Entre artistas

II- Caminata

La mañana siguiente me desperté temprano, no porque quisiera sino por la costumbre de levantarme para ir al colegio. Había desayunado con Ian tranquilamente, le pregunte si deseaba conocer los alrededores. Pero este negó mi invitación, diciendo que tenia cosas que arreglar en su habitación. A decir verdad me habría gustado pasar tiempo con el , pero si no podía estaba bien. Pase toda la mañana viendo televisión en la sala, la tía vino a almorzar con nosotros y luego volvió a salir por cuestión de trabajo.

En la tarde, decidí hacer algo productivo. Volví a mi estudio para concentrarme en mi pintura, a pesar de ser un estudio del color, había decidió hacer un díptico. Había puesto otro caballete o un lienzo del mismo tamaño que el primero, haría el mismo dibujo pero esta vez usaría colores fríos. Así, vería la diferencia que podía hacer el color en un mismo paisaje. Estaba tan metido en mi pintura, que no vi pasar las horas y de nuevo, una de las criadas tuvo que venir avisarme que la cena estaba servida. - Gracias Claire. Dije mientras me lavaba las manos y me cambiaba la camiseta, que impresión la estaba dando a Ian, siempre llegando tarde a la cena.

- Lo siento por la demora. Dije mientras me sentaba en mi lugar, hoy la cena era, de entrada: Mini tatin de mozzarella y tomate, es decir mini tartas. De plato fuerte: Canelones de crema y espinacas. Y de postre: Tiramisu. Una cena bastante italiana para unos " franceses", pero por eso me encanta Morgan, nuestra chef...ella era espectacular, podía cocinar cualquier receta del mundo y le salia exquisito.

- Qué hicieron hoy? Preguntó la tía Sarah, mientras cenamos. - yo solo estuve vagueando la mitad del día y luego me puse a pintar. Le dije tranquilamente - Al menos hiciste algo productivo. Me respondió, luego se volteo hacia Ian. - Y tu que hiciste hoy? Le pregunto. - Yo arregle mis cosas, como me lo recomendó Directora LaForêt. Respondió de una manera muy educada. - Por favor, puedes llamarme Sarah. Le dijo mi tía, era verdad, si no estábamos en el instituto no había porque usar tanta formalidad.

Nos cambiaron los plato, mientras todos probábamos los canelones de crema y espinaca, nadie hablo... Es que, de verdad estaban deliciosos, entre dos bocados la tía sarah reanudo la conversación. - Alex, por que mañana no le ensenas los alrededores a Ian? Pregunto o mejor dicho propuso, mire al rubio que se encontraba frente a mi. - Seria un placer enseñarte el lugar...bueno si quieres. Le dije, para que viera, que no lo hacia por obligación. - Acepto. Respondió simplemente mientras comía. La cena paso tranquilamente, en un ambiente agradable, luego del postre nos quedamos un rato en la sala viendo televisión.

Al estar cansado, no nos quedamos mucho tiempo viendo la tele y terminamos por subir a nuestras respectivas habitaciones. Al entrar a la mía, me desvestí y puse algo de música ligera. Mientras me dirigía a la ducha, pensaba en lo que podíamos hacer mañana. Tal vez podía enseñarle el bosque que quedaba a unos minutos de aquí o podía enseñarle el deposito que estaba en la parte trasera de la casa. Esta casa había pasado de generación en generación, por ende era muy antigua y teníamos hectáreas de propiedades, las mas cercanas estaban mantenidas pero  las demás eran "salvajes", ya que mi familia prefería mantener el lugar lo mas natural posible y eso incluía el bosque. 

Me metí a la ducha, deje que el agua tibia cayera sobre mi cabeza y bajara por mi cuerpo; aprovechando para relajarme un poco, hace días que no lo hacia... Cuando termine de ducharme, salí, me seque y me puse en pijamas.

Apague la música con el control remoto y me acosté en mi cama, mañana sería la primera vez que estaría a solas con él eso me ponía algo nervioso, yo era el tipo de chico social que no temía en hablarle a los demás, pero Ian tenía algo que lo ponía nervioso, tal vez...Tal vez era el hecho de haberlo espiado por varios meses y que no quería que pensara que lo estaba acosando. Me metí bajo las sabanas y apague las luces de la mesita de noche, dispuesto a dormir.  Mañana le enseñaría el lugar y seguro sera un gran día, me dije a mi mismo mientras mis ojos se volvían cada vez mas pesados, hasta que me quede dormido