Capítulo 1, "Su lindo cabello"

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Joshua no era de tener muchos amigos y cuando los tenía establecía una especie de fraternidad profunda, tampoco era de expresarse mucho pero cuando lo hacía era de la forma más simple y hermosa que pudiera existir, tampoco era frío ni cálido, tenía un extraño temperamento medio que no atraía precisamente a muchas personas a su alrededor; en fin, Joshua no era especial, era sólo una persona más en el mundo.

Había ocasiones en las que el chico de estatura media y ojos adormilados pasaba las tardes en soledad pues sus amigos, a pesar de ser muy unidos a él tenían otros gustos bastante distanciados de los suyos por lo que a veces no tenía más opción que quedarse solo a vagar por ahí, esa tarde decidió quedarse un tiempo extra a vagar por la universidad, estaba ordenando unos asuntos escolares muy importantes, nada que no se pudiera resolver y aunque no tenía nada importante qué hacer en casa, ya quería huir de ahí, le ahogaba estar entre tantas personas que aunque veía a diario, para él eran completos desconocidos.

Otra más de sus características y seguramente la más importante era su notable distracción a todas horas por lo que rápido olvidaba a las personas y vagamente recordaba fechas, ese día no era especial, según sus recuerdos, aunque temía que según su calendario si lo fuera. Tenía un presentimiento; caminó hasta una banca entre el jardín de la enorme universidad y se sentó a revisar su celular, suspiró aliviado cuando miró que sus intuiciones le engañaban, era un día común como cualquier otro de su aburrida rutina. Abrió la bandeja de mensajes sorprendiéndose al mirar los trescientos que tenía pendientes, todos de personas conocidas pero ninguno que quisiera contestar, rendido y aburrido bloqueó la pantalla guardando después el aparato en su bolsillo, levantó la mirada sólo para encontrarse con la chica más hermosa que sus ojos alguna vez pudieron ver; no era precisamente muy femenina por lo que pudo notar pues iba vestida de negro: chaqueta de cuero, pantalones rasgados y ajustados, además de unas botas bastante pesadas, tampoco tenía un cuerpo llamativo pero su cabello... su cabello se movía con tanta facilidad que le provocaba escalofríos, ella pasó corriendo, ni siquiera pudo apreciar bien su rostro pero seguramente era precioso. En un impulso que salió de algún lugar desconocido de su cuerpo se levantó y la siguió a un paso acelerado pero a la vez muy discreto, tampoco quería quedar como un acosador desquiciado, lamentablemente la chica se subió a un taxi desapareciendo después entre los automóviles.

Joshua estaba dentro de un leve shock, no podía creer que nunca antes había visto a aquella linda y extraña señorita, "probablemente es nueva", pensaba con una leve sonrisa en el rostro, sintió un poco de desesperación pues tendría que esperar todo el fin de semana para volver a verla ya que ese día era viernes, sin embargo, en aquella universidad tan inmensa era casi imposible encontrar a alguien sin saber su nombre.

Sin nada más qué hacer en ese lugar caminó hasta su casa pues tenía hambre, en la tarde se encontraría con su mejor amigo: Jihoon, un chico de baja estatura y mal temperamento, adorable a la vista pero difícil de tratar, por lo que tenía que apresurarse, el pequeño joven de cabello rosa y mal carácter odiaba el desastre pero también odiaba limpiar, así que Joshua planeaba ordenar su habitación después de comer con su madre.

Ese fin de semana sería realmente largo...

Llegó a su casa y sin dar explicaciones a grandes rasgos, se dispuso a ordenar su habitación pues no tardaba en llegar el pequeño pelirosa, no quería pensar en aquella chica de la universidad pues lo consideraba absurdo ya que ni siquiera vio su rostro, pero podía recordar su lindo cabello, se movía con tanta facilidad y brillaba tan hermoso que estaba ansioso por olerlo, por tocarlo.

Sus pensamientos se esfumaron en cuanto escuchó que tocaban la puerta de su habitación, la cual con muchos esfuerzos había ordenado. Abrió lentamente la puerta y ahí estaba Jihoon con su característica sonrisa amplia.

—Hola, pequeño demonio. —saludó Joshua sacudiendo juguetonamente el cabello de su amigo.

Jihoon entrecerró los ojos, le apartó la mano de un manotazo entrando a la habitación con una expresión de seriedad en el rostro. Joshua sólo rió entre dientes y cerró la puerta, ya conocía al de menor estatura; él era bastante gruñón, gritón, inteligente y mandón, aún así confiaba plenamente en él.

—Al menos tienes limpia tu habitación, bobo. —se sentó en la cama con unos libros que cargaba con mucho recelo en las manos.

—Prometí tener limpio aquí, desde el otro día que me mandaste a la mierda porque encontraste cáscaras de plátano debajo de la cama.

—Haces bien, estos libros son bastante pesados. —Advirtió Jihoon entre bromas alzando los libros sobre la cabeza de su amigo, volviendo a sonreír de aquella forma tan adorable.

—Basta, deja tu agresividad fuera de mi habitación, enano, ¿qué es todo eso? —Habló recargando sus antebrazos en la cama, señalando con la mirada los libros con los que Jihoon llegó a sus aposentos.

—Son libros, creí que asistías a la universidad. —Explicó entre risas, le encantaba molestar de esta forma a su amigo, por más que lo hacía no se cansaba, siempre terminaban riendo, siempre había sido de esa forma.

—Es enserio, ¿no pensarás leer aquí o... si?

—Pasaré el fin de semana aquí, tengo que hacer tareas, pero... no importa, las haré mañana. —terminó de explicar y lanzó los libros a la cama, recostándose en ésta después— dime qué has hecho, Joshua, mi vida es aburrida...

—La mía es peor, aunque... —Suspiró y volteó a verlo con una sonrisa llena de brillo.

—Aunque... ¿¡Qué!? —Dio un golpe suave al costado adverso para incitarlo a seguir hablando.

—Hoy vi a alguien, Jihoon, creo que me enamoré...

—No digas estupideces, ¿quién era?

—No tengo idea, ni siquiera vi su cara pero su cabello era tan hermoso, me encantan las chicas con lindo cabello. —suspiró discretamente pues sabía que su amigo detestaba este tipo de confesiones, la última vez que se enamoró no lo visitó durante un mes, evitaba sus llamadas, no leía sus mensajes. Era bastante extraño de su parte pero jamás se había atrevido a preguntar el por qué.

—Eso es muy bobo, ¿no crees? —Propuso expresando disgusto en el rostro.

—Mucho, pero no importa, sólo me gusta su lindo cabello...

El chico alto, de ojos adormilados no quería aceptar lo que una desconocida le estaba provocando, se sentía idiota, incluso no había podido describirle exactamente sus sentimientos a Jihoon cuando se tenían una incondicional confianza, temía quedar como todo un asocial que necesitaba tanto amor llegando al extremo de alucinar con tener un romance con la cabellera de una completa desconocida.

Pero definitivamente no descansaría hasta mirar a aquella chica de frente, hasta oler su cabellera y describir cada una de las sensaciones que su tacto provocaba.

Spring Nicht [Seventeen]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora