Al final de cuentas, parece ser que todo pasa por un motivo.
En ningún momento fui desleal a mis pensamientos, ni a mis sentimientos, sí, cambiaron, somos seres humanos, algo de lo que nos hace humanos es la efímera seguridad de lo que nos acontece física y psicológicamente. Tenía razón en decir que no era para siempre, el hecho de que la temporalidad limite nuestra existencia no hace menos ciertas mis palabras y mucho menos deja sin efecto mis sentimientos. Llegué a quererte tanto que me asustó lo que podría pasar si me dejase llevar en ese bravo mar de emociones, temí sumergirme en la seguridad de tus brazos y no poder moverme de ahí jamás.
A veces llega a mi mente la sensación de que me comporto como una pluma a merced del viento, hay momentos en los que el susurro del viento es tan tenue que ni si quiera puedo alejarme del piso, otras veces es turbio y me arrastra con una facilidad aterradora, me desprende de lo que conocía, de la estabilidad...
Jamás quise que las cosas terminaran como lo hicieron, a pesar de ello no me arrepiento de lo que viví a tu lado, nos dimos todo lo que tuvimos que darnos, parece infantil seguir pensando así a estas alturas de la vida pero no creo querer encontrar un amor como el suyo tan extraño, tan condicionado, lo quise tanto que nuevamente cegué mi propia vista a lo evidente, no quise darme cuenta que siempre estuvo conmigo en las buenas y solo las buenas...
Nuevamente hay una chispa creciente que va quemando mi interior lentamente, siento un yunque en el corazón, un hueco en el estómago y un nudo en la garganta.
Tristemente todas las emociones anteriores no se deben sólo a ti, amor mío, cuando me alejé, quise aislarme, la libertad es mi estado natural, me sentí sofocada por el compromiso, poco a poco voy descubriendo más de mi, cosas que no imaginaba... No me culpes por favor, sabes que a veces ni yo misma entiendo muy bien lo que siento.
Me refugie en mis amigos, esos que aparecen de entre la neblina cuando todo va cayendo por la borda, esos que no pueden evitar que naufrague tu navío, sino que por lo menos te hacen compañía en el bote salvavidas a la deriva del océano; me sentí a salvo, formé un vínculo de hermandad especial, les conté lo que sentía.
Me sentía harta de todo, de los sentimientos, paradójicamente... Ya no quería saber nada de compromisos ni relaciones amorosas, necesitaba un respiro. Fue una bocanada de aire fresco poder hablarlo con alguien más. El contacto se volvió cada vez más frecuente, me agradaba demasiado su presencia y me paralizó el sólo imaginar que de nuevo sentía algo por alguien.
La ironía del asunto llega cuando la persona que te alentó a ser firme en tu decisión de no ir en busca del amor por un tiempo te dice que está enamorada de ti. Jamás lo esperé, al principio me preocupaba su nerviosismo en decirme algo, inocente de mi, pensar que era demasiado drama para algo tan sencillo, el corazón me dio un vuelco al observar sus ojos tan brillantes, sus pupilas totalmente dilatadas y su respiración agitada después de que tomara mi mano para evitar que me fuera y me robara el beso más dulce y sincero de la vida, caí en cuenta de que no supe que hacer. Me sentí confundida, me perdí pensando, no supe qué decir, así que sólo me quedé en silencio.
Qué ocurre cuando una fuerza imparable se encuentra frente a una fuerza inamovible, ¿quién gana entonces?¿Hay algo que ganar?
Querido, no mereces la respuesta que voy a darte, te mereces algo mucho más grande, algo que te haga sentir cosas que jamás hayas experimentado, algo que estremezca tu interior y te erice la piel, te mereces un amor completo, mereces ser feliz.
La respuesta es más compleja de lo que pensaba: sí, pero no...
Sí, porque eres la chispa que provoca fuegos artificiales en mi pecho.
No, porque... ¿tengo miedo?
Sí, porque no necesité mucho tiempo para conocerte.
No, porque necesito mucho más de lo que cualquiera puede dar y no puedo exigirlo.
Sí, porque me sentí diferente contigo.
No, porque necesito mi libertad o por lo menos, no quiero atarme a nada, no ahora.
Sí, porque todo lo que dije fue cierto, aunque no me di cuenta del por qué en su momento.
No, porque no te mereces lo escaso que puedo ofrecerte actualmente, es poca cosa para ti.
Sí, porque me están matando las ganas de besarte.
No, porque es algo egoísta de mi parte.
Habría sido maravilloso haberte conocido mucho antes o tal vez mucho después, de cualquier forma no cambiaría lo que ocurrió.
La respuesta la dejo en tus manos, tu decides qué hacer con ella, aunque no esperaría otra cosa más que tu rechazo e indiferencia, solo quería cumplir con mi palabra y decirte que a pesar de todo, siempre estaré para ti.
Con todo mi cariño:
NM - PCN - DIMB❤

ESTÁS LEYENDO
Cafeína para el corazón
RomancePetitChatNoir ~Sueños irreales y un alma joven, fortunas y desventuras de un corazón salvaje~ Todos los derechos resevados. Queda completamente prohibido realizar cualquier copia y/o adaptación de la historia.