0.4-El dolor de una sonrisa

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Corríamos rápidamente entre callejones, esquina por esquina, tratando de perderlos en las sombras. Eran demasiados, el trabajo que se le había encargado a mi maestra debió haber sido muy importante e influyente como para movilizar semejante número de gente. 

-"¡Tres adelante!"- Exclame mientras corríamos por el último callejón hacia la avenida principal y aparecían algunos hombres en frente trancando el paso. Estos sujetos abrieron fuego de inmediato, como respuesta nos deslizamos a tiempo detrás de unos botes grandes de basura para que no nos diesen.

-"¡Usa las Bolsas de basura a tu lado Shiro!"- Me ordenó. Agarre una bolsa grande que se encontraba al lado mío y la arroje al cielo sobre los hombres con traje. Acto seguido retrocedí un poco agachado y apunte a la bolsa, jale el gatillo. La bala atravesó la bolsa cargada y dejo caer los desechos que tenía sobre los sujetos de negro nublándolos.

En ese instante conseguido, Yoruichi se impulsó de las paredes a los lados y le cayó encima al del medio con un golpe a la tráquea, dejándolo en el suelo con dificultades para respirar. El sujeto a su derecha le apunto en seguida pero Yoruichi agarro el arma y la levanto levemente desviando el disparo, seguido de esto con el mango de la G17 en la otra mano le rompe la muñeca de un mazazo. 

El de la izquierda se dispuso a disparar, yo me levante y apunte a su arma, dispare a sus manos desarmándolo a tiempo, gritando de dolor el hombre.

Yoruichi dejo inconsciente al tipo de la muñeca partida con un rodillazo al abdomen y se volteo ante el individuo de manos muertas apuntándole con la pistola y disparándole en el muslo sin tocar ninguna vena vital, incapacitándolo. Todos los sujetos que encontrábamos, fuera de combate, ninguno muerto. Ese era nuestro estilo, si no era un trabajo encargado no había que matar.

-"¿Y ahora qué, Sensei?"- Le pregunte acercándome a ella rápidamente en medio de los hombres tirados. Ella guardo la G17 en un sujetador como el de cuchillos en su pierna. 

-"Ahora que llegamos a la avenida será más difícil, estaremos más expuestos. Pero si podemos llegar al rió y bucear cuenca abajo habremos logrado escapar."- Dijo calculadora, desde el principio tenía una ruta de escape planeada en cada lugar donde vivíamos. Una profesional entre las profesionales, Sato Yoruichi.

-"¡¡Ahí están!!"- Salieron detrás de nosotros. -"¡MUEVETE SHIRO!"- Nos arriesgamos a correr al otro lado de la calle. Cuando salimos a espacio abierto escuchamos un potente sonido de fuego. Una bala rápida rozo mi pierna derecha sin darme de milagro. 

-"¡AH!"- Grite mientras me tambaleaba casi tropezando. -"¡SHIRO!"- Se freno a ayudarme mientras cruzábamos. No sabíamos de donde vino la bala, en algún lugar, edificio o casa había un francotirador con nosotros en mira.

Nos movimos a tiempo escabulléndonos en un edificio abandonado en la planta baja. Habíamos entrado a la parte negra de la ciudad, encontrar uno o dos lugares inhabitados era normal. 

-"¿Estás bien niño?"- Me pregunto. -"Solo un rasguño, no duele tanto"- Le respondí mientras me vendaba el pie con un trozo de tela de mi ropa. 

-"Una herida de bala no es algo que tomar a la ligera. Tenemos que encontrar la ubicación del franco para movernos con seguridad"- Explico ella. Si no hacíamos esto el franco controlaría a voluntad nuestros movimientos y tarde o temprano nos atraparían los hombres en negro.

Luego de un par de minutos tomamos uno de tantos planes que mi maestra había analizado. Nos separamos, yo por tierra en los callejones y mi maestra se arriesgo a ir por los tejados, mientras ella hacía de sebo mi trabajo era encontrar la dirección de la bala, esperando que no nos topásemos con más problemas y pelear por separado hasta encontrarnos en el punto de encuentro acordado. Partimos.

BEHIND THE TRIGGERDonde viven las historias. Descúbrelo ahora