Pesadillas del pasado

31 4 1
                                    

Todo estaba oscuro. Me sentía adolorido e incómodo, mi cabeza no me dejaba pensar en nada ni recordar cosa alguna. "¿Dónde estoy?, ¿Qué paso conmigo?". Eran algunas de tantas preguntas que cruzaban mi mente. En medio de esta oscuridad algo cae sobre mi cabeza. Helado y húmedo que me hace despertar al instante de golpe. 

-"¡Despierta ya mocoso!"- Me grito una voz masculina y algo grave.

Abrí los ojos de golpe. Tenía la cara empapada de agua y el uniforme igualmente salpicado. Sin decir nada los recuerdos volvieron a mi como mi sombra y me percate de lo sucedido, todo mientras estaba sentado. Intente mover mis manos pero estas estaban atrapadas con mis propias esposas separadas por un tubo de cañería para no poder desplazarme. En medio de un cuarto con muchos hombres que parecían sacados de la calle.

-"¿Ya despertaste bastardo?"- Pregunto con tono de villano el sujeto que tenía una cubeta de agua ahora vacía. No le respondí nada más que un enorme silencio. 

-"¡Maldito niño de mierda!"- Se acercó a golpearme. 

-"¿Acaso te di permiso para tocar a mi prisionero?... Xavi..."- Salió una voz detrás de todos los hombres que los petrifico. Una voz que me daba muy mala sensación, como si una puerta que había cerrado de mi pasado volviera a abrirse. Todos esos delincuentes parecían aterrorizados por la persona que soltó esas palabras. 

-"N-No... No hice nada Jefe..."- Dijo el que estaba a punto de golpearme con voz de arrepentimiento.

Los hombres armados que me rodeaban abrieron paso a una persona que caminaba hacia mí. -"No pareces para nada asustado chico... Me agrada esa actitud tan genial que tienes"- Se acercó a mí un hombre con una chaqueta de motociclista negra y una cadena en el cuello, musculoso y con pelo azul claramente pintado. Tenía una mirada algo entrecerrada de ojos y una sonrisa ligeramente notable de maldad y de mal temperamento.

Yo ya conocía a este tipo, estaba en las fotos dentro de los detalles de la misión. Era Lyon, con todo y cicatriz en su cachete izquierdo. El principal personaje sospechoso y ahora confirmado criminal detrás de todo esto.

-"Maldición... Te salió todo perfecto mal nacido"- Le dije desde el suelo sentado mirándolo directamente a los ojos. El finalmente se paró en frente de mi viéndome desde arriba aun con su fastidiosa sonrisa de villano.

No podía dejar de sentir dentro de mí un sentimiento que me llevaba al pasado cada vez que lo veía. Todos los huecos que aún quedaban en este misterio de los robos se acomodaron. Como había dicho Daniel. Alguien estaba informando en secreto a esta pandilla. 

Michael, la razón por la cual estuvo en dos de los robos no fue como víctima, sino para ayudar a que el plan de estos malditos fuese un éxito. Seguramente él le había contado nuestro plan a Lyon y por eso nos esperaban de antemano. Era nuestra trampa pero caímos en la suya.

-"Hay que ver... Los agentes de hoy en día en verdad son increíbles. Ahora incluso mandan niños genios"- Comenzó hablando Lyon. 

-"Gracias por el halago maldito..."- Le sonreí temerario de vuelta. -"Solo eres un perro de los policías... No te creas gran cosa, estas en una situación de vida o muerte imbécil"- Me recordó. 

-"Aunque debo admitir que ustedes son duros... La otra chica no quiso hablar no importa que tan duro era el golpe..."- Insinuó. Mis ojos se llenaron de furia. 

-"Maldito... ¿¡Que le hiciste!?, ¿¡DONDE ESTA ELLA!?"- Le grite pidiendo respuestas. El suelta un golpe directo a mi barriga con gran fuerza haciéndome escupir sangre.

-"Maldita basura... No has muerto porque no he dado la orden para hacerlo así que ten miedo..."- Cuando dijo esas palabras mis ojos se abrieron como platos. Era como si todo volviese a comenzar. 

BEHIND THE TRIGGERDonde viven las historias. Descúbrelo ahora