Spring Nicht [Seventeen]

Capítulo 9. WonWoo (segunda parte)

Toda la semana siguiente fue una tortura; Jun había salido del hospital muchos días después de que despertó, él estaba totalmente fuera de peligro, con mucho esfuerzo logré comprar una silla de ruedas para él y para nuestra buena suerte el seguro de nuestros difuntos padres alcanzó a cubrir el costo de la cirugía, sin embargo, todo lo demás era un desastre; el dinero se estaba acabando, su medicina también y necesitaba rehabilitación para poder volver a caminar, el problema era que yo no tenía dinero para pagar eso, no era un lujo, no, era necesario para que la vida de Jun volviera a ser normal, era su vida la que prácticamente estaba en juego.

Decidí trabajar en distintos sectores del bar en donde siempre había trabajado; estaba limpiando baños, siendo mesero, preparaba bebidas, lavaba platos, llegué a pensar que sólo me hacía falta trabajar como puta...

Si, sólo eso faltaba.

Era viernes por la noche, el más tortuoso de la semana, ya que este día está repleto de gente desastrosa y mal hablada, peor aún: hay trabajo de sobra y yo tenía que hacerlo casi todo por mi cuenta, los baños en esos días estaban llenos de vómito.

Ese día vi llegar a Mingyu pero no me alegré de eso, ¿por qué?, porque llegó acompañado de un chico, uno bastante guapo, como él. Claro, yo no estaba celoso ni nada de eso pero sentía raro que no viniera sólo a verme. En fin, ambos se sentaron al fondo del lugar y yo no podía evitar estar de indiscreto de vez en cuando lanzando miradas curiosas, por lo que pude notar, ambos estaban en plan de "amigos siendo sociables un viernes por la tarde" entonces decidí ignorarlos y seguir con mi trabajo. Todo se fue tan rápido que no me di cuenta de que ya era media noche, el lugar no estaba muy vacío pero si un poco más tranquilo, yo estaba sentado detrás de la barra mirando hacia la nada esperando que algo se presentara (y también desentumiendo mis piernas), hasta que una voz gruesa pronunciando mi nombre me bajó de mi nube de desgracias.

—¿En qué piensas, Wonwoo?

—Maldita sea, Mingyu, me asustaste...

—¡Oye!, no te conocía así —Comentó burlón y jaló gentilmente una de mis mejillas.

—Yo, solo... no estoy de humor...—Me enderecé y lo miré desafiante— además, has bebido demasiado, deberías ir a casa ahora. —Dije firme.

—No quiero ir solo.

—¿Y qué esperas?, ¿Que yo te lleve hasta allá?

—Hmm... si, ¿por qué no?

Fruncí levemente el ceño pero sabía lo difícil que era lidiar con un ebrio así que sólo relajé mi postura y asentí. Luego sostuve mi barbilla sobre una mano que apoyaba sobre la mesa.

—¿Quién era tu amigo? —Pregunté sin rodeos.

—Ah... ¿Vernon?, él es sólo un muy buen amigo, algún día te lo presentaré. —Me guiñó un ojo y yo rodeé los ojos.

—¿Por qué no te fuiste con él?

—Porque quería... —Aclaró su garganta—quiero irme contigo — Acarició mi mejilla y yo no pude evitar lucir bastante sorprendido, creo que hasta sonrojado.

—Ah... ¿sí?, ¿y eso por qué? —Cuestioné algo incrédulo.

—Porque me gustas.

—¿Eh?

—¿Eres sordo?

Yo negué moviendo la cabeza de un lado a otro y entonces decidí ir al baño poniendo un tonto pretexto. Luego de aclarar un poco mi mente supe que seguramente aquello había sido un delirio de ebrios, respiré profundo un par de veces y decidí hacer como si nada hubiera pasado regresando a sentarme con mi amigo. Dos horas pasaron rápidas, yo le conté todas mis penas a Mingyu, aunque él probablemente no recordaría nada al otro día, pero era necesario desahogarme con alguien, además de que mi amigo solía ser buen consejero. Le hablé sobre las rehabilitaciones de Jun, mi desesperación era infinita, era cierto que yo ya no sabía qué más hacer, por más que trabajaba me era imposible juntar el dinero necesario para pagar por todos los cuidados que mi hermano necesitaba con urgencia.