La Niñera De Los Monstruitos

12- Escuela

Han pasado dos semanas, si, mi padre y mi hermana han estado aquí por dos semanas, dos largas, agotadoras y extrañas semanas. No me quejo, los extrañaba como no tienen idea. 

Bajo las escaleras ya lista para ir a "trabajar" solo llevaré a los mellizos a la escuela, hoy es su primer día, luego de eso vendré a casa a pasar tiempo con Papá y Tanya y luego iré a buscarlos para quedarme lo que resta de tarde con ellos hasta que su padre llegue, y así serán mis días a partir de hoy. 

-*Buenos días papá ¿Cuantas veces te tengo que decir que no te tienes que levantar temprano?*- Dije cuando vi a mi padre sentado en la mesa de la cocina con una taza de Té que ahora se había vuelto su favorita. -* Ve a descansar* - casi que ordene mientras agarraba mi mochila y metía algo de dinero, seguro me desviare y terminaré caminando por ahí. 

-*Patrañas, yo haré lo que quiera, ya soy los suficiente...*- Lo interrumpí ya me sabía ese discurso. 

-*Si ya se, eres lo suficientemente mayor para hacer lo que tu quieras, yo solo cuido de ti viejo gruñón*- Dije saliendo de la casa sin darle oportunidad de decir algo más. 

Caminé aproximadamente 10 minutos, toque la puerta y como siempre Martha me sonrió y me dejo pasar susurrando un "Buenos días" a lo que respondí igual. 

-Buenos Días- escuché la voz del señor Minnelli, levanté mi vista y venía tan elegante como siempre. 

-Buen Día señor Minnelli ¿En dónde se encuentran los niños?- El se quedó callado observándome, es raro, eso nunca había pasado. 

-Em.. están arriba, deberían estar listos, se les hará tarde para ir a la escuela, ¿Puedes ir a buscarlos?- asentí y me dirigí a subir las escaleras, cuando estaba a centímetros de pisar el primer escalón, escuché que me llamaba- Irina, por cierto, te ves bien. 

Y se fue, pero antes pude sentir como la sangre subía a mis mejillas, algo que hace años no me sucedía, y que hasta ahora me da vergüenza, me sonrojé. 

Me quedé unos segundos asimilando lo que había pasado, el señor Minnelli me había hecho un cumplido, cabe destacar el primer hombre en mucho tiempo, aparte de mi padre, que me había hecho un cumplido. 

Irina, esto demuestra lo poco sociable que eres. 

Este no es momento de que estés aquí, vete. 

Terminé de subir las escaleras que sin darme cuenta había subido, me dirigí hacía la habitación de Bianca pero ella no estaba ahí, así que fui a la de Bruno y me encontré con una escena demasiado tierna, Bianca tratando de anudarle a corbata a Bruno mientras el trataba de peinarse el cabello. 

(uniforme de los mellizos)