Capitulo 2 "¿A ti también te la entregaron?

2 0 1
                                    

Tranquila, April, no es tan importante, sólo tienes que entregar los dibujos que ingresaran a un concurso que puede hacer que entres a la Escuela de verano de Artes Walker & Wolker por todo el verano y puede que te ofrezcan una beca para un año completo además de una carta de recomendación por si quieres estudiar en una buena universidad, nada de que preocuparse, pan comido y para nada importante.

-April.

Me volteo. Estaba caminando con Ben, un amigo, a la sala de Artes, la maravillosa sala de Artes.

-Tranquila, te estrezas muy rápido- Rió mientras doblábamos por el pasillo a la izquierda.

- Ben, esta es una gran oportunidad  ¿Cómo no quieres que no esté así? Imagínate, todo un verano pasa solo dedicarte a la pintura- Dije imaginándome mi verano, si es que lo logro.

- Prefiero jugar en mi computadora y dormir todo el día- Dijo encogiéndose de hombros.  

- Cada cuál con sus gustos- Dije encogiéndome de hombros mientras doblábamos por última vez y por fin llegábamos a la sala de Artes.

Entramos al aula, la paredes era todas de vidrios a excepción de la muralla que dividía la sala de Artes de los pasillos de instituto. tenía 8 mesas gigantes en donde habían personas trabajando en sus propias obras. todo era hermoso. la Señora Laurentes si que sabe potenciar el talento de los chicos.

- ¡April! ¿Ya tienes listos los dibujos?- Dijo moviendo sus cejas de forma pícara por lo que reí con Ben.

- Si, cinco cómo usted pidió- Dije entregándole la carpeta que traía en mis manos.

- Maravilloso- La recibió para después abrirla y ver los dibujos- April, de verdad son hermosos, ojala ganes, te deseo toda la suerte, te lo mereces- Dijo con toda sinceridad por lo que vi en sus ojos.

- Gracias, Señora Laurentes, significa mucho viniendo de usted- Sonreí para ella.

- April, tenemos que irnos- Dijo Ben revisando su teléfono.

- Si, vamos- dije acomodando mi bolso para después dirigirme a la salida de la sala de Artes, al llegar a la puerta me volteo por última vez y me despido de la Señora Laurentes moviendo mi mano. Acción que ella imita. La miro por última vez con algo de melancolía, mi instinto me dice que esta será la última vez que la veré... Estupideces. 

 Me volteo y camino por los pasillos con Ben al lado.

- ¿Ves? No fue tan complicado - me golpeo en forma de broma el brazo izquierdo.

Al sentir el contacto de su mano hecha puño y mi brazo siento una descarga eléctrica a través de este, no una de esa lindas cómo cuándo estas con la personas que amas, era una descarga eléctrica que dolía, de esas que sientes que te desgarran la piel y llegan en este caso a esa maldita cicatriz que te duele tanto.

Gimo de dolor al sentir esto.

- Hey, no te golpee, fuerte- Frunció el ceño Ben.

- Lo sé, es sólo- Suspiro- Mi brazo esta algo sensible- Traté de sonreír pero creo que me salió una mueca.

- Se te pasará, traquila- Dijo posando su mano por unos segundos en mi hombro regalándome una sonrisa tranquilizadora.

- Gracias- Me limite a decir sonriendo-le.

La campana sonó informándonos que el período escolar termino. caminamos en dirección a las puertas principales del instituto para después despedirnos procurando que hablaremos por chat en vacaciones. 

Cuándo camino en dirección a la estación de buses lo único que veo es el auto de Nick( mi hermano). Baja el vidrio de la puerta del copiloto y dice:

- Papá me dijo que te viniera a buscar y te dijera que seguirán hablando - Dijo un poco serio.

- Claro- Dije limitándome a encogerme de hombros.

Subo al auto de Nick en el lugar de copiloto y él prende el motor de su auto para así irnos a casa.

-¿No iremos al funeral de tío Richard?- dije mirando el camino al igual que Nick.

- Si, comeremos algo en casa y nos alistaremos para ir al funeral ahora- Dijo algo cansado.

- Ni siquiera me dejaron ir al velorio- Dije con tristeza.

- A mi tampoco, me enteré cuándo Mamá iba a tu cuarto para entregarte la "carta"- Dijo haciendo comillas en la palabra señalada con notable irritación.

- ¿A ti también te la entregaron?- Pregunte algo nerviosa jugueteando con mis propias manos.

- A mis dieciséis, igual que a ti- Sonrió recordando ese momento- Nuestros Padres me la entregaron y no me pasó nada, al parecer no tenía el gen- Dijo encogiéndose de hombros sin quitar su sonrisa.

- Ahora que saben que yo si lo tengo ¿Qué harán?- Pregunte temiendo su respuesta.

- Nada malo, es más, creo que será divertido para ti- Dijo dándome un poco de seguridad, no la suficiente pero si la que bastaba por ahora.

-Gracias- Sonreí para mi misma- Tengo mucha curiosidad de saber cuál es mi don" súper especial"- Dije exagerando las últimas palabras por los que ambos reímos.

Después de unos diez minutos hablando de muchas estupideces corrí por las escaleras al lado de la puerta principal para llegar a mi habitación y cambiarme por un vestido negro y retocar mi maquillaje.

Bajo corriendo por las escaleras y sigo corriendo derecho para entrar a mi lugar favorito, la cocina. Está era grande y de estilo americano con colores blancos y aranjados. Camino en dirección al mesón y apoyo mis codos en este mirado como un Nick nos preparaba unos sandwiches.

- Se ven bien- Dije sonriendo.

- Gracias- Me miró de reojo- Tú también.

- Gracias.

- ¿Cómo está tú brazo?- Pregunto tendiendome el sandwich.

- Mejor, pero sí lo tocas me duele ccómo sí tuviera que llevar el mismo infierno en él- Dije rodando los ojos mientras le daba la primera mordida al sandwich.

- Te creo- Asistió levemente con la mirada pérdida, cómo sí estuviera pensando en otra cosa. Mirada su reloj y dice: Debemos irnos ya.

Me limito a asentir e ir a buscar mi abrigo al ropero en la entrada.

Saco mi abrigo y el de Nick para después acompañar lo en la entrada.

Esas fueron las horas más dolorosas de mi vida, claro, las que le proceden a a muerte de mi abuela.

Sólo se escucharon llantos desgarradores, sollosos y algunos murmullos, aunque tengo que admitir que lo que denominó la velada fue el silencio lleno de tristeza y dolor que volvía el ambiente incómodo.

Todos lloraron, sin excepciones. El tío Richard fue un hombre muy querido, no santo, tengo que admitir, pero sin embargo muy querido.  Era una persona muy cariñosa y divertida, la más amigable que una vez conocí. No podías no terneros tema de conversación con él, era mi confidente y yo la suya, mi consegero, amigo y segundo Padre. Eso no se puede reemplazar y mucho menos fingir que nunca existió. Nos llevará mucho tiempo superar semejante pérdida a todos.

Nick abrió la puerta principal con las llaves que poseía y nos dejó pasar primero a Mamá y a mi.

Nadie dice nada todos Estamos agotados por l desgaste emocional que obtuvimos hoy. Subo las escaleras y camino desanimado a mi habitación. Me quito el maquillaje y cambio de ropa a algo más cómodo. Bajo a comer algo y finalmente me labor mis dientes como última actividad del día hoy.

Donde sea que estés tío Richard, cuídate y ayúdame a enfrentar esto tanto a mi cómo a los demás, de verdad nos harás falta.

drankersDonde viven las historias. Descúbrelo ahora