¿Amigos por siempre? [Pausada] [Secuela] ((Zodiaco))

6-Tranquila, Buda no te verá

Sagitario's POV

-¿Alguien quiere salir a hacer algo?- dije bajando las escaleras.

-Sagitario, ¿acaso nunca trabajas?- dijo Tauro entrando a la casa. Tenía harina en toda la cara.

-Si, pero solo cuando tengo una película en la que trabajar o un programa en el que aparecer- le contesté con una sonrisa en el rostro.

-¿De qué trabajas?- me preguntó Leo.

-¡Oh, mi querida Leo, éramos mejores amigos! ¿Lo recuerdas?- le dije yendo a abrazarla.

-¿Por qué hablas así y qué quieres?- me preguntó algo cansada.

-Quiero salir a hacer algo, me aburro.

-No.

-¿Por qué no? Necesitamos ponernos al día.- Pasé un brazo por su hombro.

-Cada vez que sales con alguien o termina embarazada o termina en la cárcel.

-También termina drogado y desorientado- agregó Tauro.

-Gracias por la ayuda, amigo- le dije sarcásticamente.

-Cuando quieras, amigo- me respondió él, imitándome.

-Por favor, no tienes nada que hacer- le rogué a Leo. Ella rodó los ojos.

-Está bien, pero no haremos nada que nos lleve a la cárcel o que me haga terminar drogada- me respondió.

-¿O sea que puedo dejarte embarazada?- Me pegó un codazo.

-Antes muerta- me respondió mirándome con asco.

Fuimos hasta la puerta y nos quedamos allí unos minutos. Leo estaba observando que nadie nos viera.

-¿Qué haces?- le pregunté extrañado.

-Soy famosa, estoy viendo que no haya paparazzis por aquí- me respondió todavía observando que no hubiese gente.

-¿No quieres que te vean conmigo?- Empezé a llorar falsamente.

-No. Tengo novio y es muy celoso.

-Oh, o sea que es como tu.

-Yo soy única, cállate.

-Todos somos únicos- dije secándome lágrimas falsas de mis ojos.

-¿Estás llorando?

-Si, rompiste mi inexistente corazón en millones de pedazos.- Hice puchero.

-¿Cómo sabes llorar falsamente?

-Bueno, digamos que Libra y tu no son los únicos actores de la casa...

-¿Eres actor? Nunca te vi en ningún lugar- me respondió extrañada.

-Bueno, protagonizé dos películas y actué en una serie. Además, también fui el presentador de los Oscar- le dije desinteresado.

-¿Qué? Pero yo fui a los Oscar, no te vi allí.

-Te repito, era el presentador. Es más, te saludé pero tu solo me miraste extrañada y seguiste caminando.

-No, ese no eras tu. El chico que los presentaba era de unos 23 años, un poco rubio, alto y... ¡Oh por dios, eras tu!- dijo asombrada-. Con razón me sonaste conocido.

-Exacto.- Le guiñé un ojo.

-O sea que estás lleno de dinero.

-Podría usarlo como papel higiénico, si se me antojase. Ahora, ¿vamos a hacer algo o qué?