0.8-Rivales hoy, amigos mañana

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Antes de que la granada estallase la patee por la ventana y esta exploto en el aire. Me agache al suelo para no llenarme de pintura, aquel edificio que era gris recibió una lluvia de colores por afuera. -"Eso estuvo cerca..."- Me dije a mi mismo mientras suspiraba de emoción. 

Me asome delicadamente por la ventana, no había nadie abajo al final de la soga. No podía arriesgarme a bajar por la misma cuerda, podía ser una trampa.

Cogí carrerilla bajando las escaleras y salte por la ventana de estas, cayendo al callejón de la parte trasera del edificio. Si mi teoría era correcta esa sería su ruta de escape, y acerté. Caí justo a sus espaldas cuando ella corría. 

Volví a apuntarle con ambas pistolas y dispare simultáneamente a matar, sin embargo ella logro girar en la esquina salvándose de las balas de pintura. La perseguí rápidamente. Cuando gire tras ella me sorprendió con una patada lateral y me quito el arma de mi mano derecha. 

-"¡No soy tan sencilla de derrotar!"- Exclamo ella mientras venia corriendo hacia mí. Lanzo un golpe a mi cara seguido de un codazo con su otro brazo, todo mientras aun cargaba amarrada el fusil en su espalda. Bloquee ambos golpes con mi brazo libre mientras aguantaba con mi mano izquierda la pistola que me quedaba esperando una apertura que me permitiese disparar. Pero sus golpes eran fuertes y precisos, solo podía retroceder.

En estos ataques ella se agacha y realiza un barrido de piernas para desequilibrarme. Yo salte antes de que pagase y con una vuelta en el aire de espaldas caí en el suelo poniendo algo de distancia entre nosotros, me dispuse a disparar. 

Teresa no pierde el tiempo, acorta distancia en un paso largo y agarra la pistola desviando su trayectoria, escapando de mis disparos otra vez. Solté el arma mientras ella la tiene agarrada por el cañón y la abrace con ambos brazos por la cintura empujándola, llevándomela a la fuerza.

Con la envestida ambos atravesamos el vidrio de la casa vecina al edificio, oscura cuya única luz entraba por el hueco de la ventana que habíamos creado. La pistola salió volando y cayó en el suelo mientras nosotros rodábamos. Cuando nos paramos nuestras ropas estaban sucias y arrugadas, teníamos algunos rasguños en la cara y manos a causa del vidrio y la caída brusca. Tomamos distancia uno del otro y nos pusimos en posición de combate.

En ese momento la voz de William volvió a sonar por los altavoces. -"Quedan 15 minutos para finalizar la prueba..."- Dijo con su ya agotador tono de pereza.

Ella dio el primer paso en ese momento, en esa casa deshabitada con techo machihembrado directo hacia mí, arrojo su fusil a mi cara, el cual evadí agachándome. Soltó un rodillazo a mi abdomen el cual contrarreste con uno propio. 

Me deslice en un giro frente a ella y lance un codazo apuntando a su yugular con mi brazo izquierdo. Ella defiende a tiempo con sus manos y atrapa mi brazo con ambos suyos.

En ese instante, la chica prodigio levanta todo su cuerpo y abraza mi cuello con sus dos piernas tratando de asfixiarme. Logre meter en su llave de cuello mi brazo derecho para que no cortara tan fácilmente mi circulación, si me tapaba los vasos poco a poco me iría desmayando y después de eso podría eliminarme del juego como sea.

-"¡NGH!"- Jadee del dolor. La presión que hacían sus piernas era increíble. 

Con mi mano derecha forcé su llave con fuerza y me libere antes de que me estrujara completamente. Cuando ella toco el suelo gire rápidamente y le pegue con una patada giratoria. Teresa retrocedió y con ambos brazos bloqueo mi patada, empujándola hacia atrás.

Yo aún portaba un cuchillo y ella lo sabía, por eso atacaba sin cesar, para que no me diera oportunidad de sacarlo. Sin quererlo la había empujado justo donde estaba su fusil tirado. 

BEHIND THE TRIGGERDonde viven las historias. Descúbrelo ahora