaba un rotundo no; mi corazón anhelaba el suave toque de su cariño.

Cuando estamos juntos... todo lo que siento no se puede comparar con nada que haya experimentado antes. Mi refugio en decadencia, poco a poco se hizo más bello, las flores comenzaron a brotar por todos los jardines del páramo de mi vida, comencé a ver la vida de otro modo, con más color, con alegría.

Es una sensación inefable perderme en tu mirada y dejar que la dulzura de tu voz y tus caricias me tranquilicen....
Me transporto a un lugar distinto, uno en el que mi pasado no me atormenta, un mundo en el que me emociona seguir adelante, viviendo el presente y caminando de tu mano hacia el futuro.

Como siempre, seguir a mi desastroso corazón me llevó a nuevas y únicas direcciones.

Me hizo sentir cosas que creía muertas, aunque no parezca, cambié por él, y me di una segunda oportunidad de ser feliz, de levantarme de aquella estrepitosa caída; después de todo... ¿qué hay de malo en dejarse envolver por el amor?
En un amor sano, en el que el amor es mutuo, en el que somos mejores amigos, en el que nuestra confianza es plena y nuestros sentimientos puros...

¿Podría ser que él se convierta en el indicado?

Cafeína para el corazónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora