8.WonWoo (primera parte)

96 15 0
                                    


No podía creer lo que estaba pasando ahora mismo; Mingyu..., ese idiota, llegó como si nada al lugar donde yo trabajo, consciente de lo que había ocurrido entre ambos la noche pasada..., realmente creí que jamás me volvería a hablar, tal como yo se lo había pedido pero pareciera ser que me ignoró por completo, ya que vino exclusivamente a verme y a decir verdad, aunque yo tratara de negármelo, tal cosa me emocionaba.

Yo ya no sabía qué carajos sentía por ese poste viviente; me atraía, me gustaba... ¿lo quería?, pero era imposible que yo pudiera sentir algo... ¿lindo? por ese bastardo en muy malos pasos, pasos en los que estaba introduciéndome sin darme cuenta, aunque no lo culpo, yo debí percatarme de la clase de persona que era desde el primer día que él estuvo aquí, el día que lo conocí...

Un día como cualquier otro yo estaba ardiendo de rabia porque al tratar de limpiar un vaso mis estúpidas manos lo tiraron rompiéndolo al instante, por desgracia, mi jefe estaba ahí, así que no lo dudó ni una vez antes de descontarlo de mi sueldo, eso me jodía por completo la existencia porque necesitaba ese dinero completo ya que yo era el único apoyo económico de mi familia, o sea, mis dos hermanos y yo. A pesar de que no eran realmente mis hermanos, mi fallecida madre se casó con su fallecido padre cuando éramos muy pequeños, así que mi amor por Minghao y Jun es inmenso, más ahora que somos huérfanos; era por eso que me daba tanta rabia ser tan descuidado, no poder darles una vida digna como la que solíamos tener cuando nuestros padres estaban vivos.

Todo parecía ser normal hasta que una persona bastante extraña entró al lugar, y era extraña porque se veía bastante apresurado, pensé que tal vez quería entrar al baño pero no fue así... ese hombre alto y bronceado se sentó frente a la barra justo donde yo estaba recargado, entonces como buen mesero que era le di las buenas tardes.

—Buenas tardes caballero, ¿desea tomar algo? —Pregunté amablemente a aquél hombre que lucía un tanto cansado.

—Si... dame un vaso de agua, por favor. —Pidió casi en un susurro.

—Enseguida. —Asentí y rápidamente serví un poco de agua en un vaso de cristal para ofrecérsela. —Aquí tiene su agua. —Le coloqué el vaso sobre la barra y me dispuse a irme dándole la espalda.

—Oye...

Me di la media vuelta un poco sorprendido al escuchar a ese hombre, tal vez quería ordenar algo más...

—¿Si?, ¿desea ordenar algo más?

—Acércate...

—Eh... ¿señor? —Pregunté un poco confundido acercándome lentamente al individuo que ahora comenzaba a asustarme, tal vez quería asaltarme o algo y no se atrevía.

Entonces entré en pánico cuando ese idiota me tomó rápidamente —pero de forma discreta— del cuello, pegándome casi por completo a él, sentía que me secuestraría en ese momento.

—Necesito un favor y no te puedes negar, ten esto... —Pasó su mano debajo de la barra y me tendió una bolsa de tela un poco pesada— escóndelo aquí y actúa como si nada, tú no me has visto, ¿entendido?, cuando salgas de aquí te la llevas contigo y si no me ayudas yo mismo te mataré, ¿de acuerdo?

Sentía que me orinaría del miedo en cualquier momento, pero traté de mantener mi cordura por lo que asentir me pareció lo más conveniente ahora mismo. —S-si... está bien...

Ese hombre alto y verdaderamente sospechoso tomó un gran trago de agua y se levantó rápidamente para meterse al baño de hombres que estaba al fondo del local. Yo sin dudarlo escondí aquella bolsa sin revisarla debajo de la barra, donde nadie esculcaba más que yo.

Spring Nicht [Seventeen]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora