7. Jeonghan

125 18 5
                                    


Bien... por fin lo había conseguido; hice que Joshua accediera a venir conmigo a mi apartamento y aunque no tenía un plan «frío» entre manos, sabía que tenía que aprovecharme de esto.

Y vaya que lo hice.

En todo el camino, él siempre va callado, sin embargo, su anatomía desprende una energía que puedo percibir incluso sin verlo directamente, es magnífico, así que prefiero mantenerme en silencio para no acabar con la magia. En ningún momento dejé de observarlo, tenía ganas de suspirar, pues su belleza sobrepasaba los límites de mi cordura. Estaba disfrutando tanto de esta escena, que el camino hacia mi casa fue muy rápido, en menos de lo que pensé, ambos ya estábamos en el sofá principal bebiendo cerveza, fumando y hablando de cosas que realmente no tenían mucha importancia. Nunca creí que Joshua fuera tan fácil de convencer, me había sido en extremo fácil averiguar cuál era su punto débil; insinuarle que era un cobarde al no hacer ciertas cosas y prácticamente lo tenía a mis pies, aunque aquello sonara feo.

Si le dijera que es un marica por no dejarse tocar por mí de una forma bastante indebida, lo tendría sobre mi cama en cuatro en menos de lo que yo comenzara a reírme.

Todo estaba bastante aburrido y es que ese chico de ojos bonitos se la pasaba haciendo preguntas que a decir verdad, me incomodaban y es que soy una persona que no disfruta de hablar sobre su pasado; un pasado oscuro, tenso, trágico..., Por lo que decidí hacer algo que pocas veces me atrevo a hacer...

Mala idea.

Coloqué un montón de licor de distintos tipos en un vaso, además de una pizca de éxtasis, siempre cuidando que no se diera cuenta de esto, yo no estaba consciente de que Joshua probablemente no estaba acostumbrado a cosas tan fuertes, debí saberlo cuando después de dos cervezas ya estaba arrastrando las palabras al querer preguntarme algo.

Lo que yo estaba planeando era divertirme, sólo eso, poder dejar salir mis verdaderos colores al tener a ese chico tímido siendo espontáneo luego de beber algo obviamente más fuerte que la cerveza, pero no me medí bien y pareciera ser que se bebió una botella completa del licor más fuerte.

Lo miré entusiasmado beber aquella poderosa preparación, estaba casi listo para preparar otro de estos pero en cuanto su vaso se miró vacío, Joshua comenzó a reír con la expresión más boba que alguna vez haya podido ver. Podía adivinar mi propia expresión y esta era de asco, claramente.

Desde ese momento anticipé que sería de esos ebrios que se ponen a bailar sobre una mesa, con su corbata amarrada a la cabeza pero no, para nada. Me tomó de sorpresa su siguiente acción, expresión y sobre todo palabras. Se estiró como un lindo gatito y con esa aura tan coqueta en el rostro me preguntó: "¡Jeoooonghaaaaaan!, ¿cuándo te hicisssste tan guaaapouu? ¿mh? ¿mhhh?", yo quería retorcerme de risa por esa escena tan... ¿rara?, este chico era de esos gays de clóset que sólo se revelan estando ebrios. Me comenzaba a gustar bastante.

Quería saltar de felicidad porque mi plan estaba funcionando; nos estábamos besando, no de esa forma tan seca como aquella ocasión en la que lo tomé por "sorpresa", sino de una forma necesitada, como si de verdad nos adoráramos..., lo abracé a mi cuerpo tomándolo de la cintura, Dios... este chico es tan delicado, que tenerlo tan cerca hace que todo en mi cuerpo se acelere, si, todo.

Estuve a punto de comenzar a desvestirlo para que ocurriera lo inevitable pero él se separó abruptamente, me miró con los ojos muy abiertos. Yo me asusté, ¿y si había reaccionado y ahora me golpearía por aprovechado?, ¿y si le doy asco?, ¿y si...

Todas mis dudas se esfumaron cuando él se levantó tambaleando y chocando contra todo a su paso corrió hasta el baño, unos segundos después escuché cómo comenzaba a vomitar.

Spring Nicht [Seventeen]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora