Serendipia

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Habían pasado 3 años desde que todo sucediera tan rápido como un abrir y cerrar de ojos.

Estaba en la cúspide del éxito, nada me hacía preguntarme sobre mi pasado, si pudiera volver lo haría para preguntarme que sucederá sabiendo el final, no me arrepiento de nada, me gusta caminar y sentir el aire sobre mi rostro, estar con mis amigos, disfrutar de la vida en su plenitud.

—Llegó esto para ti—, dijo Mikey dándome un sobre, al abrirlo y leerlo pude sentir un golpe de emociones frías y recuerdos vanos, era una carta de Megan, su madre había fallecido mientras dormía, me pedía que fuera.

Había tomado el primer vuelo de regreso a casa, observaba cada cambio de la ciudad desde la ventana del autobús, mi madre se sorprendió de mi visita aunque la veía cada fin de semana desde que me fui, le explique y al salir a la hora para ir al funeral, me abrazó, mi madre nunca conoció a Megan pero sus sentimientos hacía ella eran los más puros y genuinos.

Llegué al lugar citado, había mucha gente, caminé entre ellos hasta ver a Megan llorando mientras una chica la consolaba, me acerqué a ella lento, no dijimos ni una palabra, solo me encaró y se echó a mis brazos al reconocerme, no puedo explicar lo que sentí ni lo que observé, Megan se había casado con un chico rubio, hasta confesarme que estaba embarazada y que me agradecía por cada recuerdo.

Me encontraba de nuevo en ese autobús, con la frente pegada al cristal, mientras miraba cada calle, cada niño jugando, cada pareja tomada de la mano, pude recordar cada momento que viví con Megan como si estuviese viéndome, el autobús pasaba lento por el lugar donde Fletcher y yo conversamos de tonterías.

Al bajar del autobús, el sol del atardecer siempre chocaba con el frente de mi casa, pero antes de entrar algo me detuvo, así que miré hacía atrás para cerciorarme de que era.

Llámame loco, pero pude ver a Fletcher caminando mientras reía felizmente, quizá fue mi imaginación o el sol directo a mi vista me causaba alucinaciones, pero apuesto lo que sea pude ver a ese chico risueño, humilde riendo mientras caminaba hasta desaparecer de mi vista.

No había encontrado a alguien de alma desnuda, sé que ahora él está en algún lugar feliz, leyendo esos cómics, escuchando música, riendo por todo, no había encontrado a alguien que me haga sentir que la vida tiene un propósito, sé que Fletcher iluminó tantas almas a su paso en su corta vida, se que él nunca vio el lado negativo de las cosas, y apuesto que él quiere que tú tampoco las veas, disfruta cada momento, cada persona, esa canción pegajosa que te hace bailar, lucha por lo que quieres porque la vida no mide la magnitud de las cosas, solo nos observa y nos enseña bajo un proceso infinito como una Metamorfosis.




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Esta obra está dedicada a la persona que dio sentido a mi vida en el corto tiempo que viví con él, se que ahora está en un lugar mejor, deseando lo mejor para mí.

Te amé y te amaré siempre papá.

METAMORFOSISDonde viven las historias. Descúbrelo ahora